Lo que ocurrió en el centro poblado La Púcara fue un deslizamiento de gran magnitud, acompañado de lodo y la explosión de fragmentos de suelo
En un estrecho paso entre las montañas de los Andes peruanos descansan los restos de 23 adultos y 11 niños. A pesar de que no se trata de un cementerio formal, el lugar está salpicado por una melancolía inconmensurable. El terreno, áspero y pedregoso, parece haber guardado los rastros de una historia olvidada, mientras que el silencio que lo rodea transmite una sensación de tristeza.
La zona donde descansan los cuerpos se encuentra al norte del centro poblado La Púcara, en el distrito de Tacabamba, provincia de Chota, Cajamarca. En este lugar, un gigantesco manto de lodo y piedras cayó con gran fuerza, cubriendo en cuestión de segundos a personas, animales, viviendas y terrenos de cultivo.
Lo que ocurrió en el centro poblado fue un deslizamiento de gran magnitud, acompañado de un alud de lodo y la explosión de fragmentos de suelo. El cerro La Cortadera se convirtió en una masa de lodo y piedras que arrasó todo a su paso.

En un boletín del Gobierno Regional de Cajamarca titulado “Informe de evaluación del riesgo por deslizamiento en la zona urbana del centro poblado La Púcara”, se señalan las causas del deslizamiento.
“Condicionantes: pendiente muy escarpada, macizos rocosos fracturados, presencia de agua subterránea y ausencia de cobertura vegetal. Desencadenantes: sobresaturación”, se lee en el documento.
En diálogo con El Peruano, el geólogo César Velasco descartó que el desastre se haya producido por la presencia de volcanes o aguas termales. “La saturación de aguas subterráneas de temperatura fría ejerció una presión muy fuerte sobre el débil terreno de la quebrada, provocando una explosion que se transformó inmediatamente en un deslizamiento”, explicó.
La zona afectada por el deslizamiento abarca casi cinco kilómetros de largo y dos de ancho, lo que provocó la desaparición de los caseríos de Unión, Sexe, Santa Rosa, Palma Conchuc y La Púcara.

Días después de la tragedia en La Púcara
Varios habitantes del centro poblado La Púcara, en el distrito de Tacabamba, provincia de Chota, Cajamarca, suelen observar con pesar la peligrosa quebrada, que sigue evocando los recuerdos de aquel fatídico suceso. La tragedia dejó un saldo de 34 muertos y numerosos damnificados.
El equipo de la Unidad de Búsqueda y Rescate Canino del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) descendió más de cuatro kilómetros y medio de terreno escarpado en una quebrada casi vertical.
Los esfuerzos dieron resultado al evacuar a 35 familias que, aunque se salvaron de morir, lo perdieron todo. Mientras tanto, a los 189 damnificados se les proporcionaron alimentos, carpas, medicinas, colchones, herramientas y todo lo necesario para cubrir sus necesidades básicas.

Días después de la tragedia, las familias afectadas fueron reubicadas en una explanada de la comunidad La Púcara, donde se instalaron carpas de Defensa Civil y puestos provisionales de EsSalud.
El traslado se realizó para evitar una nueva tragedia. En este sentido, es importante citar un fragmento del informe del Gobierno Regional de Cajamarca, en el cual se señala el riesgo de continuar viviendo en ese lugar.
“El año 2009, el deslizamiento mostró señales de actividad, por lo que las autoridades nacionales como el INGEMMET y el Gobierno Regional de Cajamarca realizaron estudios del peligro y riesgo existente en la zona; indicando el muy alto riesgo de las poblaciones asentadas en las cercanías del deslizamiento, ya que indica que en cualquier momento se podría volver a activar. Por lo que se recomendó la reubicación de los poblados a zonas más estables como a la ciudad de La Púcara”, se lee.
Finalmente, la tragedia de 1999 en el centro poblado La Púcara dejó historias desgarradoras, como la de Idubina Barboza, de 48 años, quien brindó declaraciones a El Peruano. “Lo que vi fue una capa de lodo que lo cubría todo, y nada podía hacer”, dijo.
Ella perdió a cuatro sobrinos, quienes se encontraban cosechando camote en Santa Rosa cuando el aluvión ocurrió. El fuerte ruido y la densa nube de tierra que surgió repentinamente hicieron que Idubina se dirigiera rápidamente hacia el borde del cerro Colorado, frente a La Cortadera. Es preciso señalar que la causa del deslizamiento no fue un sismo de gran magnitud.
Fuente: Infobae