Puede ser el nuevo record mundial de peces filmados a más profundidad. Exactamente, la nueva marca quedaría establecida en 8.336 metros bajo el nivel del mar en la Fosa de Izu-Ogasawara, al sur de Japón y el protagonista seria un ejemplar juvenil de pez caracol (o pez baboso) de la especie Pseudoliparis belyaevi. Hasta ahora, la màxima profundidad a la que habían sido observados peces era de 8.178 metros, en la Fosa de las Marianas.
El nuevo registro todavía es provisional y su única referencia difundida son declaraciones a BBC News de Alan Jamieson, profesor de la Universidad de Australia Occidental (UWA), fundador del centro de investigación en profundides marinas MInderoo-UWA y director de esta exploración. Por el momento, no se ha publicado ningún estudio científico sobre este descubrimiento ni se han difundido datos oficiales ni desde la UWA ni desde la Universidad de Ciencias Marinas y Tecnología de Tokio (Japón), colaboradora de la expedición.
La filmación del pez que opta a una reseña en el libro Guinness de los Records se llevó a cabo con ayuda de un robot teleridigido desde el buque oceanográfico DSSV Pressure Drop.
Para facilitar la presencia de peces en la zona de estudio, los responsables de la expedición colocaron una estructura con cebos en el fondo marino. Tras varios intentos, los peces se acercaron a la estructura y devoraron los alimentos ante las cámaras del robot submarino. En una de las imágenes, según los autores, un pez joven que batiría el recod se encuentran varios metros por debajo del resto, que comen ante la cámara,
Los expertos conocen la existencia de unas 300 especies de los denominados peces caracol (del inglés snail fish) o pez baboso, que recibe estos apelativos por su superficie especialmente gelatinosa. En concreto, la especie Pseudoliparis belyaevi fue descrita en 1993 por los científicos . El grupo de los peces caracol se ha adaptado a la vida en las frías aguas del Ártico y la Antártida, y también a las condiciones de extrema presión que existen en las fosas más profundas del mundo.
Sus cuerpos gelatinosos les ayudan a sobrevivir en altas presiones. No contar con una vejiga natatoria, el órgano lleno de gas para controlar la flotabilidad que se encuentra en muchos otros peces, es una ventaja adicional. Además, estos peces se alimentan por succión y consumen pequeños crustáceos.