Especialistas dicen que el país atraviesa una crisis hídrica por la reducción o ausencia de precipitaciones. Aunque algunos señalan que, técnicamente, aún no estamos en “escasez de agua”, informes muestran que no nos encontramos alejados de ese problema.
La crisis hídrica es una problemática de escala mundial, por lo que el Perú no es la excepción. Desde la semana pasada, muchos medios de comunicación han enfatizado que el país está atravesando una “escasez de agua”. En Twitter y Facebook, algunos usuarios le atribuyen al cambio climático la causa de este fenómeno. En este artículo, Verificador de La República absolverá algunas preguntas sobre esta problemática.
En primer lugar, la escasez de agua, según información de las Naciones Unidas, es “un concepto relativo y puede darse bajo cualquier nivel de oferta o demanda de recursos hídricos”. Su medición se da mediante una “relación” de agua y población.
¿Hay escasez de agua en Perú?
En nuestro país, el uso del agua es regulada y gestionada por la Ley de Recursos Hídricos (Ley n° 29338). El territorio peruano cuenta con tres regiones hidrográficas, las cuales están integradas por áreas de tierra y agua: el Pacífico (la zona costera), el Titicaca (en el altiplano) y el Amazonas (cerca de la cuenca del río Amazonas).
Regiones hidrográfica en el Perú. Foto: captura en web / ANA.
El ingeniero Jhon Bautista, especialista de recursos hídricos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), explicó que las precipitaciones —que se producen en distintos tiempos y espacios— “alimentan” las lagunas, lagos y manantiales. “Existen formas de captar el agua para diferentes usos. Por ejemplo, puede que una entidad capte agua en el río y la derive para uso poblacional previo tratamiento (agua potable). También hay captación de agua para uso industrial, agrario, minero, etc.”
Para el experto, lo que sucede en el Perú es un déficit hídrico (una falta de agua en fuentes naturales para abastecer diferentes demandas y no solo la poblacional). “Lo que estamos viviendo actualmente en el país es déficit en las precipitaciones, lo que conlleva, claramente, a un déficit hídrico”, dijo.
En efecto, la ANA, adscrita al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), define este término mediante su página web como “la posibilidad de falta o escasez del agua para el consumo”.
En ese sentido, decir que el país pasa por una escasez de agua es un poco apresurado, según el especialista de la ANA. “La escasez de agua necesita una medición mucho más prolongada (…) Mide básicamente la oferta versus la demanda poblacional en un tiempo mucho más prolongado”.
Para José de Echave, investigador y especialista en la problemática minera y ambiental del Perú, el país pasa por una crisis hídrica que conlleva varias problemáticas. Sostuvo que, de acuerdo al informe del Banco Mundial (BM) sobre seguridad hídrica, el Perú “está entrando a una situación de estrés hídrico” (cuando la demanda del recurso es mayor a la oferta de la fuente natural). “Perú enfrenta estrés hídrico en la región de la costa”, señala el documento en la página 23.
Al consultar si el país ya atraviesa una escasez de agua, De Echave, quien fue exviceministro de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente (Minam), citó un apartado del reporte del BM en el que se advierte que “la alta demanda enfrenta bajos niveles de precipitación en la región hidrográfica del Pacífico”.
En esa parte se indica que, según el indicador de estrés hídrico de Falkenmark, la región de la costa peruana se halla “en el umbral de ser clasificada como de escasez de agua”. También, en la página 23 se lee: “En Lima, con una población de 10 millones de personas, la disponibilidad de agua cae a 90-100 m³ /persona/año, lo que se clasifica como ‘escasez absoluta de agua’”.
Por su parte, en una actualización de marzo de 2023, el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), organismo adscrito a la PCM, estimó que a 2030 “cerca del 58 % de la población peruana vivirá en zonas con escasez de agua, y más de 73.000 personas sufrirán de estrés hídrico”.
No obstante, el ingeniero forestal Gian Carlo Pezo, coordinador multisectorial del Despacho Viceministerial de Políticas Agrarias del Midagri, alegó que varias regiones del país enfrentan “una situación de escasez de agua” que puede ser vista desde distintos ángulos.
“La escasez física se refiere básicamente a la falta real de recursos hídricos. Esto se refleja, por ejemplo, en el retroceso de nuestros glaciares en los Andes, lo que está reduciendo la cantidad de agua disponible, en las cuencas que dependen de estos”, precisó.
Resaltó sus diferentes impactos en el sector de la agricultura, medio ambiente, etc. “Nuestro país es agrícola definitivamente. La agricultura depende en gran medida del agua. La escasez puede llevar a la reducción de la producción de alimentos, lo que puede aumentar los precios (…) Y, por lo tanto, afectar la economía local”, explicó.
¿El cambio climático es la causa de la crisis hídrica del país?
Bautista explicó que el cambio climático (elevación de las temperaturas) es un fenómeno global que influye en el déficit hídrico, así como el déficit de las precipitaciones y el fenómeno de El Niño. “El incremento de la temperatura en estos casos está llevando a diferentes aspectos. Por ejemplo, uno de ellos es la desglaciación”, indicó. Sostuvo que la pérdida de área glaciar, actualmente, contribuye con esta problemática, dado que el glaciar es “una fuente importante de abastecimiento de agua”.
En ese sentido, indicó que desde la ANA, la entidad que ejecuta el Plan Nacional de Recursos Hídricos, se recomienda “trabajar en el uso racional y eficiente del agua” y “optimizar el uso del agua para diferentes actividades”. Comentó que en el sur se implementaron y rehabilitaron pozos, como parte de las intervenciones ante el déficit hídrico.
Para De Echave, uno de los factores que produce el estrés hídrico es el cambio climático, un hecho que se puede reflejar en la desglaciación. Así también mencionó que otros componentes para que suceda esta crisis en el recurso son la alteración del ciclo hídrico y la sequía, que también se ven influenciados por el cambio climático.
“Estamos entrando a una situación de fenómenos meteorológicos extremos, cambios de ciclos que eran considerados naturales comienzan a afectarse (…) Eso está provocando que nuestra capacidad de almacenamiento del agua —como la natural— no esté funcionando como funcionaba antes. Los ciclos de lluvia están alterando todo un ciclo natural no solo en la zona andina, sino en la zona amazónica”, dijo el especialista.
De Echave también mencionó a la “baja capacidad de almacenamiento de agua” como otro elemento que influye en el estrés hídrico. Entre las medidas para enfrentarla, propuso proyectos de salinización.
El cofundador de la ONG CooperAcción aconsejó, además, estrategias para prevenir situaciones de desabastecimiento de agua, como por ejemplo:
1) Aumentar la capacidad de almacenamiento de agua,
2) Practicar una cultura de ahorro de agua y
3) Evitar el consumo asimétrico en el país.
A su turno, Pezo sostuvo que el cambio climático no es el único responsable de la escasez de agua, en cantidad y calidad. “El cambio climático tiene un papel muy importante en la alteración de los patrones de precipitación y el retroceso de los glaciares (…) Es una de las causas principales especialmente en nuestro país que alberga una gran parte de las relaciones tropicales en el mundo”, afirmó.
No obstante, alegó que hay otros factores que generan esta problemática, como por ejemplo la extracción excesiva de agua de las fuentes, la contaminación, la inadecuada gestión y política del recurso, crecimiento poblacional, etc. “El agua puede estar físicamente presente, pero la falta de inversión en infraestructura adecuada como tuberías, plantas de tratamiento, represas puede hacer que el agua no esté siempre disponible, donde y cuando se necesita”, apuntó.
El experto describió a la crisis hídrica como un “fenómeno complejo” que está más allá de solo la escasez de agua. “Es un problema multifacético, requiere, por lo tanto, soluciones integradas, colaborativas a nivel local, regional y nacional”, concluyó.
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