Los osos polares, los carnívoros terrestres más grandes del mundo, pasan más tiempo en tierra en busca de alimento a medida que el cambio climático derrite su principal terreno de caza: el hielo marino. Cada vez más, esto provoca que los osos entren en las comunidades árticas, donde a veces se encuentran cara a cara con los residentes. En febrero de 2019, una “invasión masiva” en el archipiélago ártico ruso de Novaya Zemlya atrapó a la gente en sus casas mientras varias docenas de osos deambulaban por la ciudad. En 2018, dos ataques distintos en la provincia canadiense de Nunavut se saldaron con la muerte de dos hombres; en 2021, un oso atacó e hirió a tres personas en la misma región antes de ser abatido.
Pero una tecnología existente modificada para detectar a los osos blancos y esponjosos podría ayudar a reducir esa amenaza: unidades de radar portátiles para avisar a las comunidades de que hay un oso en las inmediaciones. Polar Bears International (PBI), organización dedicada a la investigación y conservación de los osos polares y el hielo marino, ha estado a la vanguardia del desarrollo y ensayo de estos sistemas (que se denominan bear-dar y funcionan con inteligencia artificial, IA) durante los últimos años, y prevé una serie de escenarios en los que podrían ser útiles.
Por ejemplo, en algunas zonas de su área de distribución, los osos polares se ven obligados cada vez más a buscar comida en los vertederos. Geoff York, Director de Conservación de PBI, señala que en las comunidades septentrionales donde la seguridad del vertedero es un reto importante, un bear-dar [un juego de palabras con la palabra oso en inglés y radar] podría alertar a la gente de que hay un oso en el vertedero. “Así que, si vas a dejar la basura, o si vas a trabajar, como mínimo debes tener mucho cuidado”, dice.