La clamidia amenaza a los koalas salvajes en Australia, una especie declarada en peligro de extinción por el Gobierno Federal en febrero de 2022, debido a la pérdida de hábitat. Esta bacteria puede llegar a tener una incidencia del 50% de la población de este marsupial, y provoca, entre otros efectos, ceguera e infertilidad, lo que dificulta la estabilidad y la supervivencia de la población .Los antibióticos no son la solución, porque destruyen el microbioma intestinal del koala, del que depende el animal para digerir las hojas de eucalipto, explican desde la Universidad de Sunshine Coast (USC) de Queensland (Australia). Su mayor esperanza es la vacuna desarrollada por este centro, que se ha empezado a inocular en algunos animales, según ha confirmado Associated Press (AP). Las hojas de eucalipto forman parte esencial de la dieta de los letárgicos koalas, uno de los símbolos más internacionales de la fauna australiana.
El objetivo inicial de los científicos es atrapar, vacunar y monitorear alrededor de la mitad de la población de koalas en la región de Northern Rivers, en el estado de Nueva Gales del Sur. Con esta medida calculan que podrán proteger a la mitad de la población de koalas. El proceso se prolongará durante los próximos tres meses. Los investigadores aseguran que la vacuna, una monodosis, es segura y eficaz para estos animales. Además, explican que ya ha sido probada previamente vacunando a unos cientos de marsupiales, llevados a los centros de rescate de vida silvestre por otras afecciones. A diferencia de los antibióticos, la vacuna, en la que han trabajado desde hace más de una década, está destinada a proporcionar tres tipos de protección: niveles reducidos de infección que circulan en la población, progresión reducida a la enfermedad clínica e incluso reversión de la enfermedad existente en algunos casos. Para poder vacunar a los koalas, los científicos han desarrollado una estrategia con la que captarlos. Según informa AP, los investigadores usan binoculares para detectarlos en árboles de eucalipto. Luego, construyen recintos circulares alrededor de las bases de los árboles con puertas que conducen a jaulas. Calculan que, después de unas horas, aunque pueden llegar a ser días, los koalas eventualmente bajan de un árbol para buscar hojas sabrosas en otro y deambulan hacia las trampas “inofensivas”.
El futuro de los icónicos koalas parece sombrío. En febrero de 2022, el Gobierno Federal declaró a esta especie en peligro de extinción. Desde la universidad Sunshine Coast, en el estado de Queensland, estiman que pueden quedar menos de cien mil ejemplares en toda Australia, el único país donde vive este tipo de marsupial. Según USC, las poblaciones de koalas han sido devastadas por la pérdida de hábitat debido al desarrollo, los accidentes de tráfico, los ataques de animales domésticos y los mastodónticos incendios f orestales que ha sufrido Australia en los últimos años. Sin embargo, añaden que otra amenaza importante es la infección por clamidia. Las tasas de infección llegan al 70% en las poblaciones de Queensland y Nueva Gales del Sur y cree que podría ser el factor decisivo final en la supervivencia del animal endémico de Australia.