Las precipitaciones registradas el fin de semana en Catalunya solo han servido para propiciar un “ligero respiro” a la situación de sequía que sufre toda su regíón central y Girona y están lejos de haber proporcionado los caudales suficientes para salir de la situación de excepcionalidad.
Las reservas de los embalses han ganado casi 2 hectómetros cúbicos, por lo que entre el ritmo de desembalse y la reducción de necesidades se estima que esto aportaría reservas para una semana o semana y media, según de la Agencia Catalana de l’Aigua. “Necesitamos que llueva tres semanas seguidas de forma constante, permanente y no torrencial; al menos para recuperar una cierta normalidad”, señalan fuentes del ACA.
La gran virtud que han tenido las aportaciones generadas en este episodio de lluvias es que han permitido “romper la tendencia decreciente de las reservas” en los embalses del Ter y del Llobregat registradas desde hace tiempo de manera casi constante.
El viernes continuaba bajando el nivel de los embalses mientras que el sábado y domingo se inclinó la balanza. El lunes, en cambio, las precipitaciones se dieron en zonas alejadas de las cabeceras de los ríos (Maresme…).
La ganancia ha sido ligeramente mayor en el Ter que en el Llobregat. El embalse de La Baells, en el Llobregat, han aumentado en 0,19 hm3. En el Ter las reservas han aumentado en 1,5 hm3 desde el sábado. Se espera además que las escorrentías permitan ganar algunas aportaciones más.
Los ríos mostraron el fin de semana una imagen ya desconocida, El caudal en las cabeceras del Llobregat y Cardener alcanzaron puntas de 20 m3/s en Guardiola de Berguedà y de 5 m3/s en Guixers. En la cabecera del Ter, se registraron 12 m3/s en Ripoll