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Medio Ambiente

Los bosques de Catalunya muestran un color otoñal antes de tiempo

Los bosques en Catalunya deberían mostrar un color verde a final del verano; sin embargo, en buena parte de ellos predomina el color marrón, a pocos días de que llegue la estación del otoño. La sequía y las continuas olas de calor de las últimos meses han llevado a una situación de estrés hídrico a algunas especies. Robles y hayas, de hojas caducas, han visto perdidas sus hojas antes de tiempo (deberían caer en otoño). Y encinas y  robles, entre otras, han tenido que forzar nuevos brotes de hoja por la sequía. Los expertos alertan de si se reiteran los periodos de sequía tan intensos como estos, los árboles agotarán sus reservas de nutrientes y agua, y cada vez serán menos capaces de regenerar sus hojas, con lo cual correrían el peligro de morir anticipadamente

Según Mireia Banqué, técnica del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y coordinadora de la red de seguimiento de la salud de los bosques en Catalunya, la sequía y las olas de calor han hecho que este sea un verano  excepcional. “Nunca hemos tenido la sensación que produce ver los bosques repletos de árboles secos y que tanta alarma social ha generado este verano”, dice Banqué.

Las hojas de los árboles en el Parque Natural del Montseny están completamente secas

Las encinas y robles son las más afectadas por la falta de agua. Y el resultado es la desecación de sus hojas, si bien estas especies frondosas (planifolios), tienen la capacidad de reavivar con facilidad sus hojas con nuevos brotes.

Algunas especies, como la encina, de hoja perenne, no debería ponerse marrón ni siquiera en otoño; y sin embargo están tan secas que cobran este color. “La encina está especialmente estresada, hídricamente hablando, a causa de la sequía, que  seca las hojas para después dejarlas perder”, explica Banqué.

La encina, al igual que otras especies mediterráneas está acostumbrada a vivir episodios de sequía. No obstante, años como este, excepcionalmente duros climatológicamente, marcados por las pocas precipitaciones y las continuas olas de calor en el verano, ponen al límite sus recursos.

Bosque de Rialp (Lérida) con zonas marrones aun en verano

Mireia Banqué ha mostrado especial preocupación por algunas zonas de Catalunya. “Las encinas del Montsant las he visto completamente secas. También, me preocupa la comarca de El Bergadá, en el eje del río Llobregat; y algunos lugares de la comarca de Osona”, sugiere. En este sentido, la experta ha querido destacar la situación en La Garrotxa, especialmente vulnerable a las sequías. “En esta comarca, habitualmente llueve mucho; y si de repente, hay un periodo intenso de sequía, los árboles acostumbrados a la abundancia van a sufrir mucho más que los árboles situados en el sur de Catalunya que ya crecen con unas condiciones peores, puesto que su realidad siempre es de escasez de agua”, asegura.

Los pinos son la especie de árbol más abundante en los bosques catalanes, sin embargo, no están siendo tan afectados. “Los pinos tardan mucho más en mostrar síntomas de estrés hídrico; aguantan mejor la caída de la hoja; en cambio, si se secan, morirían directamente porque no tienen la capacidad de hacer brotar nuevas hojas”, admite Banqué. Esta estrategia que siguen los pinos hace que a corto y medio plazo, un episodio intenso de sequía como el que se ha dado este verano no les sea tan perjudicial.

Los expertos alertan de que la situación, hoy por hoy, es excepcional ya que nunca se había registrado una afectación de tal magnitud en los bosques de Catalunya a consecuencia de la sequía. “El 2020 fue un año exuberante en cuanto a lluvias, y ahora, solo dos años después, estamos fatal. La previsión es que cada vez haya más olas de calor y más sequía, por lo tanto, si estos periodos de altas temperaturas y pocas precipitaciones se empiezan a dar con más frecuencia, es probable que ver los árboles en situación de estrés hídrico se convierta en algo normal, pero todo va a depender de la lluvia el próximo año”, concluye Banqué

Árboles de Catalunya fuertemente afectados por la sequía de este verano

“Encimas y robles no se van a morir por la sequía, son muy abundantes y van a conseguir rebrotar. Aun así, forzar nuevos brotes cuando no les toca, como está pasando, les supone un sobreesfuerzo. Si esto empieza a ser habitual, terminarán por llegar a su límite agotando antes sus recursos almacenados, que tienen reservados para el otoño. Cada vez les costará más generar nuevos brotes de hojas”, expone Mireia Banqué.
​En este sentido, los robles y las hayas (que son de hoja caduca), si pierden la hoja antes de que acabe el verano, es probable que cuando llegue el otoño no muestren sus características hojas rojizas y marrones porque ya no las tienen. “Lo que ha ocurrido este verano con los árboles que pierden la hoja en otoño (caducifolios) es que no van a dejar caer las hojas por el cambio de estación, sino que ya las habían secado desde el verano por la sequía y las olas de calor”, justifica la investigadora.

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