Conoce la sacrificada labor de los guardianes de los bosques amazónicos de Madre de Dios que reciben amenazas de bandas que se dedican a la tala y minería ilegal. EFE
Existe una profesión que implica vivir en mitad de la selva para cuidar de la flora y fauna amazónica alejada de la civilización. Son los guardabosques, que llevan una rutina como cualquier otro trabajo en la que se combinan los conocimientos ancestrales con tecnologías de monitoreo de especies y que implica una dedicación exclusiva a la naturaleza.Vale la pena. Si no hubiera guardabosques, todo el área estaría llena de actividades ilegales y las nuevas generaciones ya no conocerían algunos animales”, afirmó el coordinador guardabosques de la ONG ambiental Junglekeepers, Yuri Caceres, al ser preguntado por lo sacrificado de su ocupación.Guardabosques o guardaparques de concesiones de bosque amazónico en el departamento peruano de Madre de Dios patrullan a diario sus territorios para monitorear el estado del ecosistema: registran rastros de animales para estudiar su comportamiento y amenazas, el estado de especies vegetales, y lo protegen de la entrada de actividades ilegales, como la minería o la tala.