Son muchos los alimentos genéticamente modificados (transgénicos) que se producen y consumen diariamente. Ejemplos de ello son el maíz, el arroz, la soja o las fresas. Uno de los primeros ejemplos de esta manipulación es el triticale, un cereal sintético que fue creado por el hombre mediante el cruce de trigo y centeno. El triticale es un cereal híbrido, resultado del enlace de dos especies distintas, el trigo (Triticum aestivum L.) y el centeno (Secale cereale L.).
Presenta resistencia y tolerancia a la acidez del suelo desfavorable, en particular con referencia a la toxicidad del aluminio, y son bastantes tolerantes al déficit hídrico pudiendo cultivarse en las zonas clasificadas como ecológicamente marginales para el cultivo de trigo. La producción de leche, huevos, aves de corral o cerdos depende de un producto energético, de preferencia en su propia unidad de producción agrícola. Para ello, productos como el triticale se vuelven importantes, ya que esto puede, a semejanza del maíz, servir como fuente importante de nutrientes en estos sistemas de explotación. Directamente relacionado con la controversia global sobre la producción y el consumo de plantas transgénicas, se encuentran ventajas y desventajas sobre su uso, teniendo poderosos estudios de refutación sobre cualquier opinión crítica.
Ventajas de la manipulación genética en las plantas Probabilidad de uso de genes que no podían ser obtenidos por hibridación. Posibilidad de introducción de un gen específico, sin necesidad de cruzamientos. Posibilidad de disminución del número de generaciones y el tiempo requerido para el desarrollo de un nuevo cultivo. El productor puede beneficiarse del uso de plantas transgénicas principalmente al disminuir el costo de producción y el uso de los agro-químicos. La resistencia a las plagas de insectos y enfermedades, lo que lleva a reducir las aplicaciones de herbicidas. Mejora la calidad de los alimentos. Mejora del rendimiento. La tolerancia a factores bióticos y abióticos, ayudando a estabilizar la producción anual. El uso de tierras marginales, ya que grandes extensiones de tierra en todo el mundo han sido marginadas debido a la excesiva salinidad y la alcalinidad.
La producción de vacunas, anticuerpos, proteínas y productos farmacéuticos derivados de plantas transgénicas, con mayor producción, mejor acceso y buen precio. Desventajas de la manipulación genética en las plantas Las técnicas de procesamiento genéticos sólo tienen la capacidad para introducir uno o pocos genes. Alteración en la expresión de otros genes de la planta. Capacidad limitada para la regeneración de la especie. Eleva el costo de las semillas. Aparición de alergias en personas susceptibles. Aumento de plagas y de microorganismos resistentes y/o agentes patógenos. Contaminación de variedades locales mantenidas por los agricultores. Contaminación de los productos naturales como la miel. Disminución de la diversidad en el cultivo. Aumento de la vulnerabilidad genética. Dependencia de los agricultores a las empresas productoras de semillas. Productividad e incertidumbre sobre los precios de los productos transgénicos. Potenciación de los efectos de sustancias tóxicas, ya que muchas plantas tienen sustancias tóxicas naturales para defenderse, y cuando están genéticamente manipulados, los niveles de estas toxinas pueden aumentar.