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Medio Ambiente

¿Qué podemos hacer para combatir el cambio climático?

Los inversionistas pueden buscar empresas que reducen o eliminan carbono de la atmósfera. Trabajar desde casa también funciona, así como instalar celdas solares en la azote.

Credit…Michael Grant para The New York Times

El cambio climático puede llegar a parecer un problema de tal magnitud que las acciones individuales no tendrían ningún impacto. Basta con ver las propuestas de amplio alcance que se difundieron en Europa la semana pasada y que buscan prohibir la venta de autos nuevos de gasolina y diésel en los próximos 14 años.

Pero, según los expertos, los individuos pueden tener un impacto tanto por cómo eligen gastar su dinero y cómo invierten su tiempo.

Mary Weathers Case, por ejemplo, decidió compensar el costo de un viaje en avión a través de Estados Unidos para su familia en el sitio web Gold Standard. Case, una psiquiatra que vive en South Salem, Nueva York con su esposo y dos hijos, dijo que durante la pandemia había estado leyendo y viendo más noticias sobre el cambio climático y se había sentido motivada a hacer su parte luego de ver las temperaturas abrasadoras que se registraron en el oeste de Estados Unidos.

Pero dice que lo que le sorprendió fue que, luego de haber pagado 3000 dólares en boletos de avión para Portland, Oregon, pudiera compensar ese carbón pagando 150 dólares.

“Me sorprendió que fuera tan barato”, dijo Case.

Comprar compensaciones de carbón para un viaje en avión es una manera de reducir nuestro impacto ambiental. Pero la gente puede usar su dinero en otras cosas, grandes y pequeñas, que reducen su contribución al cambio climático. Pensemos en cómo invertimos nuestro capital.

Algunas inversiones —a saber, aquellas que reducen o eliminan el carbono de la atmósfera— ofrecen maneras precisas de medir su impacto ambiental. En el caso de otras, como la conservación del agua, los datos no son tan claros porque no hay un parámetro acordado para su medición.

“La mejora en las mediciones está creciendo a pasos agigantados”, afirmó sir Ronald Cohen, uno de los primeros capitalistas de riesgo y autor del libro Impact: Reshaping Capitalism to Drive Real Change.

Pero Cohen también está abierto a un enfoque de “lo menos malo”. Las personas que tienen su dinero invertido en compañías de combustibles fósiles deberían considerar que Exxon Mobil causó 39.000 millones de dólares en daños medioambientales debido a su impacto de carbono, según estimados de Harvard Business School, mientras que BP provocó daños equivalentes a 14.000 millones de dólares. Es como decidir qué barra energética te conviene comer: las que tienen menos azúcar tienen un impacto menor en la salud.

“El mundo se dirige hacia ese camino”, comentó Ronald. “Puedes comprar los productos de la compañía con la que compartes valores”.

Los individuos también pueden tomar otras decisiones conscientes del medio ambiente, más allá de las compensaciones de carbono o la inversión en energía más limpia.

Cuando Leah Weinberg, dueña y directora creativa de Color Pop Events, una empresa que planea bodas, se mudó de Long Island City a Forest Hills en Queens, en Nueva York, encontró un proveedor que había eliminado las cajas de cartón. La compañía, Movers, Not Shakers, brinda las cajas de plástico con tapas abatibles que tiendas como la farmacia CVS emplean para entregar productos a sus sucursales.

Weinberg comentó que le había costado casi lo mismo que el presupuesto que les dio otra empresa de mudanzas pero que ella y su marido, Marc, se sentían mejor de no acabar con una ruma de cajas de cartón para reciclar.

“Creo que fue más fácil porque las cajas son de plástico duro así que están hechas para apilarse y no tienes que preocuparte de que se caigan las asas”, dijo.

Mark Ehrhardt, fundador de la empresa, dijo que habían decidido enfocarse en la conciencia ambiental como un modo de diferenciarse de sus competidorees. La empresa realiza unas 4000 mudanzas al año en los cinco distritos de Nueva York que, estimó, ahorran unas 160 toneladas de cartón. Sus camiones también funcionan con biodiesel.

Esta ética puede integrarse en el modo en que las personas gastan su dinero. Paul Greenberg, cuyo nuevo libro es The Climate Diet: 50 Simple Ways to Trim Your Carbon Diet, dijo que seguir trabajando desde casa al menos un par de días a la semana era una manera significativa de reducir las emisiones de carbono provocadas por el uso de autos. Pero ese tipo de decisiones no siempre son simples para todos.

Por ejemplo, comprar ropa. Una camisa de un material sintético, como el poliéster, que es un derivado de petroquímicos, es más intensiva de carbono que una camisa de algodón. Pero una camisa de algodón necesita cantidades enormes de agua para fabricarse, más de la que una persona bebe en un día, según detectó la investigación de Greenberg. ¿Su recomendación? Considera comprar ropa usada.

Algunas decisiones son más difíciles que otras. Los perros y gatos quizá sean compañeros queridos, pero son carnívoros y nocivos para el medioambiente. “Si pudieras elegir entre un perro carnívoro y un cuyo, opta por el cuyo”, dijo Greenberg.

Sin embargo, las verdaderas bestias son las casas independientes. Para reducir su huella de carbono, la gente puede buscar proveedores de electricidad que obtengan su energía de fuentes solares y eólicas. Una vez que la electricidad que llega a la casa es energía limpia, dijo Greenberg, la gente puede cambiar los aparatos eléctricos. Él sustituyó su estufa de gas por una de inducción eléctrica.

Credit…Tamir Kalifa para The New York Times

La popularidad de los paneles solares ha crecido a medida que sus costos han bajado y su eficiencia ha aumentado. Milton Ross, propietario de una casa “brownstone” en el barrio de Park Slope de Brooklyn desde 1979, ya no tiene que pagar electricidad gracias a los paneles que instaló en su techo.

“Mi sistema de 2015 costó unos 30.000 dólares”, dijo Ross. “Mis vecinos no lo hacen por el elevado costo. Utilicé mi línea de crédito hipotecario y pude declarar los intereses como deducción fiscal. Para mí resultaba lógico. Además, todo está liquidado y ya no tengo una cuenta de luz”.

También ha sustituido dos calentadores de agua de gas por un calentador de agua eléctrico con bomba de calor, cuya compra e instalación le costó varios miles de dólares. “Estas cosas se pagan solas con el tiempo”, afirma.

Brooklyn Solar Works, que instaló el sistema de Ross, dijo que había colocado más de 1000 sets de paneles solares en la ciudad de Nueva York. En promedio, los incentivos federales, estatales y municipales cubren alrededor del 60 por ciento del costo, que oscila entre 28.000 y 40.000 dólares. En la mayoría de los hogares, el importe restante se amortiza con el ahorro de electricidad al cabo de unos ocho años, dijo T. R. Ludwig, fundador de la empresa.

Dijo que la mayoría de los sistemas de su empresa compensan unos 4536 kilogramos de carbono al año y producen unos 7000 kilovatios-hora de electricidad, aproximadamente una cuarta parte de lo que una familia de cuatro personas consumiría en un año.

“El factor limitante es que los bienes raíces están muy restringidos aquí”, dijo. Una casa suburbana dispone de más espacio en el techo o un patio para instalar un panel solar.

Case dijo que su experiencia comprando compensaciones de carbono para un viaje en avión la había llevado a investigar cómo reducir las emisiones de carbono de su hogar. Consultó el sitio web de una empresa llamada Wren, que presenta una serie de preguntas (qué tan grande es su casa, cuántos automóviles tiene, con qué frecuencia realiza pedidos en línea) para determinar la cantidad de carbono que emite su hogar.

“En este momento, no lucimos tan bien”, dijo Case. “Tenemos dos coches. Vivimos en una casa. En la pandemia adquirí el hábito de ordenar todo a través de Amazon”.

Aún así, incluso con una calificación de emisiones de carbono por encima del promedio, dijo, la compensación cuesta solo 35 dólares al mes.

Greenberg comentó que hay unas cosas que importan más que otras. Usar popotes de papel y bombillas LED no es una manera enorme de reducir tu huella de carbono. Pero lo que sí ayuda es evitar el uso de agua embotellada, ya que se necesitan 17 millones de barriles de petróleo para producir todas las botellas de agua que se consumen al año.

“Siempre es bueno hacer algo en vez de nada”, dijo. “El problema es que a veces solo estamos tranquilizando nuestra consciencia cuando compramos algunas bombillas LED. En nuestras casas, la verdadera bestia está más allá de las bombillas”.

Case dijo que ella se sentirá mejor cuando se mude junto con su familia a Brooklyn este verano y se deshaga de uno de sus autos y comience a caminar más en su vecindario. También está comprometida a hacer sus compras de manera local y no pedirlas en línea.

“Mucha gente me dice que no importa, que ya es muy tarde”, dijo. “Eso podría ser cierto. Pero también creo que hacer lo correcto tiene cierto valor”.

Paul Sullivan es el columnista de Wealth Matters. También ha escrito los libros The Thin Green Line: The Money Secrets of the Super Wealthy y Clutch: Why Some People Excel Under Pressure and Others Don’t. @sullivanpaul

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