Un buque mercante con miles de toneladas de fertilizante se hundió el pasado viernes en el mar Rojo. Ocurrió ese día como consecuencia del ataque llevado a cabo por los rebeldes chiíes hutíes dos semanas antes. No es un episodio más de la batalla naval de la guerra de Gaza. Se anuncia que el hundimiento de esta embarcación podría causar una catástrofe medioambiental.
El buque atacado y hundido es el Rubymar, una embarcación británica, pero de bandera de Belice. Según las autoridades de Yemen, la dirección del barco era de nacionalidad siria. La tripulación la formaban 24 personas, once sirios, seis egipcios, tres indios y cuatro filipinos. Todos ellos fueron evacuados a Yibuti.
El Rubymar se hundió en el mar Rojo el 1 de marzo, el pasado viernes, tras ser atacado por los rebeldes chiíes hutíes el pasado 18 de febrero. El mercante fue alcanzado por misiles mientras navegaba por el estrecho de Bab el-Mandeb. Tras el ataque, las condiciones meteorológicas en el mar y los fuertes vientos hicieron el resto. Lo han confirmado el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), el Centro de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido (UKMTO) y el Gobierno yemení.
El buque cargaba 21.000 toneladas de un fertilizante químico, el sulfato de amonio. Los rebeldes chiíes han atacado una cincuentena de embarcaciones desde el pasado noviembre, pero el Rubymar es la primera en hundirse.
El buque cargaba 21.000 toneladas de un fertilizante químico, el sulfato de amonio. Los rebeldes chiíes han atacado una cincuentena de embarcaciones desde el pasado noviembre, pero el Rubymar es la primera en hundirse.
“Es una catástrofe medioambiental sin precedentes para Yemen y la región. Es una nueva tragedia para nuestro país y para nuestro pueblo”, ha dicho en redes sociales el primer ministro y ministro de Exteriores yemení, Ahmed bin Mubarak.
Según Ali Al-Sawalmih, director de la Estación de Ciencias Marinas de la Universidad de Jordania, la sobrecarga de nutrientes puede estimular el crecimiento excesivo de algas, consumiendo tanto oxígeno que la vida marina normal no puede sobrevivir. Es lo que llaman eutrofización.
Es una cuenca de agua casi aislada (el canal de Suez, al norte, le hace daño) con una temperatura y salinidad superior a la del océano Índico. El mar Rojo debe su nombre a un alga flotante llamada Trichodesmium erythraeum, que durante las floraciones cubre grandes zonas de la superficie. Al morir dejan restos de color rojizo. Su separación del Índico favorece la formación de diversidad de corales y muchas especies de peces, moluscos y otros invertebrados que sólo habitan en el mar Rojo, es decir, que son endémicas.