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Medio Ambiente

¿Se deben prohibir las toallitas húmedas? Reino Unido planea hacerlo con las que tengan plástico

a proliferación en el uso y mala gestión de los residuos de las toallitas húmedas se ha convertido en uno de los problemas de contaminación ambiental más importantes en algunos países (España, sin ir más lejos). Preocupa en especial el impacto de los restos de estos productos de higiene personal y limpieza en los sistemas de saneamiento (cloacas, colectores de aguas residuales, depuradoras) y en los cauces de ríos, embalses y el mar en general. La Unión Europea, y la trasposición de sus normativas a España, intenta poner en marcha las primeras regulaciones para hacer frente a este problema pero la solución sigue estando muy lejos de hacerse realidad, como lo demuestran las constantes informaciones sobre acumulación de estos desechos. Reino Unido estudia desde hace dos años una primera normativa reguladora al respecto y, si las expectativas se confirman, en Inglaterra (en concreto) se podría aplicar una primera ley que prohibiría la comercialización y uso de toallitas que contengan plásticos.  Esta regulación se enmarca en un plan más amplio para mejorar la calidad del agua en Inglaterra, donde ningún río o vía fluvial se considera limpio.

Toallitas higiénicas estropeando una red de pesca en el Puerto de Pescadores de la Barceloneta

El objetivo no es fácil y la propuesta es relativamente ambiciosa (el mercado de las toallitas húmedas es inmenso también en Reino Unido) pero, ante el primer borrador de normativa, los grupos ecologistas, que hace dos años ya presentaron una propuesta sobre el tema, consideran que es imprescindible superar todas las resistencias para proteger el medio ambiente.

La primera de las objeciones ecologistas es que, por lo que se conoce hasta ahora, la prohibición solo afectaría a las toallitas que contengan plásticos, sin especificar si ciertos polímeros o telas sin tejer sintéticas, entran o no esta categoría. Los ejemplos del problema de los residuos de toallitas húmedas como contaminante en España son numerosas y constantes. Uno de los más recientes es la acción de recogida de basuraleza (basura en la naturaleza) del proyecto Libera, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes. En la sexta edición de su campaña de ciencia ciudadana ‘1m2 por los ríos, lagos y embalses’, coincidiendo con el Día Internacional de los Ríos (14 de marzo), entre el 11 y el 19 de marzo más de 5.000 personas participaron en la recogida y caracterización de basuraleza en los entornos fluviales. Gracias a esta acción, ha sido posible recoger datos sobre el volumen, la cantidad y la tipología de 30 toneladas de residuos abandonados. Las recogidas tuvieron lugar en un total de 350 puntos en todo el país y se han logrado caracterizar y recoger más de 77.000 residuos para tener más información y generar conocimiento para encontrar soluciones a este problema ambiental. Entre la basuraleza más encontrada y caracterizada en los entornos fluviales destacan, en primer lugar, las toallitas, llegando a recoger hasta 17.000, seguido de las colillas, las bolsas de plástico, envoltorios y palos de chucherías, y las latas de bebida. Las toallitas húmedas tiradas por los inodoros causan el 93% de los bloqueos de alcantarillado, incluidos los llamados fatbergs, y su limpieza cuesta alrededor de un equivalente a  110 millones de euros al año, según Water UK, que representa a la industria del agua. Alrededor del 90% de las toallitas contenían plástico en 2021, aunque ahora hay algunas alternativas disponibles para comprar. Los plásticos no se descomponen y, con el tiempo, las toallitas se enganchan y se pegan, lo que hace que las aguas residuales dejen de moverse por las tuberías.

“Nuestra propuesta es prohibir el plástico en las toallitas húmedas”, ha indicado Therese Coffey, ministra de Medio Ambiente en declaraciones a BBC News, detallando a continuación que todavía se debe completar una consulta pública para hacer posible la prohibición concreta en Inglaterra. En el Reino Unido y otros países de habla inglesa se les denomina fatberg y en castellano se ha extendido la calificación más llamativa de monstruo de las alcantarillas. Se trata, en ambos casos, de masas de residuos que se acumulan en los sistemas de desagüe, cloacas, conducciones y plantas depuradoras formadas por acumulación de diversos tipos de residuos, entre los que destacan en los últimos años las toallitas, en sus múltiples presentaciones y utilidades. Algunos ciudadanos siguen sin entender que estos elementos de supuesta higien personal y limpieza no deben ser vertidos al inodoro (WC o cualquier otro conducto que lleve a los sistemas de gestión de aguas).  Inglaterra analizó por primera vez en 2018 la regulación de productos plásticos como las toallitas húmedas. En una consulta gubernamental de 2021 sobre la prohibición de las toallitas húmedas, el 96 % de las personas dijeron que apoyaban la idea.  En Gales aún no se ha implementado una propuesta de prohibición del plástico en las toallitas húmedas. El gobierno escocés consultó sobre una prohibición, pero no ha tomado más medidas.

En una medida parcial que algunos sectores consideran de simple estrategia comercial, algunas empresas productoras anuncian ahora que han paralizado la fabricación de toallitas húmedas con plásticos (pero siguen comercializando el resto de modelos).

La prohibición de las toallitas húmedas es parte de una estrategia más amplia, llamada Plan para el Agua, que el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) quiere mejorar la calidad del agua de Inglaterra. Incluye una posible prohibición de algunos tipos de los llamados productos químicos para siempre o PFAS, que abordan la contaminación de la agricultura y la escorrentía del tráfico rodado. Pero la organización benéfica ambiental River Action UK dijo que el gobierno había estado “dormido al volante” durante muchos años y había permitido que los ríos “se llenaran con efluentes humanos no tratados y contaminación agrícola tóxica”Los partidos políticos de oposición criticaron los planes del gobierno, calificándolos de demasiado poco y demasiado tarde.

“Este anuncio no es más que una propuesta de buenas intenciones y replanteamiento de viejas medidas fallidas que no solucionarán el problema real de la contaminación de las aguas”, ha indicado Jim McMahon, responsable de medio ambiente del partido Laborista, en declaraciones difundidas por la BBC.

El portavoz de Medio Ambiente Liberal Demócrata, Tim Farron, calificó el anuncio como una “farsa completa”. “Una vez más, el gobierno conservador está tomando al público por tonto al volver a anunciar una política de toallitas húmedas de hace cinco años. El gobierno es pura palabrería y nada de acción”, cfriticó con dureza Tim Farron.

El Partido Verde dijo que los planes del gobierno “dejan la industria del agua en manos privadas capaces de beneficiarse del fracaso”. “El Partido Verde quiere ver un cambio en el sistema, que nuestro suministro de agua vuelva a ser de propiedad pública lo antes posible”, dijo el colíder del Partido Verde, Adrian Ramsay.

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