Un informe devastador sobre las condiciones de la vida en la Tierra. Es lo que ha elaborado el grupo de expertos intergubernamental sobre la evolución del clima de la ONU cuyo contenido ha sido revelado hoy por la agencia France Presse. El cataclismo de la humanidad, si atendemos a sus conclusiones, estaría más cerca de lo que pensamos.
Un escenario apocalíptico apoyado en datos científicos del que difícilmente vamos a salvarnos. Es lo que se plantea en un informe devastador de la ONU que este miércoles ha revelado la agencia France Presse. En el informe los expertos en clima de la ONU constatan una evidencia fundamental: los desajustes provocados por el cambio climático se van a acelerar y van a ser palpables mucho antes de 2050. A partir de ahí, el informe describe un panorama gris que tiene varias consecuencias en la falta de agua, la desnutrición y el éxodo poblacional. Todo ello hará que la vida en la Tierra sufra modificaciones nunca antes conocidas y prácticamente insoportables para el ser humano.
En 4.000 páginas de innegable tono apocalíptico, cientos de científicos del organismo parten de una misma conclusión: esa aceleración de impactos devastadores por el cambio climático va a producirse sea cual sea el ritmo de reducción de gases de efecto invernadero. Incluso limitando a 2 grados el aumento de la temperaturas globales, 80 millones de personas más pasarán hambre de aquí a 2050 y 130 millones podrían caer en la pobreza extrema en un plazo de tan sólo una década. Cada décima de incremento de temperatura se transformará antes de lo que pensamos, en millones de personas amenazadas por inundaciones, canícula o falta de agua. El informe señala además ciertas regiones concretas del globo que podrían sufrir varias catástrofes meteorológicas simultáneas como el este de Brasil, el centro de China o varios puntos del sudeste asiático. Y sobre todo, alerta de lo que pueden llegar a sufrir las poblaciones costeras con el aumento del nivel de agua.
El devastador informe se publicará en febrero de 2022 oficialmente cuando sea aprobado por consenso en la ONU pero ya hay voces que critican que esto también llegue tarde y no tenga influencia sobre las cruciales cumbres sobre el clima y la biodiversidad que se celebrarán a finales de este año.