Para hacerle frente a esta realidad, desde Oceana impulsamos la Ley de Plásticos (Ley N° 30884), la cual entró en vigencia el 20 de diciembre de 2018. Gracias a ella se estableció un marco regulatorio sobre el plástico de un solo uso, otros plásticos no reutilizables y los recipientes o envases descartables de poliestireno expandido (conocidos como tecnopor).
Si bien es cierto, esta norma tuvo efectos positivos durante los primeros años: en 2019, por ejemplo, ayudó a reducir en un 30% el consumo de bolsas plásticas en el país; sin embargo, a medida que avanzó el tiempo, la falta de reglamentos técnicos y la poca fiscalización hicieron que la ley se quede en el papel. Es por ello que hasta hoy podemos encontrar una enorme cantidad de establecimientos que comercializan plásticos desechables o, en el peor de los casos, venden ilegalmente envases de tecnopor a pesar de que su uso para alimentos y bebidas está prohibido desde diciembre de 2021. Actualmente, la implementación de la Ley de Plásticos se encuentra a medio camino. Para que esta se aplique en toda su extensión y así prohíba, por ejemplo, el uso de sorbetes, salvo que sean utilizados en hospitales por adultos mayores o personas con discapacidad, o el uso de platos, vasos y otros utensilios a menos que sean biodegradables o reciclables, es necesario que se elaboren los reglamentos técnicos pendientes.
¿Qué es un reglamento técnico? Es un documento en el que se establecen las características de un producto, sus procesos y métodos de producción. La elaboración de estos reglamentos está a cargo del Ministerio de la Producción y, a la fecha, solo se ha aprobado uno: el que establece los requisitos con los que deben cumplir las bolsas de plásticos biodegradables para que su degradación no genere contaminación por microplásticos. Más allá de ello, no ha habido nuevos avances.
Como mencionamos líneas arriba, gracias a la Ley de Plásticos, desde el 20 de diciembre de 2021 entró en vigencia la prohibición de la comercialización, distribución y entrega de envases descartables de tecnopor. Sin embargo, está a vista de todos que esta medida no se cumple. Es debido a la ausencia de fiscalización por parte del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) que el tecnopor sigue atiborrando el mercado. ¿Cómo? Estas son las tres modalidades:
Productos extranjeros que entran como contrabando por las fronteras de Ecuador. Se calcula que son alrededor de 80 millones de envases al mes. El reingreso de productos peruanos que salen como exportación y vuelven a ingresar como contrabando. La fabricación local ilegal de envases de tecnopor.La Ley de Plásticos implementada en Perú tiene la oportunidad de convertirse en una de las más completas de Latinoamérica, pero falta decisión y fiscalización para que esto se convierta en realidad. La implementación de políticas que fomenten la reducción del uso de plásticos desechables es tarea del Gobierno. Sin embargo, existen acciones que podemos llevar a cabo para complementar dicha tarea.
Reduce tu consumo de plásticos desechables, y, en cambio, utiliza opciones más ecoamigables. Reusa el plástico que ya tienes. Por ejemplo, extiende la vida útil de las bolsas lo más que puedas. Recicla el plástico que no puedas reusar. Si no puedes hacerlo por tu cuenta, asegúrate de separarlo para que a los recicladores se les haga más fácil recolectarlos, o, si en tu distrito hay contenedores que tienen este fin, disponlos allí. El activismo digital también es una opción cuando se trata de exigir que nuestras autoridades cumplan con sus obligaciones. Las denuncias que pueden llegar a ser virales en redes sociales son parte fundamental de la fiscalización ciudadana. También puedes sumar tu firma a diferentes causas. Por ejemplo, en el siguiente enlace puedes firmar una petición de Change.org para pedir la adecuada implementación de la Ley de Plásticos.
