Cerca de las costas de Portugal un barco de arrastre ha sacado del mar un criatura pelágica que no se ve todos los días.
El tiburón anguila o tiburón de gorgera (Chlamydoselachus anguineus), de aproximadamente metro y medio con 300 dientes, fue extraído por un arrastrero mientras nadaba a más de 600 metros de profundidad.
Los investigadores que hablaron con el medio portugués SIC Notícias TV dijeron que estaban realizando un proyecto de la Unión Europea para minimizar las capturas incidentales que se producen en la pesca comercial cuando atraparon a uno de los peces más raros del mundo.
Los tiburones anguila suelen llamarse «fósiles vivientes» porque en los 80 millones de años que llevan viviendo en la Tierra, los peces han cambiado muy poco. Los tiburones anguila, primos lejanos de otros tiburones como los blancos o los martillo, llevan nadando en las profundidades del océano desde la era de los dinosaurios.
Los 300 dientes del tiburón pueden parecer amenazantes, pero son la perdición de los peces y calamares de los que se alimentan. Los tiburones anguila, como los tiburones modernos, tienen una mandíbula articulada para poder atrapar grandes presas en sus dientes con forma de aguja.
En un comunicado del Instituto portugués del Mar y la Atmósfera, los investigadores a bordo del barco describieron al tiburón: «tiene un cuerpo largo y delgado y una cabeza que recuerda a la de una serpiente».
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También señalaron que no se sabe mucho sobre esta especie a la que raramente vemos. La han descubierto en el Atlántico y en las aguas frente a las costas de Japón y Australia. Como el tiburón habita a gran profundidad, los científicos no están seguros de cuántos ejemplares componen parte su población.
En 2007 se produjo un avistamiento incluso más extraño de un tiburón anguila: unos pescadores vieron al animal vivo en Australia. Los científicos creían que nadaba en la superficie porque estaba enfermo o herido, y el pez murió poco después de ser trasladado a un parque marino.
Aunque la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasifica a los tiburones anguila como una «preocupación menor», señalan que el aumento de la pesca comercial en aguas profundas podría aumentar las probabilidades de que los tiburones anguila sean víctimas de la captura incidental.