En Lima, un pasajero del Metropolitano puede pasar más de una hora empujado como sardina en un bus colapsado, mientras las autoridades repiten como mantra: “Estamos en obras”. Mientras tanto, en Medellín, una ciudad que tenía menos recursos y más violencia, hoy la gente viaja en metro limpio, teleféricos con vista a las montañas y tranvías que parecen sacados de Europa. ¿La diferencia? Allá hubo visión, planificación y coraje político. Acá, solo improvisación, corrupción y torpes intentos de copiar modelos a medias.
Este artículo no es solo una comparación. Es una denuncia contra la incompetencia limeña y una hoja de ruta basada en lo que ya funcionó.
1. Medellín: La ciudad que transformó su caos en modelo
a) El metro: Un proyecto que Lima mató 3 veces
- Medellín inauguró su metro en 1995 (el único de Colombia). Hoy mueve 1.5 millones de pasajeros al día.
- Dato clave: Se planificó desde los 80, sin cambiar de rumbo pese a crisis económicas.
- En Lima: El primer proyecto de metro subterráneo data de 1974 (¡hace 50 años!). Se archivó, se reactivó y se entregó a consorcios sin coordinación (ej: Línea 1 aérea, sin integración real).
b) Metrocable: Teleféricos que salvan vidas
- No son “turísticos”: Conectan barrios pobres en laderas (como Santo Domingo) al centro en 15 minutos. Antes, esos trayectos tomaban 2 horas en bus.
- Impacto social: Redujeron la violencia (más acceso a empleo) y no costaron un sol a los usuarios (subvencionado).
- En Lima: Proyectos para teleféricos en Villa María del Triunfo o Comas llevan 10 años en papeles. Mientras, miles pierden horas en combis peligrosas.
c) Tranvía de Ayacucho: Lo que Lima podría tener (y no quiere)
- Costó USD 240 millones (menos que un tramo del Metropolitano).
- Electrico, silencioso y con prioridad peatonal. En Lima, ni siquiera hay semáforos inteligentes para buses.
d) Rutas integradas: El “Metroplús” vs. el “Metropolitano” colapsado
- Medellín tiene corredores exclusivos para buses articulados, pero conectados al metro y cables.
- En Lima: El Metropolitano no tiene alternativa. Si falla, la ciudad colapsa.
2. Lima: El reino de la improvisación (y los discursos vacíos)
**a) Autoridades que no saben (o no quieren) aprender
- Ejemplo 1: En 2023, el alcalde López Aliaga prometió “teleféricos para Lima”. Hoy ni hay estudios técnicos.
- Ejemplo 2: El “metro subterráneo” de la Línea 2 avanza a paso de tortuga (12 años de retraso).
b) Dinero malgastado
- Cifras escandalosas: El sobrecosto de la Línea 2 del metro supera los USD 2,000 millones (¡podrían haberse construido 8 tranvías como el de Medellín!).
- Corrupción: Casos como Lava Jato desviaron fondos clave.
c) Falta de integración (el pecado capital)
- Medellín tiene una tarjeta única para metro, buses y cables.
- En Lima: Metropolitano, corredores y tren eléctrico usan distintos sistemas. El pasajero paga tres veces.
3. ¿Qué hacer? Las 5 lecciones que Lima ignora
- Planificar a 30 años (no a 4, como las alcaldías).
- Invertir en inclusión: Teleféricos para cerros, no solo buses para Miraflores.
- Multimodalidad real: Metro subterráneo + cables + buses eléctricos.
- Transparencia: Auditorías internacionales a proyectos (como las de Medellín).
- Cultura ciudadana: Multar el colarse, pero también dar alternativas dignas.
Mientras en Medellín un niño de un barrio pobre llega a su escuela en teleférico con wifi gratis, en Lima un universitario de San Juan de Lurigancho pierde 4 horas diarias en un viaje infernal. La diferencia no es el dinero. Es la vergüenza, la inteligencia y la voluntad política.
Lima podría ser distinta. Pero primero, sus autoridades deben dejar de mentir, copiar mal y robar. El modelo está ahí. Solo falta que alguien lo lea.