Mudo Social – Noticias del Perú
Opinión

Edgar Linares Huaco: La gran coalición antidemocrática

En un articulo anterior, hablábamos de un infame pacto fujicerronista al que se han sumado los otros grupos de ultraderecha , los castillitas del bloque magisterial, APP – el partido de los “mocha sueldos” y “plata como cancha”-, Acción Popular -el grupo mafioso de “los niños”-, y otros grupos menores, quedando solo al margen, conducta que los honra, una minoría donde destacan los integrantes de Nuevo Perú, los congresistas del centro, y algunos otros que han marcado distancia con sus propias bancadas y han expresado su voto discrepante.

Aunque lo nieguen cínicamente y hasta finjan para las tribunas “posiciones discrepantes”, no hay duda que este contubernio existe. A él se debe que se haya constituido un Tribunal Constitucional enteramente copado y manejado por el fujimorismo, que en reciprocidad se haya elegido a un impresentable militante cerronista como defensor del pueblo, que se haya asaltado y copado la SUNEDU para la contrarreforma del sistema universitario, que para contentar al castillismo se haya aprobado recientemente el nombramiento sin concurso de los docentes contratados atentando contra la calidad de educación de nuestros hijos, que se haya acordado reducir el tiempo de la colaboración eficaz para boicotear la lucha contra la corrupción y salvar a corruptos actualmente procesados y que pertenecen a esos partidos, y que se haya acordado también la autoritaria destitución de la fiscal Zoraida Ávalos para entregarle en bandeja el control total del ministerio público a Patricia Benavides, como en los tiempos de Nélida Colán del fujimorismo.

El destacado politólogo Alberto Vergara dice en reciente entrevista que “quien gobierna tanto a nivel del ejecutivo como el legislativo, es una coalición difusa de la mayoría del congreso – ultraderecha, derecha y ultraizquierda, más propiamente dicho pseudoizquierda-, el ejecutivo, la cúpula de las fuerzas armadas, y la mayoría de los grandes empresarios y grandes medios de comunicación”.
Esta coalición tiene evidentemente una entraña autoritaria y antidemocrática. Vergara dice que su sesgo autoritario es aún más peligroso que el autoritarismo fujimorista de los 90s. “Fujimori tenía siquiera el respaldo de las ánforas, éstos no lo tienen ni lo tendrán, pero harán a la mala todo lo posible para mantenerse en el poder el mayor tiempo posible”. Tomarán el control de la junta nacional de justicia para manejar el ministerio público y el poder judicial, tomarán el control del Jurado Nacional de Elecciones, para ganar a las buenas o a las malas, buscando destruir alternativas opositoras con el cuento de luchar contras los “caviares”, de lo cual, tanto ultraderechistas como pseudoizquierdistas tienen el mismo libreto, vetando candidatos o haciendo fraude. Emplearán todas las armas a su alcance, pero para ello necesitan controlarlo todo; para ellos, estúpidamente, ésta es una lucha de vida o muerte ,para ellos el país solo progresará si se elimina totalmente a los “rojetes” y a los “caviares”.

Estamos rápidamente transitando a un régimen que ya no puede ser considerado como una democracia. El control de las instituciones del estado, anulando los mecanismos de mutuo control de los poderes, corresponden a un régimen totalitario. La represión criminal de la protesta, donde lo que rige es “poner orden”, “meter bala” y eliminar el pluralismo político, corresponden a un régimen que ya tiene poco de democracia. En verdad vivimos actualmente una peligrosa dictadura parlamentaria con un congreso de poderes omnímodos y un ejecutivo títere.

Los objetivos de esta coalición gobernante no es resolver los problemas de la gente, o al menos poner en marcha algunas reformas que se requieren con urgencia. Se sienten despreciados por la gente, pero eso a ellos poco les importa. Su objetivo es quedarse el mayor tiempo en el gobierno para allanar el camino para las próximas elecciones, protegerse los unos a los otros, boicotear la lucha contra la corrupción, evitar la cárcel, y mantener y conseguir más gollerías.
Es en suma una coalición conservadora (de defensa del Statu Quo neoliberal), peligrosamente antidemocrática, autoritaria y también corrupta, parecido a lo que sucede en Guatemala, donde también se ha formado lo que los guatemaltecos le llaman el “pacto corrupto”, y que recientemente,este domingo, vetando candidatos y con escandaloso fraude, han ganado las elecciones.

La suerte sin embargo no está echada. Una amplia alianza democrática de la verdadera izquierda y el centro democrático, y sectores y personalidades patriotas y progresistas, pueden ser la gran arma para frenar esta arremetida reaccionaria y plantear una alternativa programática verdaderamente democrática, patriótica y popular, que garantice justicia social, la regeneración moral y el desarrollo integral del país. Ese es el reto.

Related posts

Pier Paolo Marzo R: ¿Qué nos corresponde ante la denuncia al Presidente de la República ?

Maco

Laura Arroyo Gárate: El fin de lo políticamente correcto y la victoria del vale todo

Maco

Verónica Mendoza: Hacia un nuevo pacto para sanar las heridas abiertas

Maco

Leave a Comment