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Opinión

Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara: El prejuicio sobre la cultura del rock

1971 General Velasco censura y prohíbe el concierto de Carlos Santana

La culminación de este proceso tuvo lugar en 1971 con la censura y prohibición del concierto que iba a realizar en el estadio de San Marcos el grupo de Carlos Santana.En pleno auge del movimiento hippie, Carlos Santana llegó a una Lima gobernada por la dictadura del General Juan Velasco Alvarado. Era 1971 y los peruanos deseaban escuchar al cantante que sorprendió en Woodstock, a una nueva generación de jóvenes.

En octubre del 1968 Juan Velasco Alvarado había asumido la dirección del Perú a través de un Golpe de Estado, que irrumpió la débil democracia que se sostenía en el sistema oligárquico de la época. La Junta Militar se definió así mismo como La Junta Revolucionaria de las Fuerzas Armadas; empezó a limitar toda actividad pública y el Perú fue declarado en Estado de Emergencia suspendiendo los derechos civiles. Entre las primeras medidas fue la suspensión del ejercicio de los derechos de libre expresión y con respecto al rock, fue la prohibición de matinales juveniles en que los jóvenes compartían música, bailes e ideas.

La suspensión de los derechos de expresión, y la prohibición del ejercicio del arte y cultura fueron sostenida igualmente por la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos bajo la dirección de la izquierda; admitiendo que el rock era una música alienante, propia del imperialismo yanqui. La falta de comprensión sobre la cultura, la música y arte era evidente desde una visión unilateral conservadora y del arte oligárquico de la época.

El prejuicio sobre la cultura del rock, la visión oligárquica sobre la misma y la xenofobia entre los estudiantes universitarios de tendencia izquierdista fue evidente contra lo extranjero o que viniera de afuera. La izquierda solía decir que la Junta Militar estratégicamente prohibió los matinales en 1969. El rock nacional sufrió un parálisis y fue satanizado, consciente seguramente de que su misma política general -económica y cultural- se encargaría poco a poco de asfixiarlo. En esta época el movimiento estudiantil y la izquierda se encontraba desconectada del movimiento mundial cultural y los cambios de género que el rock representaba, en las protestan contra la guerra de Vietnam, la música y el arte como expresión de nuevos cambios asumía forma diversas. El evento más importante de rock, Woodstock fue la expresión de protesta contra el establishment de Estados Unidos y la Guerra de Vietnam. Este evento de tres días de Paz, Música y Amor cambio la ruta de la historia de rock y se convirtió en una voz de protesta. La visión lineal de la Junta Militar y los jóvenes de izquierda de San Marcos sobre la cultura de la música creo la ruptura en el desarrollo del rock en el Perú de caracteres nacionales.

Las protestas fueron reprimidas por la Junta Militar y las voces coactadas por la izquierda peruana, los medios de comunicación masiva fueron confiscados y, en consecuencia, dejaron de ser una ventana para el rock local e internacional.

La prohibición de la importación de equipos e instrumentos se volvió virtualmente imposible. Por último, y como resultado de su política de no alineamiento, el Perú quedaba fuera del eje internacional, lo cual para el rock peruano significaba quedar aislado de su conexión con la escena internacional. La prohibición de la música rock en muchas estaciones de radio y la satanización de la música, dejo a una generación distante de estos eventos sociales. Pero la música rock fue una constante en los círculos de jóvenes de la época y en los círculos de amigos se compartían récords de rock de Carlos Santana, the Who, Led Zeppelin, Joe Cooker, Jimmy Hendrix, entre otros. Muchos de los récords eran conseguidos gracias, amigos, que habían viajado al extranjero o en el mercado negro en esa época de prohibición.

La culminación de este proceso tuvo lugar en 1971 con la censura y prohibición del concierto que iba a realizar en el estadio de San Marcos el grupo de Carlos Santana, quien luego de su actuación en Woodstock se había convertido en una figura cumbre del rock mundial. Es a partir de 1972 el rock ingreso a un espiral descendente, se cerraron los espacios de difusión, los conciertos se hicieron cada vez más infrecuente, las matinales fueron suspendidas, los conciertos fueron satanizados. La izquierda peruana acuso a la juventud de “alienada”. Los dirigentes de izquierda de la Universidad San Marcos no tenían la capacidad de entender la diversidad cultural en sus diversas manifestaciones artísticas. Recuerdo las pintas en paredes y el muro de San Marcos expresando el desprecio por la música rock y rechazando la presencia de Carlos Santana y otros grupos que había participado en el festival de Woodstock. No se entendido que el rock se encontraba en movimiento y cuestionaba la guerra de Vietnam. La ironía es que la izquierda de San Marcos había realizado marchas y protestas contra la guerra de Vietnam, pero despreciaba el rock.

La producción discográfica descendió notoriamente y lo que es más importante, La efervescencia nunca desapareció se mantuvo latente y el rock nacional comenzó a languidecer irremediablemente por las prohibiciones y la violación al derecho fundamental de la libre opinión. La cancelación del concierto de Carlos Santana, cuando este se encontraba ya en el aeropuerto, que se iba a realizar en el Estadio de la Universidad Mayor de San Marcos. La Junta Militar halló excusa mejor para evitar el espectáculo que la posesión de marihuana sumado a los disturbios creados por estudiantes de izquierda de la Universidad San Marcos, algunos de ellos aún vigentes en la política peruana, que en sus manifestaciones le gritaban a Santana ” Yankee Go Home”. Carlos un chicano pobre, marginal nacido en Tijuana.

Los hermanos Koechlin informaron que perdieron 2’800.000 soles con la cancelación del concierto y remarcaron que la banda no había venido a hacer política, sino música. El espectáculo tenía los permisos de la Municipalidad de Lima, el Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Cultura, pero de nada sirvió. El dinero fue devuelto a los fans a partir del martes 14. Muchos de la fanaticada del grupo Santana en forma de protesta contra la censura no pidieron la devolución y prefirieron quedarse con la entrada del concierto, como símbolo contra la censura.

La Federación de Estudiantes del Perú, (FEP) y la Federación Universitaria de San Marcos- FUSM (bajo la influencia del denominado FER Antifascista,) repudiaba el espectáculo, que ya estaba confirmado. Las entradas estaban agotadas cuando Santana y sus músicos arribaron a tierra peruana. Los medios de prensa anunciaron que eran 5 millones de soles lo recaudado. La Prefectura de Lima aún no daba el permiso definitivo. El prefecto, coronel Guido Benza, admitía que tenía la solicitud, pero que esperaba órdenes superiores del Ministerio del Interior. El comunicado de censura no se haría esperar. En tanto, el grupo en pleno tuvo que ir de ‘invitado’, a las instalaciones de Seguridad del Estado de la Policía de Investigaciones del Perú. Pero esa visita duró todo el día. Era obviamente una detención. Las versiones más alentadoras insinuaban que Santana tocaría ya no en San Marcos, sino en el Estadio Municipal de San Isidro.

La izquierda Sanmarquina, que atacaron las instalaciones de su propio estadio, quemó un auto y abrieron los grifos de la cancha para inundarla. En las arengas de censura cundía una rara mezcla de nacionalismo y apelación a las ‘buenas costumbres’, y hasta el vals criollo fue argumento para oponerse a la música de Santana. Los jóvenes empresarios que se arriesgaron a traer a los músicos, los hermanos Jorge y Peter Koechlin, fueron detenidos también en la PIP, y nada pudieron hacer frente a un comunicado oficial del Ministerio del Interior que, repleto de autoritarismo, confirmaba que el viernes 10 toda la banda fue conducida desde la prefectura hacia el aeropuerto para que tomara el primer avión de regreso. Carlos Santana no declaró nada y su paradero final sería Los Ángeles.

Esta situación de censura contra la música y la cultura perduró hasta mediados de la década de 1980. A pesar de todo algunas bandas lograron seguir adelante durante el periodo entre 1968 y 1972, como The St. Thomas Pepper Smelter, encabezado por Gerardo Manuel que se volvió una de las bandas más populares de su tiempo. Luego, la banda PAX, encabezado por el guitarrista “Pico” Ego Aguirre antiguo miembro de los Shain’s, se convirtió en la primera banda de Heavy Metal en el Perú. Otra banda importante fue We All Together quienes desarrollaron un estilo bastante melódico influenciado directamente de The Beatles y especialmente por Paul McCartney.

Pero la banda más importante de este periodo fue Traffic Sound quienes desarrollaron un estilo a veces hard rock a veces psicodélico, luego se fusionó con ritmos andinos y afroperuanos. Fue la primera banda peruana que realizó una gira en el extranjero, llegando hasta Brasil y Argentina. Este hecho tuvo un efecto multiplicador en la cultura musical del Perú y en especial en el rock peruano. La censura contra Santana fue una contra corriente antihistórica contra la libertad de expresión. El rock esta presente en la cultura de la música, y perdura como una de las mayores experiencias en complicidad de ritmos y sonidos sutiles.

Miami, Agosto 21, 2022

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