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Opinión

Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara: La tolerancia y la intolerancia , quema libros en el Perú político

¡Triste época la nuestra!

Es más fácil desintegrar un átomo

que un prejuicio.

Albert Einstein

En el contexto político peruano, la intolerancia y la tolerancia son temas relevantes que han influido en la dinámica política y social del Perú. A lo largo de la historia peruana, ha habido momentos de polarización política y falta de tolerancia, así como períodos de apertura y respeto hacia la diversidad de opiniones.  Recientemente un grupo autodenominado la “resistencia”, con gritos de intolerancia y mentiras base de su accionar, en los últimos años ha venido fomentado un discurso de odio e intolerancia para hostigar a políticos, funcionarios, periodistas y amedrentar a figuras políticas.

Estos son actos condenables desde el ordenamiento jurídico y del derecho a la libertad de opinión y pensamiento. Además de esgrimir expresiones de antisemitismo, y hostilidad hacia los judíos basada en una combinación de prejuicios, e impedir la presentación de libros de autores diversos, y la quema de libros en varias ocasiones; son actos de intolerancia contra la cultura.

La quema de ideas es un acto de intolerancia.

La quema de libros e ideas es un acto que refleja intolerancia y censura. Históricamente, hemos visto casos en los que regímenes autoritarios o grupos extremistas han llevado a cabo la quema de libros como una forma de suprimir el libre pensamiento y el intercambio de ideas. Este tipo de acciones van en contra de los principios de la tolerancia y la libertad de expresión.

La tolerancia es una categoría histórica que responde a las necesidades sociales y políticas de cada momento; los derechos humanos son “un conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional”, (Antonio Enrique Pérez Luño, 1999, p. 48.) o también pueden ser entendidos como un “Conjunto de facultades, prerrogativas, libertades y pretensiones de carácter civil, político, económico, social y cultural, incluidos los recursos y mecanismos de garantía de todas ellas, que se reconocen al ser humano, considerado individual y colectivamente”.  (Miguel Carbonell, 2002, p. 173.)

La intolerancia no acepta la tolerancia

La tolerancia implica aceptar y respetar la diversidad de opiniones, incluso cuando difieren de las nuestras. Reconoce el derecho de cada individuo a tener sus propias creencias y expresar sus ideas, siempre y cuando no promuevan la violencia o el odio hacia otros. La tolerancia fomenta el diálogo abierto, el intercambio de perspectivas y el enriquecimiento mutuo a través de la diversidad de ideas.

La quema de libros y la supresión de ideas van en contra de estos principios. En lugar de debatir y discutir ideas, la intolerancia busca eliminarlas y silenciarlas, lo que socava la libertad intelectual y el progreso de la sociedad. En una sociedad abierta y democrática, es esencial proteger la libertad de expresión y el acceso a la información para permitir el debate y la confrontación de ideas.

Es importante destacar que la promoción de la tolerancia no significa respaldar o aceptar cualquier idea o punto de vista. Hay límites éticos y legales en el discurso, como la incitación a la violencia o el odio hacia otros grupos. Sin embargo, incluso en estos casos, la respuesta apropiada es abordar estas ideas a través del debate, la educación y la aplicación de la ley, en lugar de recurrir a la censura o la destrucción de material escrito.

La tolerancia implica respetar la diversidad de ideas y el derecho de cada individuo a expresarse libremente, siempre y cuando no promueva la violencia o el odio. La quema de libros e ideas representa la intolerancia y la censura, y va en contra de los principios fundamentales de una sociedad democrática y abierta.

La intolerancia y la tolerancia son dos realidades que coexisten

La intolerancia y la tolerancia en el ámbito político del Perú son temas importantes y relevantes que afectan el funcionamiento de la sociedad y el desarrollo del país. A lo largo de la historia política peruana, se han experimentado diferentes niveles de intolerancia y tolerancia, influenciados por diversos factores sociales, culturales y económicos.

La intolerancia política en el Perú se manifiesta de diversas formas. Una de ellas es la polarización extrema, donde los ciudadanos y los partidos políticos se dividen en extremos opuestos y se niegan a escuchar y respetar las opiniones y posiciones de los demás. Esto dificulta el diálogo constructivo y la búsqueda de soluciones consensuadas a los problemas del país.

Otra forma de intolerancia política es la exclusión y la discriminación hacia ciertos grupos o sectores de la sociedad. Esto puede manifestarse en la negación de derechos políticos a determinados individuos o en la falta de representatividad de ciertas minorías en los espacios de toma de decisiones. La discriminación basada en la etnia, género, orientación sexual o clase social puede limitar la participación política y socavar la democracia.

Por otro lado, la tolerancia política implica reconocer y respetar la diversidad de opiniones, ideas y creencias en el ámbito político. La tolerancia fomenta el diálogo abierto, el intercambio de ideas y la búsqueda de soluciones inclusivas y equitativas. Cuando se promueve la tolerancia política, se crea un ambiente propicio para la construcción de consensos y la promoción del bien común.

Es importante destacar que la intolerancia política no es exclusiva del Perú y se puede observar en muchos otros países. Sin embargo, para fortalecer la democracia y lograr un sistema político más inclusivo y justo, es fundamental promover la tolerancia y el respeto en el ámbito político peruano.

Para fomentar la tolerancia política en el Perú, es necesario promover la educación cívica y la formación ciudadana desde temprana edad. Esto implica enseñar a los jóvenes sobre los principios democráticos, el respeto a los derechos humanos y la importancia del diálogo constructivo.

Además, es fundamental que los líderes políticos den ejemplo de tolerancia y respeto en sus discursos y acciones. Los políticos deben ser capaces de debatir de manera respetuosa y buscar soluciones que beneficien a toda la sociedad, incluso si no están de acuerdo en todos los aspectos.

Asimismo, es importante fortalecer los mecanismos de participación ciudadana y garantizar la representatividad de todos los sectores de la sociedad en los espacios políticos. La inclusión de las minorías y la escucha activa de sus voces contribuyen a generar políticas más justas y equitativas.

En resumen, la intolerancia y la tolerancia en el ámbito político del Perú son dos realidades que coexisten y que tienen un impacto significativo en la sociedad y el desarrollo del país. Promover la tolerancia política implica fomentar el respeto, la inclusión y el diálogo constructivo, elementos fundamentales para fortalecer la democracia y construir un país más justo y equitativo.

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