Helicópteros lanzan lacrimógenas a quienes llevaban el ataúd de los dos fallecidos en Andahuaylas.El gobierno y el golpismo congresal con quien ha pactado insisten en que las movilizaciones son “azuzadas” por intereses políticos quitando legitimidad a lo que demandan compatriotas movilizados y echando así más leña al fuego. La presidenta Boluarte insiste en su tregua con el golpismo congresal al apostar por la represión como vía de silenciar las protestas.Un adelanto electoral propuesto para 2024 es rechazado multitudinariamente porque el pedido es “cierre del congreso, ya”.La clase política desorientada no termina de entender que su papel hoy es acompañar en lugar de liderar o querer sacar una tajada de este escenario de crudeza y dolor mayoritario.El sistema judicial sigue construyendo un mártir desde su orquestación legalista que es cuestionada ya por más de un abogado serio.Se convocan llegadas múltiples a Lima para el 15 de diciembre.¿Cuánto más esperan para entender que cuando habla la gente hay que oírla, no gasearla?
El dolor que causa la indiferencia de las élites se ha politizado. Y cuando se politiza el dolor ya no hay vuelta atrás.
