UN COMIENZO CON MALOS MODALES
Un demócrata y más si es republicano, se comporta con modales democráticos, llama verdaderamente la atención que el nuevo alcalde de Lima, empiece a introducir un lenguaje violento, de confrontación, sin aun haber asumido la función de manera oficial, lo tenemos claro, el nunca acepto el resultado de las elecciones presidenciales, no gusto a miles de peruanos, no por eso había que atacar el proceso, pretender deslegitimarlo, organizar movilizaciones para rechazar el resultado, solo porque el elegido no era de su simpatía, por ello deben los opositores a López Aliaga plantear lo mismo, cuestionar la legitimidad de esta elección, como lo vienen haciendo algunos personajes conocidos, debemos enturbiar, deslegitimizar tan solo porque no gusta el personaje, es una bravuconada antidemocrática al que deberíamos aponernos, como lo hemos hecho antes, con la elección presidencial.
Debemos normalizar por lo tanto la majadería, la prepotencia del nuevo burgomaestre, estamos en la obligación de decir no, así no señor Aliaga, porque usted está introduciendo gérmenes de violencia, de intolerancia en la capital. La democracia es el respeto a la voluntad de la ciudadanía, a usted lo eligió el 25 % de los limeños que asistieron a votar, considerando el total de electores la cifra sería aún menor, a Pedro Castillo lo eligieron más del 50%,de los votantes de la segunda vuelta, quien es más legítimo , no corresponde un debate de esa naturaleza, porque no ayuda a la pacificación del país y menos al desarrollo, que requiere el concurso de sus autoridades y de la población, tanto a él como a Ud., lo eligió la población y una actitud democrática , republicana es aceptar el resultado.
Es arto conocido que el actual mandatario no es de su simpatía, no lo acepto antes y ahora que va a tener la representación de los limeños no quiere reunirse con él, si es el lenguaje que Ud. quiere introducir, pues no podrá conversar con mucha gente, porque ambas autoridades tienen denuncias, es un pretexto que no tiene consistencia. Porque libre de denuncias no está el Señor Castillo y Ud. tampoco, en número le lleva de lejos y en montos creo que debe ser al revés.
Cuide los modales democráticos, no sienta que con esta elección usted obtuvo la llave maestra de la puerta grande, no propicie la articulación de una oposición que podría igualmente pedir su vacancia, su retiro, porque, así como la inoperancia ahora se ha convertido causal de vacancia, podría serlo la promoción de la violencia y el enfrentamiento entre limeños.
Lamentablemente el racismo, el clasismo están muy interiorizados en la cultura de ciertos sectores de la población, la tarea es no permitir que se vuelvan hegemónicas, no lo debemos permitir, es difícil vivir en una sociedad democrática, tolerante, republicana, donde las instituciones funcionen, es más fácil recurrir al autoritarismo, romper las normas de la institucionalidad, toca a los verdaderos demócratas de todos los colores a evitarlo desde un principio y no tener una actitud pusilánime, complaciente, reaccionar cuando ya es tarde, así como con la corrupción a la que también hay que denuncia y combatir, para que no cunda la impunidad, igualmente en este tema debemos estar vigilantes, nuestra sociedad no se merece que los flagelos de la corrupción, impunidad, violencia, prepotencia se conviertan en un combo difícil de erradicar.
Son pocas las experiencias que hemos vivido donde el comportamiento de un alcalde electo genera desazón en muchos sectores, pero así no les guste una regla de la democracia es aceptar el veredicto de las ánforas, pero lo es también para los elegidos que están obligados a respetar las normas de la democracia, la convivencia civilizada, para que los peruanos, los limeños podamos vivir en paz y tolerancia.
La corrupción debe ser castigada, hay autoridades para ello, hay que exigir que cumplan su trabajo, libre de la injerencia política y de la presión mediática. Para que las decisiones judiciales sean las que corresponda y no haya impunidad para nadie.
Lima, Octubre del 2022.
Por: Mariano Cardenas M.