En el Perú se ha instalado una coalición antiderechos en el Parlamento. Esta coalición conservadora suma a la derecha más extrema, al fujimorismo, a los partidos que son expresiones políticas de emprendimientos empresariales, y a un sector de izquierda conservadora y autoritaria.

No son una alianza de gobierno, no los une un programa político, pero sí comparten una mirada común reaccionaria y desde ahí se constituyen en un bloque capaz de asaltar instituciones tutelares, desarticular políticas públicas garantes de derechos esenciales y desmantelar cualquier organismo encargado de regular “emprendimientos” lucrativos, como el transporte informal, la minería ilegal y la educación como mercancía con la que se puede estafar impunemente

Su mirada conservadora y su lógica corporativa común los lleva a rechazar la idea de ciudadanía, peor aún una ciudadanía crítica y emancipada que tiene relación con el poder público desde la lógica de derechos y no desde la lógica de clientelas. Son la expresión peruana de la idea de “democracia” de Trump en EE.UU., Putin en Rusia, Orbán en Hungría u Ortega en Nicaragua.

Este bloque ha empujado la contrarreforma universitaria, para darles aire a las mafias que estaban —en algunos casos aún sobreviven— en universidades públicas y privadas que manejaban a su antojo las casas de estudio, con sueldos y gastos a total discrecionalidad, que mantenían una relación clientelar con docentes y alumnos. Los principales gremios estudiantiles y colectivos universitarios han llamado a una movilización hoy contra esta medida. En Lima, la cita es en la Plaza San Martín a las 5 p.m.

También aprobaron un proyecto de ley oscurantista, para darles poder a asociaciones de padres de familia —sin que representen a la mayoría de padres y madres — para vetar contenidos en los textos escolares. El objetivo de fondo es eliminar lo poco avanzado con la Educación Sexual Integral (ESI) que es la única pieza real de prevención de la violencia machista de la que somos víctimas las mujeres y la niñez. Pero con esta herramienta pueden vetar otros contenidos vinculados a ciencias naturales o sociales a razón de dogmas de fe o fundamentalismo político. Organizaciones feministas y de mujeres hoy también se suman a la movilización convocada en la Plaza San Martín.

El golpe mayor hecho por este bloque conservador corporativista ha sido el nombramiento de un Tribunal Constitucional a su imagen y semejanza. Colocando magistrados que responden a sus prejuicios y que rechazan los avances de derechos de las mujeres, las diversidades, los pueblos originarios y los estudiantes que reclaman su derecho a una educación de calidad. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos también se suma a las movilizaciones convocadas para hoy por la defensa de nuestros derechos y en contra de esta repartija del TC. Los derechos se defienden, vayamos hoy a protestar.

Fuente: La República