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Opinión

Nelson Vásquez Juárez: El riesgo nuclear en el conflicto Rusia-Ucrania

Dmitri Medvédev ha escrito recientemente que “Occidente está jugando una partida de ajedrez con la muerte”.1 Precisa que “los aliados que intentan provocar a Rusia [están jugando] una partida de ajedrez con la muerte. Occidente quiere aprovechar el conflicto militar en Ucrania para empujar a nuestro país a un nuevo giro de desintegración, hacer todo lo posible para paralizar las instituciones estatales de Rusia y privar al país de controles eficaces, como ocurrió en 1991.”2

Agrega que “esos son los sucios sueños de los pervertidos anglosajones, quienes se van a dormir pensando en el rompimiento de nuestros Estados, en cómo hacernos pedazos y cortarnos en trocitos. Tales intentos son muy peligrosos y no deben ser subestimados. Esos soñadores ignoran un simple axioma: una desintegración forzada de una potencia nuclear es siempre una partida de ajedrez con la muerte, en la que se sabe con precisión cuándo llega el jaque y el mate: el día del juicio final para la humanidad.”3

La amenaza es explícita: si la guerra contra Ucrania y las sanciones económicas y políticas de Occidente contra Rusia por la invasión a Ucrania llegan, en algún momento a ser intolerables para Rusia, de tal manera que pongan en riesgo la viabilidad del estado ruso, dicho país no descartaría en usar la opción nuclear. ¿Es posible el uso del arma nuclear en el actual conflicto Rusia-Ucrania o está descartado?

Algunas reflexiones. En los primeros días de agosto de 1945, luego de casi cuatro años de guerra que habían causado la destrucción de varias ciudades japonesas, de graves pérdidas por sus ejércitos, de miles de muertos civiles y militares, ¿por qué no se rendía Japón ante una derrota que parecía inevitable? El cálculo del liderato japonés era que una defensa tenaz y suicida obligaría a los norteamericanos a negociar y retirar su exigencia de una rendición incondicional, algo intolerable para el orgullo nipón. Según Birolli, “ya no se trataba de vencer, sino de desalentar al adversario llevando sus pérdidas humanas a un nivel insoportable.”4 La evaluación japonesa no estaba del todo desacertada. Los militares norteamericanos a lo largo del conflicto quedaron impactados por la resistencia fanática y suicida de los soldados japoneses. Japón no se rendía a pesar del alto costo que estaba sufriendo en vidas humanas y destrucción material. La capacidad de resistencia del soldado japonés causo asombró incluso a los rusos (veteranos de las duras batallas con Alemania en el frente oriental) que invadieron 1

“Dmitri Medvédev asegura que Occidente está jugando una partida de ajedrez ‘con la muerte’”, 3 septiembre 2022 EN: https://espanol.yahoo.com/vida-estilo/dmitri-medv%C3%A9dev-aseguraoccidente-jugando-223000367.html 2
Idem.3 Idem. 4 Birolli, Bruno: “Japón capituló como consecuencia de Hiroshima” En: Lopez, Jean y Wieworka, Olivier:
“Los mitos de la Segunda Guerra Mundial”, 1a. ed., 3ª. reimp., Buenos Aires, El Ateneo, 2019, p. 330. Manchuria en agosto de 19455

El liderato militar estadounidense cálculo que derrotar a Japón demoraría un año más de guerra y la pérdida de miles de soldados. La batalla de Okinawa había tenido un alto costo para los norteamericanos, era una clara advertencia.

El liderazgo político evaluó que estas pérdidas serían intolerables para el pueblo norteamericano. Lo que Japón desconocía era que los Estados Unidos habían desarrollado la bomba atómica.

En el contexto de un Japón que no aceptaba su derrota, el presidente Franklin D. Roosevelt en la famosa conferencia de Yalta le pidió al líder soviético Stalin que ataque a Japón. Stalin se comprometió a cumplir con el deseo norteamericano luego de tres meses de la rendición de Alemania. Truman ratificó el pedido norteamericano en la conferencia de Postdam.

Los Estados Unidos para asegurar que Japón se doblegará usaron la bomba atómica por DOS VECES contra el imperio del Sol naciente. El 6 de agosto de 1945 lanzaron una contra Hiroshima y el 9 de agosto otra contra Nagasaki. La entonces Unión Soviética lanzó su ofensiva el 9 de agosto de 1945. Posteriormente, Japón se rindió.

Otra situación en la que la opción nuclear estuvo como alternativa fue durante la crisis de los misiles en 1962. El alto mando militar norteamericano propuso al presidente Kennedy el bombardeo de las bases de misiles que la Unión Soviética había instalado en Cuba, a pesar que el riesgo de esa acción era una guerra nuclear. En el documental “The Fog of War” (Niebla de Guerra), Robert McNamara, Secretario de Defensa de Kennedy, “describió al general estadounidense Curtis Le May y al líder cubano Fidel Castro como los personajes más peligrosos en ese enfrentamiento.”6 McNamara afirmó que “Le May quería atacar a Cuba unilateralmente mientras que Castro presionó al líder soviético Nikita Kruscheve para que atacara Estados Unidos con armas nucleares si la isla era invadida.”7Para McNamara “fue la suerte lo que evito la guerra nuclear.”8

Henry Kissinger en su libro “China” ha recordado que Mao Zedong fue un “dirigente que durante quince años se había mostrado dispuesto a entablar una guerra nuclear con Estados Unidos y lo había planteado de una forma tan gráfica que tanto la Unión Soviética como sus aliados europeos se habían desvinculado de China.”9 China se acercó a Estados Unidos porque tenía serios problemas con la Unión Soviética, pesar de su afinidad ideológica, llegaron a tener enfrentamientos militares. Mao temía que la tensión podría escalar y busco la cercanía de Estados Unidos.

Kissinger rememora hasta donde estaba dispuesto a llegar el líder chino en su confrontación contra la URSS: “En cada una de las conversaciones que mantuvimos con Mao en 1973, el dirigente comunista se esforzó en dejar clara la impasibilidad china frente a cualquier forma de presión, incluso, y tal vez en especial, la presión nuclear. En febrero afirmó que si una guerra nuclear mataba a todos los chinos de más de treinta años, el país se beneficiaría de ello, ya que se unificaría lingüísticamente: ‘Si la Unión Soviética arroja sus bombas y mata a todos los chinos que tienen más de treinta años,
nosotros veremos solucionado el problema (de la complejidad de tantos dialectos en 5 Idem. p. 333 6 “Las once lecciones de McNamara”, 6 julio 2009, En: https://www.bbc.com/mundo/cultura_sociedad/2009/07/090706_mcnamara_obituario_ra 7
Idem. 8 Documental “The fog of war: eleven lessons from the life of Robert S. McNamara” En: https://vimeo.com/434235852
9 Kissinger, Henry: “China”, 1 ed., Buenos Aires, Debate, 2012, p. 221. China), puesto que la gente mayor como yo es incapaz de aprender el chino (mandarin).’”10 Kissinger explica que la visión estratégica del líder comunista frente al tema de las armasnucleares era distinta a la occidental. El exsecretario de Estado norteamericano escribió: “¿Qué haría, pues, China expuesta al peligro nuclear sin, por un tiempo, los medios adecuados de revancha? Mao respondió que eso crearía un argumento basado en la práctica histórica y en la resistencia bíblica. No hay otra sociedad capaz de imaginar qué podrá crear una política de seguridad creíble por medio de la voluntad de prevalecer después de sufrir cientos de millones de víctimas y la devastación o de la ocupación de la mayor parte de sus ciudades.

Esa es la brecha que definía la diferencia entre la percepción de Occidente y la de China respecto a la seguridad. La historia de China da fe de la capacidad de este país por superar todo tipo de estragos que nadie más es capaz de dejar atrás, e imponerse haciendo valer su cultura o su extensión frente al posible conquistador. Está fe en su propio pueblo y su cultura era la otra cara de la moneda de las reflexiones a veces misántropas de Mao en su práctica diaria. No se trataba únicamente de que hubieran demasiados chinos; contaba también con la firmeza de su cultura y la cohesión de sus relaciones.”11 En cambio, “los dirigentes occidentales, más en sintonía y más receptivos con su ciudadanía, no estaban preparados para librar
la batalla de una forma tan categórica (si bien lo hacían indirectamente a través de su doctrina estratégica). Para ellos, había que demostrar que la guerra nuclear era el último recurso y no un procedimiento operativo estándar.”12

Por otro lado, para poder evaluar las palabras de Medvédev es necesario revisar los antecedentes de Rusia en algunos conflictos militares. Hay que rememorar que durante la invasión napoleónica en el siglo XIX los rusos incendiaron Moscú para que los ejércitos franceses no tuvieran suministros. A las pocas semanas Napoleón emprendió la retirada de Rusia. En la Segunda Guerra Mundial, frente a la invasión nazi el liderato soviético adoptó la táctica de “tierra arrasada”; el ejército rojo al momento de retirarse debía quemar alimentos, destruir la infraestructura que pudiera serle útil al invasor nazi.

El 18 de agosto de 1941 los rusos demolieron la represa hidroeléctrica Dnieper en Zaporozhye. Para los rusos la lucha contra los nazis fue por misma existencia. Sufrieron la perdida de por lo menos 20 millones de ciudadanos. El zarismo y los comunistas usaron los mismos métodos frente al enemigo, lo que demuestra que el pueblo ruso es capaz de hacer grandes sacrificios para imponerse.

Otro elemento a tomar en cuenta es que el conflicto militar entre Ucrania y Rusia va más allá de la lucha de ambos países. Europa Occidental y los Estados Unidos están dando apoyo militar a Ucrania y han aplicado duras sanciones económicas a Rusia. Dmitri Medvédev fue presidente de Rusia entre 2008 y 2012 y primer ministro durante 2012 y 2020. Actualmente es vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia por lo que las palabras de Medvédev no es la opinión personal de un ciudadano ruso, sino que es portavoz de lo que los líderes rusos están dispuestos a realizar para prevalecer.

El conflicto de Ucrania-Rusia ha tenido una serie de repercusiones en el ámbito económico a nivel mundial. La tensión entre potencias se ha agudizado. China y Estados Unidos han tenido serias discrepancias por la visita a Taiwán de parlamentarios norteamericanos. El Papa ha manifestado su seria preocupación por la posibilidad de 10 Kissinger, Henry: Idem. p. 303. 11 Kissinger, H.: Op. citada pp. 304-305. 12 Kissinger, H.: Op. citada p. 305. una escalada nuclear.13 El mundo entero está afectado de una u otra manera por la guerra ruso-ucraniana por lo que la comunidad internacional debe exigir un inmediato cese al fuego, retiro de las tropas rusas y plantear una mesa de negociaciones que ponga fin al conflicto.
Lima  septiembre 2022

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