En La Mula TV, el historiador señaló que “Puno es una prueba ácida para la República” y se refirió al maltrato que sufireron los ciudadanos y ciudadanas que se movilizaron protestando hacia Lima.
Los políticos de centro tendrán una tarea muy difícil si intentan llegar al electorado en zonas como Puno, que fue víctima de la represión estatal, señaló, en La Mula TV, el historiador José Luis Renique.
En el programa “Al Filo”, Renique aclaró que hablar de las federaciones campesinas en Puno es “hablar de hace un siglo”, ya que “no están por ninguna parte en el escenario”. Sin embargo, precisó que en el sur de la región se encuentra una influencia muy fuerte de la cultura aymara.
“Hay líderes de base que te hablan específicamente de desvincularse del sistema de autoridades del Ministerio del Interior. Hay un pragmatismo acompañado de un “Ahora yo sí puedo, si nosotros nos organizamos, entonces nosotros sí lo vamos a poder hacer; quiero otro presidente que sea como yo, que reivindique”, señaló.
Renique señaló que en Puno hay una “mezcla de mucha colera y resentimiento”, pero que se ha generado una consciencia de que si no se crea un liderazgo sólido “no va a pasar absolutamente nada”.
“Creo que eso lleva a que la gente insista en que son autoconvocados, que están hablando por su propia comunidad, y a una reconcentración en lo que aparece como las líneas firmes de un reclamo que ponga a Puno en la escena política nacional”, dijo.
En entrevista con Javier Torres, el historiador resaltó que “los que pensaban o piensan en política desde el centro dependen de los estallidos, de las conmociones locales porque no hay trabajo político”.
“Las viejas ligazones entre dirigencias políticas de Lima y las regiones han dejado de existir”, señaló.
Sobre la influencia de lo ocurrido en Bolivia con el partido político MAS, Renique señaló que los puneños tienen claro que no van a esperar a que venga un dirigente externo a organizarlos
“Puno nuevamente es una especie de prueba ácida para la República, aparte de tener esta voluntad participativa o resolutiva que no cuaja por el lado político, tienes detrás el contrabando y la minería informal, una serie de actividades que producen dinero y que tú no sabes de qué manera pueden jugar en la escena política regional”, mencionó.
Renique hizo referencia a las propuestas políticas lanzadas desde Lima con una “bandera liberal” y que asumen el compromiso de hacer un poco más “descente” la política. “Me pregunto qué discurso van a llevar a Puno que sea capaz de convencer a toda esta voluntad, de capturar el apoyo de esa voluntad política tan cruzada por tantos problemas”, dijo.
“Yo no veo un escenario con un liderazgo de centro, autoconvocado también, sea capaz de tener éxito en zonas que han pasado por el impacto de una masacre, por un ninguneo brutal, por un maltrato tremendo en la movilización hacia Lima, que creo que ha dejado la lección de que o te empoderas tú mismo y llevas hasta el final tu lucha o no va a pasar nada, es quizás por eso que uno de los mitos de la política regional es que los aymaras son guerreros”, afirmó.
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