Por: Tony López R
Fuentes: Resumen Latinoamericano
El muy importante triunfo del Gran Polo Patriótico y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las elecciones regionales, no debe llevarnos a que la victoria obtenida implique bajar la guardia. No, al contrario, ahora hay que redoblar el trabajo político y de educación y las nuevas administraciones bolivarianas, municipales y estaduales, presentar el mayor nivel de efectividad y eficiencia en la ejecución de sus funciones al servicio de su población.
No hay que equivocarse, Estados Unidos no ha dejado de lado su política anti venezolana, solo que ha cambiado de estrategia y ha puesto en marcha una nueva táctica. Al acudir al antiguo uso de introducir el “Caballo de Troya” y lo lograron al ganar 117 de las 335 alcaldías. De ellas 59, Mesa de la Unidad Democrática. 37 alianza Democrática y 21 (otros Partidos). No importa que sean de diversos partidos, al igual que las 3 gobernaciones, todos son opositores anti chavistas y anti bolivarianos. Aún quedan 13 alcaldías por definir de acuerdo al CNE.
Es por eso que las nuevas administraciones bolivarianas, deben ser ejemplo en transparencia, eficiencia en la solución de los problemas de sus ciudadanos y combatir cualquier atisbo de burocracia y corrupción.
Tal como me comentara mi compatriota y amigo Ernesto Wong, “debe tenerse en cuenta que el gobierno de Biden está tratando de volver a tener más negocios en Suramérica y el fracaso de la política anti venezolana, por vía de la OEA y el ya fenecido Grupo de Lima, se ha inclinado a usar la clásica estrategia de la inversión extranjera, sacar más provecho al comercio de sus megacorporaciones y usar más los mecanismos económicos, para minar y desde adentro trabajar, para liquidar el proceso revolucionario bolivariano”.
O sea, coincidimos en que el gobierno de Biden, utilizará otros métodos y otra estrategia, porque por ahora una intervención militar no es viable. Mientras el gobierno bolivariano con muy buen juicio y con la intención de unir a su pueblo, propuso a la oposición dialogar y buscar consenso para que ellos participaran en las elecciones con plenas garantías y transparencia.
Los diálogos se llevaron a cabo en México, que fue un excelente anfitrión, mientras Estados Unidos, con el propósito de procurar la ruptura de dichos diálogos extraditó ilegalmente al diplomático venezolano Alex Saab de la Isla de Cabo Verde, gobierno secuestro a Saab en junio del 2020 por encargo de EE: UU, cuando este arribo en tránsito por ese país y lo mantuvo secuestrado ilegalmente.
Luego de montar un gran Show mediático para justificar su extradición a Estados Unidos, usaron un supuesto trámite legal. Todo este manejo de Estados Unidos para obstaculizar las elecciones, les fracasó. Este hecho al final, no daño la propuesta del presidente Maduro y la participación de la oposición en las elecciones se hizo efectiva.
Lógicamente la celebración de las elecciones con participación de toda la oposición, desmontaba la estrategia de EE:UU y de la Unión Europea, de mantener su política de aislamiento y sanciones con la falsa acusación de dictador a Nicolas Maduro y de antidemocrático a su gobierno.
La mayoritaria oposición tradicional venezolana como COPEI y los ADECOS y otras agrupaciones entre ellos Justicia Primero y Voluntad Popular aceptaron el dialogo y se lograron importantes acuerdos. Por supuesto que el terrorista Leopoldo López líder de Voluntad Popular, al conocer el triunfo del Gran Polo Democrático y del PSUV, montó su campaña, presentando que la gran abstención de un 59 % era la ganadora sinónimo de derrota para el gobierno. Si de abstención se tratara, muchos gobiernos en América Latina hoy, serian ilegítimos.
Mientras que Juan Guaidó el día antes de las elecciones le preguntaron si iría a votar y dijo que no lo había decidido, solo se decidió en no votar, cuando el Secretario de Estado Anthony Blinken, anunció que no reconocería esas elecciones y que reconocían a Guaidó como presidente interino. Semejante desatino del gobierno de Biden y muestra de que se consideran inimputables y prueban que siguen con su plan intervencionista.
Por otro lado, es importante que mis lectores conozcan que el terrorista Leopoldo López sigue amparado por el gobierno español y no responde al pedido de extradición de la Fiscalía venezolana por los crímenes ordenado por López. El rol de España contra Venezuela ha sido inexplicable, incluso violó tratados internacionales al sacar de la embajada española en Caracas clandestinamente a Leopoldo López, y pasarlo por la frontera a Colombia con la complicidad del gobierno de Duque y llevarlo para Madrid.
La celebración de las elecciones, no cambia en nada las posiciones de Estados Unidos de intervenir en Venezuela. Ahora su política de penetración pasa por la vía de las 3 gobernaciones y las 117 alcaldías, ellos son sus caballos de Troya, en esas zonas geográficas privilegiaran esos territorios y lo beneficiaran en el campo económico, y trataran de conquistar otros territorios y alcaldías bolivarianas. Es por esa razón que las 205 alcaldías, y las 20 gobernaciones bolivarianas tiene que ser ejemplo en todo. Aquí se pone en juego los dos sistemas socioeconómicos: el del Consenso de Washington y el de la Justicia Social.
El trabajo político y las relaciones con las bases del Gran Polo Patriótico y del PSUV es muy importante. Con estos nuevos tiempos el Partido tiene que ser un partido que sepa combinar la lucha del mundo del trabajo, que está integrado en la sociedad de clase, eso no se puede perder de vista y menos en Venezuela, donde ha sido un país, que los Partidos tradicionales, supieron sembrar sus posiciones ideológicas, ahí tiene el triunfo de Manuel Rosales en el Zulia, es un ejemplo de lo que estoy señalando y como se explica ese fenómeno.
Por eso mismo, ese mundo del PSUV y el Gran Polo Patriótico que ha logrado integrar a una gran cantidad de hombres y mujeres venezolanas en su lucha por un mundo mejor, también tiene que hoy luchar con un mundo que está marginalizado y des socializado y que forma parte de la sociedad informal y un tanto desclasada y ese mundo hay que ganarlo, no solo con discursos, sino con conocer cuales son sus problemas y contribuir a solucionarlos. Porque fue esa marginalidad el caldo de cultivo donde la oposición trabajó.
Este es el reto que tiene hoy la Revolución Bolivariana y hoy ningún gobierno en este planeta puede acusar de ilegitimo y fraudulenta estas elecciones y no hay argumento para mantener las sanciones y el no reconocimiento al gobierno legítimo de Venezuela.
La festinada decisión de Estados Unidos de desconocer las elecciones en Venezuela y la continuidad de reconocer al fantoche Juan Guaidó, como Presidente Interino, demuestra la motivación política de Washington y la continuación de sus planes intervencionistas, por los grandes intereses económicos que tiene, sobre todo para apropiarse del petróleo y de los minerales, sobre todo el oro y coltán.
Las Fuerzas Armadas Bolivarianas, guardiana del legado de Simón Bolívar y del eterno comandante Hugo Chávez Frias, han sabido dar una respuesta digna y valerosas a todas estas acciones enemigas, saben que los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Colombia su principal títere en la región, trabajan con intenciones de penetrarlos y siempre han sido derrotados, pero ojo que ellos continúan en esas oscuras y miserables labores.