Conversamos con Farid Matuk, ex director del Instituto Nacional de Estadística e Informática y conocido militante político de la izquierda trotskista, quien analiza el panorama político mundial, brindando unos alcances sobre la radicalización de los discursos políticos y su eventual llegada al poder en distintos países.
¿Creería que hay una tendencia en el ámbito político hacia la parcialización ideológica o hacia posturas más totalitarias, en el Perú o a nivel global?
Yo creo que el evento más importante a nivel político en el pasado reciente es la disolución de la Unión Soviética, antes la vida era más o menos simple. Se estaba a favor o en contra de la URSS o se estaba a favor o en contra de los países occidentales y el mundo estaba muy simplificado. Con el fin de la URSS hubo la creencia, como se ve en el libro de Fukuyama “El Fin de la Historia”, que iba a haber una armonía mundial, y la armonía nunca llegó. Entonces, la ausencia de una solución fácil “estoy a favor o en contra de la URSS”, ha devenido en que no haya una visión simplificada de la realidad; en una analogía cultural, en el mundo de las religiones monoteístas la vida es más sencilla, hay un cielo y un infierno, un dios y un demonio, mientras que en el mundo de las religiones panteístas hay un desorden porque hay miles de dioses intermedios y no está claro quién es un demonio puro, sino que pueden haber miles de dioses malévolos.
O algunos “malévolos” pueden ser vistos como buenos por otros.
En general empecé a ver esto cuando tuve una discusión con una filósofa americana, McKenzie Wark, sobre como el binarismo sexual había migrado hacia una gradualidad, y entonces acuñe la frase “el binarismo es un producto del monoteísmo”. Por ejemplo, en la India, que es una sociedad evidentemente panteísta, existe un sexo intermedio desde hace miles de años, toda la vida. En el Lejano Oriente, haciendo de Tailandia la referencia más emblemática, no existe el binarismo que existe en el mundo occidental y cristiano.
¿No existe el binarismo en Tailandia?
No existe, digamos la kathoey (‘lady boy’ en inglés) son una institución, nadie se asombra.
Ok, similar a la India.
Es una distinta estructura, no hay binarismo. Mientras que en el mundo occidental y cristiano que es monoteísta, el binarismo es esencial. Entonces volviendo a la pregunta inicial, la situación política presente yo la asemejo a la ausencia del binarismo. El fin de la guerra fría en occidente indicó el fin del binarismo, o eres comunista o eres capitalista, y ahora hay 40 cosas intermedias. Otra manera de verlo, en un texto de mi autoría identifico que en el mundo binario básico había un solo eje de opresión: el eje económico, entonces teníamos a los oprimidos y a los opresores; pero si uno introduce la opresión racial, hay los blancos y los marrones; y si uno introduce la opresión sexual están los hombres y las mujeres, el patriarcado; y si uno introduce el medio ambiente como eje de opresión, se tiene a los depredadores y a los conservacionistas. Entonces puedes tener políticos que en un eje estén en un lado y en otro eje estén en el otro lado. Tú podrías tener 4 ejes, digamos, ¿Quién es de izquierda? El que está siempre del lado de los oprimidos, la izquierda pura son los oprimidos puros, entonces ahora puedes tener en el camino alguien que puede estar a favor del capitalismo, pero quiere derechos sexuales infinitos.
Hablando de este ver todo en una dicotomía, dentro de mi análisis he trazado este proceso que creería, es una forma de graficar el proceso a la radicalización del panorama político partidario. Planteo que los partidos políticos tradicionales o el establishment político, por diversos motivos buscan ampliar su participación del mercado y su cuota de votantes, por lo que pasan a reinventarse y esto hace que salgan de su perfil tradicional. Entonces, si yo era de derecha o yo era de izquierda ahora me quiero pasar un poquito más al centro, cuando paso un poquito hacia el centro es posible hasta que cree una coalición política y cuando esto sucede, luego ocurre una fragmentación política, ¿Por qué?, porque quien antes votaba por la izquierda o por la derecha, ya no se siente representado. Si antes yo votaba por alguien de izquierda ahora este alguien tiene algunas ideas de derecha o quiere ejecutar proyectos de derecha, y lo mismo del otro lado, entonces esto da lugar a que opciones más radicales, que en tal sentido son más claras en este ambiente de confusión, tienen mayor asidero y la gente los quiera respaldar, etc. ¿Qué opina al respecto?
Veamos un par de cosas, respecto a lo de los partidos, lo que tu supones en tu análisis es una crisis de institucionalidad, es el mismo partido que se va haciendo más o menos radical, partido demócrata y republicano en USA, por ejemplo en la serie “House Of Cards”, aprendí el término “Southern Democrat”, y el término refiere a los demócratas que están a favor del esclavismo, porque Lincoln fue republicano, entonces en el esquema convencional y paradigmático de USA, en algún momento una fracción de los demócratas los Southern Democrat querían esclavismo; en cambio los capitalistas, los republicanos, querían mano de obra, entonces en términos de lo que es más progresivo o moderno, los republicanos eran los más modernos en el siglo 19 en USA.
Nunca lo hubiera pensado.
Busca el término Southern Democrat. Entonces, lo que tú supones es que los partidos están estructurados, pero lo que ocurre en Latinoamérica y está ocurriendo en Europa, los partidos estructurados están desapareciendo. En España ha habido poca democracia pero en Francia que está al costado, los partidos estructurados de hace 50 años ya no existen. Entonces, no es un debate de Coca Cola vs. Pepsi, no es que tienes marcas establecidas. Sino que para mí, el fin de la URSS hizo que las viejas marcas desaparecieran, entonces lo que tú estás planteando, de que estás en una posición y quieres ampliar tu cobertura implica que no tienes un sustituto de tu marca. Digamos en términos analíticos, tú eres una fábrica que produce algo que sirve para la captura de imágenes, y ese algo antes se llamaba Kodak y ahora se llama Samsung o Apple. Entonces la vieja marca ya no existe, por las razones que fuesen, pero la demanda básica continua que es que yo quiero guardar las imágenes para verlas en el futuro, o por ejemplo, cuando yo era niño el regalo era un lapicero Parker o un lapicero Cross, y ahora, regalar un lapicero caro es absurdo, es contra intuitivo, pero lo que sí quieres es poder almacenar tus ideas, si ese algo es el soporte físico del papel y lapicero, y tienes una marca posicionada en lapiceros bien por la marca, pero vino el tiempo y los sacó de carrera, entonces en Europa, hablando de marcas políticas, a excepción de Inglaterra no hay ningún país donde hayan sobrevivido, han sido reemplazados por H&M o Zara.
Eso usted creería que ha sucedido porque…
Cuando cayó la URSS, porque mató el binarismo.
¿Pero si estamos de acuerdo en que ahora hay un resurgimiento de posiciones radicales? Como Trump en USA, Bolsonaro en Brasil…
Desaparecido el binarismo, ya no hay necesidad de estar consolidado, antes tenías derecha e izquierda, ahora tienes centro izquierda, centro derecha, extrema izquierda y extrema derecha. Antes, el mundo estaba simplificado, entonces podías decir ¨Yo soy de derecha¨, el peligro era la guerra fría, la guerra atómica. En cambio ahora, abres el espectro a otras versiones. Ahora, un hecho importante es que en los 70s en Europa, EEUU, Japón tú tenías grupos de extrema izquierda haciendo acciones armadas: ‘Euskadi Ta Askatasuna’ en España, ‘Brigate Rosse’ en Italia, ‘Rote Armee Fraktion’ en Alemania, ‘Irish Republican Army’ en Inglaterra, ‘Symbionese Liberation Army’ en EEUU y ‘Nihon Sekigun’ en Japón, esos grupos de extrema izquierda han desaparecido, la extrema izquierda en aquel momento eran grupos terroristas de libros de texto, dedicados al secuestro y al asesinato. Digamos que la extrema izquierda se ha reducido en presencia y lo que ha aparecido es más a la extrema derecha, como son los ganadores, se pueden dar el lujo de fragmentarse, los perdedores no se dan el lujo de fragmentarse.
¿Pero esto no ha sucedido a ambos lados? Viendo a los gobernantes, hemos tenido a Pedro Castillo en Perú, me parecería muy difícil que en otro contexto pudiera haber ganado Castillo, y casi todos los presidentes en Sudamérica actualmente son de izquierda, tenemos a AMLO en México…
Hay un vaivén, en Latinoamérica, hay un artículo muy bueno que hace un recuento desde el 2000 y tienes un vaivén de derecha e izquierda. Cuando Alan García coincide con otros gobiernos en México, Colombia y Chile, se crea la Alianza del Pacifico, eran cuatro gobiernos de derecha, ahora de los 4 hay 3 de izquierda y uno de derecha, es un vaivén, viéndolo en un sentido binario tenemos oleadas de un lado y del otro.
Entonces, podríamos decir que, cae la URSS se destruye el binarismo, se fragmenta todo…
El lado ganador se fragmenta más que el lado perdedor…
De acuerdo, que es la derecha…
Al final de la Segunda Guerra Mundial el lado ganador fue la URSS. Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cuando cambiaba el gobierno de un país era un tema competente solo para ese país. Si antes se llama el Imperio Zarista y ahora se llama la URSS, pues que se llamé como quiera, pero el perímetro era el mismo; pero al fin de la Segunda Guerra Mundial el perímetro había crecido una enormidad al agregar toda Europa Oriental, entonces el lado ganador fue la Izquierda y aparecen muchos grupos terroristas en Europa. Con el fin de la URSS la izquierda se reduce, se comprime, aparecen otras variedades de izquierda, y como ves el lado ganador se puede fragmentar, segmenta su mercado y crea marcas más especializadas, porque tiene una mayor cuota de mercado.
¿Y podríamos decir que ahora nuevamente se está volviendo a estructurar esta dicotomía?, ¿en Europa ves este vaivén?
Es un vaivén porque no hay estabilidad, tienes todo el periodo de la guerra fría y la caída de la URSS, del 45 al 89 de binarismo, estas con uno o con el otro, por ejemplo, ahora la guerra de Rusia en Ucrania inicialmente iba a ser una guerra relámpago, que ni siquiera le llamaron guerra sino operación especial, ya está cumpliendo un año, y Rusia demuestra que no tiene la omnipotencia que se presumía que tenía.