En la primera quincena de noviembre, los ataques del gobierno de Israel contra Gaza han incrementado su letalidad respecto de civiles, incluyendo niños y niñas, generando el asesinato de 3 neonatos en el hospital Al Shifa, el más grande del norte de Gaza. Este hospital, según el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha dejado de funcionar, con lo que se ha incrementado las muertes entre los pacientes. En general, el Ministerio de Salud palestino en Gaza reporta que 16 de 35 hospitales y 51 de 76 centros médicos están ahora fuera de servicio debido a ataques o falta de combustible, así como 31 ambulancias. Al menos 175 trabajadores sanitarios han sido víctimas de los ataques israelíes. También lo han sido 88 miembros de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas para refugiados, junto con 18 trabajadores de defensa civil[1]. Y ya contamos 46 periodistas que nunca más podrán contar historias ni imágenes como las que den profundidad a las impactantes cifras de 11078 personas muertas, entre ellos y ellas 4.506 niños, 3.027 mujeres y 678 ancianos[2].
Los vivos afrontan una destrucción del suministro de combustible y agua: la Organización Mundial de la Salud ha indicado que las familias, los niños y niñas de Gaza dependían de sólo tres litros de agua por persona al día para beber, cocinar e higiene, cinco veces menos del mínimo requerido, de 15 litros por persona y día. En el contexto de alrededor de 1,5 millones de personas desplazadas internamente de sus 200 mil viviendas dañadas lo que las ha llevado a refugiarse en escuelas, iglesias, hospitales, edificios públicos y de la ONU o familias de acogida, según las autoridades palestinas y las Naciones Unidas. Todo esto podría causar una “inminente catástrofe de salud pública”, según la Organización Mundial de la Salud.
Por ello, Francesca Albanese, relatora especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, junto a otros seis relatores, ha advertido de un riesgo de genocidio contra el pueblo palestino en Gaza[3], relacionado los asesinatos reseñados con declaraciones de líderes israelíes que usan un discurso genocida. Al respecto, es necesario repasar la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, aprobada el 9 de diciembre de 1948, que define el genocidio como cualquiera de los siguientes actos contra los miembros de un grupo nacional, étnico, racial o religioso: a) Matanza; b) Lesión grave a la integridad física o mental; c) Sometimiento intencional a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos; e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Israel en su descargo afirma que sus acciones son una defensa legítima contra los ataques de Hamás. Aduce que sus respuestas son proporcionadas, niega ataques intencionados a civiles, rechaza que sus acciones sean un castigo colectivo o limpieza étnica, afirma que su ejército sigue el derecho internacional, considerando que las acusaciones en su contra son propaganda antisemita y argumenta que los métodos de Hamás en áreas pobladas incrementan los daños colaterales. Al respecto, debe recordarse que la legítima defensa está limitada por el derecho internacional humanitario y la matanza de civiles y la destrucción de infraestructura en Gaza no pueden justificarse plenamente como legítima defensa, aún cuándo se sospeche la presencia de combatientes palestinos debajo o en los alrededores de hospitales.
Por ende, a pesar de las declaraciones de algunos voceros de Israel, otras declaraciones de integrantes de su gobierno, junto con la evidencia con la que se nos informa diariamente, confirman el riesgo de genocidio anotado por los relatores y relatoras de Naciones Unidas.
¿Podemos hacer algo al respecto? Sí. Sumarnos a las exigencias de ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo de un alto al fuego en Gaza, que también deben dirigirse a los representantes del Estado. Y orar, con la confianza de que el mismo Dios al que se invoca en Israel, Palestina y los demás países involucrados, fortalecerá a quiénes buscan la paz y la vida para los más débiles en esa parte del planeta.
[1] Guerra Israel – Hamás: las cifras récord de muertes y devastación que dejó el primer mes de conflicto – BBC News Mundo
[2] Israel asedia los principales hospitales de Gaza, donde el número de muertos supera 11.000 – SWI swissinfo.ch
[3] Francesca Albanese, relatora de la ONU: “Existe la obligación de impedir que se cometa un genocidio en Gaza” – BBC News Mundo