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Opinión

Tribuno. “El Manoseo de la Figura Presidencial en Colombia: Motivación Política y Estrategia de Desgaste”

En Colombia, la figura presidencial ha sido objeto de constante escrutinio y polémica. Detrás de este intenso enfoque mediático y la atención pública se encuentra una motivación central: la política. El manoseo de la figura presidencial no es accidental ni fortuito, sino que responde a una estrategia política deliberada con el objetivo de desgastar y socavar la gobernabilidad.

Motivación Política:

El manoseo de la figura presidencial es impulsado en gran medida por motivos políticos. En un país caracterizado por una dinámica política apasionada y polarizada, es común que los opositores políticos busquen debilitar al presidente en ejercicio para obtener ventajas en futuras elecciones o influir en la toma de decisiones. Esto se traduce en una atención constante a las acciones, declaraciones y decisiones del presidente, que son sometidas a un escrutinio minucioso.

Estrategia de Desgaste:

El manoseo de la figura presidencial no es un fenómeno aislado, sino una estrategia deliberada de desgaste. Se emplean diversos métodos para socavar la credibilidad y la popularidad del presidente. Esto puede incluir la amplificación de errores o fallas menores, la promoción de teorías de conspiración infundadas o la exageración de desacuerdos políticos. El objetivo final es debilitar la autoridad presidencial y crear un clima de inestabilidad política.

Afectación de la Gobernabilidad:

El manoseo de la figura presidencial no solo tiene consecuencias políticas, sino que también puede afectar la gobernabilidad del país. Cuando la atención se desvía constantemente hacia la persona del presidente en lugar de los problemas y desafíos que enfrenta la nación, la capacidad de abordar y resolver asuntos importantes se ve comprometida. La gobernabilidad se ve afectada cuando la polarización y el enfoque en cuestiones superficiales obstaculizan la toma de decisiones efectiva.

En resumen, el manoseo de la figura presidencial en Colombia es impulsado por motivaciones políticas y se inscribe en una estrategia de desgaste. Aunque la crítica y el escrutinio son parte inherente de la democracia, es fundamental que la atención se centre en cuestiones relevantes y se evite la politización excesiva que puede tener un impacto negativo en la gobernabilidad del país.

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