La Concesión que No Quiere Morir
El Hotel Sanctuary Lodge, ubicado en la entrada misma de Machu Picchu, es un negocio lucrativo que la empresa Perú Belmond Hotels S.A. —con participación accionaria del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga— no está dispuesta a soltar. A pesar de que su concesión, otorgada inicialmente en 1995 bajo el gobierno de Fujimori, debería terminar el 16 de mayo de 2025, la empresa ha recurrido a artimañas legales, presiones políticas e incluso a un arbitraje para prolongar su control.
El Argumento Cínico: “Perdimos Dinero”
Belmond alega que, debido a la pandemia y las protestas sociales, dejó de percibir 11 millones de dólares. Por ello, exige 64 meses más de administración para “recuperar pérdidas”. Este razonamiento es peligroso: si se acepta, sentaría un precedente para que cualquier concesionario exija extensiones arbitrarias cada vez que enfrente crisis. Peor aún, López Aliaga —quien, pese a declararse “accionista pasivo”, sigue vinculado a la empresa— tendría un beneficio indirecto de esta maniobra.
Leguleyadas y Amparos Sospechosos
La estrategia de Belmond incluye:
- Un arbitraje en la Cámara de Comercio de Lima, buscando forzar una prórroga.
- Una acción de amparo presentada por sus trabajadores, quienes —curiosamente— lograron una medida cautelar para evitar su despido, pero que en la práctica bloquea la recuperación del hotel por el Gobierno Regional del Cusco (GORE Cusco).
- Reuniones con ministros y autoridades, presionando desde el poder político.
Lo más escandaloso es que el juez Eliot Zamalloa falló a favor de los trabajadores en su último día en el cargo, sin dar tiempo al GORE Cusco para defenderse. ¿Coincidencia? Difícil creerlo.
La Doble Moral de los “Anticorrupción”
López Aliaga y sus aliados se llenan la boca hablando de lucha contra la corrupción, pero callan cuando sus intereses empresariales chocan con el bien público. Mientras tanto, insultan y difaman a quienes denuncian estas maniobras, tachándolos de “caviares” o “opositores ideológicos”. La realidad es que muchos de esos críticos están mejor preparados y tienen más ética que quienes hoy usan el poder para proteger sus negocios.
El Peligro para el Cusco y el País
Si Belmond logra su objetivo:
- Se privatizaría indefinidamente un patrimonio que debe revertir al Estado.
- Se debilitaría la autonomía del GORE Cusco, obligado a ceder ante presiones legales y políticas.
- Se premiaría la mala fe de una empresa que, en lugar de preparar su salida, busca perpetuarse.
El gobernador Werner Salcedo tiene la obligación de defender los intereses del Cusco. Pero no basta con declaraciones: urge una estrategia legal sólida y el apoyo del gobierno central para frenar este despojo. Mientras tanto, la ciudadanía debe estar atenta: el patrimonio cultural no es botín de políticos ni empresarios.