Lima, una ciudad con calles en abandono
En Lima Metropolitana, el estado de las principales avenidas y vías secundarias es deplorable. La falta de mantenimiento por parte de las municipalidades distritales y provinciales ha convertido las pistas en un campo minado de huecos y baches, generando no solo congestión vehicular, sino también accidentes y daños costosos a los transportistas y ciudadanos.
Principales avenidas afectadas
Algunas de las vías más críticas son:
- Av. Universitaria (San Miguel, Comas, Los Olivos): Una de las más transitadas y con graves deterioros en varios tramos.
- Panamericana Norte (Independencia, Puente Piedra): Huecos que aparecen constantemente, incluso después de parches improvisados.
- Av. Túpac Amaru (Comas, Carabayllo): Con sectores tan dañados que los conductores deben zigzaguear para evitar dañar sus vehículos.
- Av. Trapiche (Independencia): Una vía clave del Cono Norte, llena de parches y baches que empeoran con las lluvias.
Consecuencias del abandono
- Accidentes vehiculares: Según el Observatorio Ciudadano Lima Cómo Vamos, el 25% de los accidentes de tránsito en Lima están relacionados con el mal estado de las pistas.
- Daños económicos: El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) estima que los conductores limeños gastan en promedio S/ 500 al año en reparaciones por daños causados por baches.
- Congestión: Calles con huecos generan frenadas bruscas y reducción de carriles, aumentando el tráfico en horas punta.
¿Por qué las municipalidades no actúan?
Las razones son variadas:
- Desinterés y falta de fiscalización: Muchas autoridades no recorren sus distritos y desconocen la magnitud del problema.
- Prioridades equivocadas: Se invierte en obras públicas visibles (plazas, monumentos) pero no en mantenimiento básico.
- Corrupción y mala gestión: Contratos de reparación que solo solucionan el problema temporalmente, sin planes a largo plazo.
Soluciones posibles
- Mantenimiento preventivo: Programas de reparación continua, no solo cuando los huecos ya son un peligro.
- Presupuesto específico: Asignar partidas municipales exclusivas para el mantenimiento vial.
- Tecnología: Usar sistemas de monitoreo satelital o aplicaciones para reportar baches en tiempo real (como el modelo de «BacheApp» usado en otras ciudades).
- Participación ciudadana: Exigir rendición de cuentas a los alcaldes y promover veedurías urbanas.
El mal estado de las pistas no es un problema menor: afecta la seguridad, la economía y la calidad de vida de los limeños. Las soluciones existen, pero falta decisión política y voluntad de las autoridades. Mientras no se priorice el mantenimiento vial, seguiremos pagando las consecuencias con llantas dañadas, horas perdidas en el tráfico y, lo más grave, vidas en riesgo.
¿Hasta cuándo esperarán las municipalidades para actuar? ¿Que dice nuestro locuaz Alcalde Lima, parece que sabe mas de los problemas de Arequipa que los de la ciudad de Lima?
