El líder del etnocacerismo se refirió a la actual situación política del país y, en particular, al régimen de Dina Boluarte, al que calificó de “timocrático”. “Yo le he pedido la renuncia desde el primer muerto. El Partido Etnocacerista exige la renuncia de Dina Boluarte y la de José Williams”, señaló.
En una vivienda de Surco, el líder etnocacerista Antauro Humala recibió este 8 de marzo a La República para responder una serie de preguntas relacionadas con su posición ante las diversas manifestaciones en regiones contra el régimen de Dina Boluarte, la represión y la oportunidad desaprovechada por Pedro Castillo.
—¿Qué es para usted el régimen de Dina Boluarte? ¿Una dictadura? ¿Un régimen cívico-militar?
—Es régimen timocrático. Democracia de los timadores. Eso es lo que es. Y está definido por Platón en “La república”. Existe democracia y existe también timocracia. Eso es lo que tenemos en el Perú
—En ese sentido, a estas alturas, ¿pide la renuncia de Dina Boluarte?
—Yo lo he pedido desde el primer muerto que hubo a raíz de estas protestas, en diciembre de 2022. El Partido Etnocacerista, en un comunicado firmado por mí, exige la renuncia de Boluarte y la de José Williams. Porque si entra Williams, el autor de la matanza de Accomarca y del crimen de Estado en Andahuaylas, como presidente provisional y en el Legislativo asume Martha Moyano, que es fujimontesinista al 100%, ya entraría la derecha totalmente calateada y vengativa.
—¿Para usted Boluarte es de derecha o de izquierda?
—Es una presidenta anodina. No tiene color, sensación, no tiene orientación.
—¿Es camaleónica?
—No, tampoco camaleónica, sino que está ahí para sostenerse porque sabe que en su soledad política, una vez fuera del poder, va a estar en manos totales de la Fiscalía y, obviamente, va a seguir en el espejo de Pedro Castillo.
—¿Por qué?
—Primero hay que entender que ella formaba la plancha de Pedro Castillo y la única persona que podía relevarlo era esta señora, que debió haber renunciado en el acto es otra cosa. Pero a ella le correspondía (asumir), no había otra persona. Hubo una sucesión constitucional.
—Lo han cuestionado por usar ese término: “sucesión constitucional”. Dijo eso sobre la sucesión de Boluarte cuando en regiones ya había protestas contra este régimen. ¿No se arrepiente?
—No, porque la historia me da la razón por las revelaciones. Por lo que está sucediendo con Pedro Castillo, ya sabemos que había otros intereses de mantenerse en el poder por parte del cogollo corrupto. Yo dije lo que es coherente en ese momento al pequeño grupúsculo de 80 a 100 personas que estaban en la plaza. Nunca hubo mitin.
—¿Fue una conferencia de prensa?
—No hay foto de un mitin, hay una conferencia con 80 personas afuera, la mayoría castillista, que estaba con la sangre en el ojo porque lo habían destituido a Castillo. Obviamente, yo digo: “Es legal, pero no es legítima”. Salió en El Peruano (su asunción), ha jurado porque le correspondía a ella.
—Pero su discurso se entiende como un respaldo al régimen de Boluarte.
—Bueno, lo entendieron mal dos o tres youtubers, que ahora sabemos que recibían plata de Castillo porque hubo remesas para la prensa alternativa. Les quitaron la mamadera. Yo no lo puedo defender moralmente a Castillo. Siempre he dicho que es un ladrón de gallinas y me ratifico. La historia lo puso (en la presidencia) por equis motivos. Pudo haber sido un proyecto nacional 50 años después de Velasco Alvarado. Falló porque se corrompió. Lo único que se le pide a un hombre que está al mando de ese movimiento es que no se involucre en la inmoralidad y lo hizo. Ahora se descalifica solo.
—También ha dicho que, de llegar al poder, fusilará a todos los expresidentes involucrados en el caso Lava Jato. ¿Por qué no incluye a Castillo? Él está investigado por corrupción.
—Primero, porque no está en Lava Jato. Lava Jato para mí es un problema de seguridad nacional porque son agentes extranjeros, alias inversionistas, que tuvieron a su merced, bajo soborno, la voluntad presidencial de una república en un tercio de siglo. Eso es un problema de seguridad nacional más que de corrupción. Eso es fusilamiento. Castillo era un ladrón de celulares, de gallinas, no sabe lo que es Lava Jato.
—¿Ladrón?
— Ah, por supuesto. Por eso que lo metan en ‘cana’, pues. Pero lo otro (Lava Jato) es un problema de seguridad nacional. Yo hago la diferencia y busco ser coherente. Boluarte podría ser corrupta. Hasta ahora no se le prueba, se le podrá probar, se le podrá acusar. No estoy diciendo que esté comprobado, pero seguramente lo van a averiguar, pero si fuera corrupta, no es lavajatista. Estoy hablando de lavajatistas, desde Fujimori hasta Vizcarra.
—Y ahora, en el caso de Boluarte, como usted dice, legalmente no está probado que ha cometido actos de corrupción.
—No lo sé, la verdad.
—¿Pero es un régimen que ha violado derechos humanos?
—Los ha violado tanto como el 99,9% de los regímenes políticos, civiles y militares del Perú. Es más, las dictaduras en el Perú, si ves la historia, son más pacíficas que las democracias. Las democracias son más sangrientas en Perú que las dictaduras. Estamos viendo los miles de muertos que tuvieron Fernando Belaúnde y Alan García. Es más, en la Comisión de la Verdad, Alberto Fujimori en 10 años tiene menos muertos que Belaúnde en cinco años y García en cinco también. Entonces, ahora en el caso de Dina Boluarte, obviamente, hay violaciones de derechos humanos porque lo que ha pasado en el sur ha sido una tragedia: 66 muertos, incluidos los seis últimos muchachos, los seis soldados.
—Y son regiones que usted ha recorrido.
—Efectivamente, yo he recorrido el sur y he proclamado las consignas que después hizo suya la población en las protestas, con lo cual me parece que han abierto los ojos, me parece bien.
—Insisto, ¿hubo o no violaciones de derechos humanos?
—Por supuesto que los ha habido por parte del Gobierno y yo estoy indignado por eso. Y justamente la tragedia que ha habido (en Puno) a mí me duele en el alma porque he sido militar, he trabajado en esa zona, en el Ilave, de Santa Rosa, y lo que es indignante es la desvirtuación del rol militar. Un soldado sin armas ya no es soldado, es un paisano. Entonces, al Ejército lo están obligando a despojarse de su rol por debilidad de la clase política.
—¿En qué sentido?
—Mira, yo me he rebelado dos veces siendo militar contra el comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Primero, con Fujimori y después, con Toledo. Rompí la cadena de mando en cierto nivel. Porque hay una cadena de mando que hace que el soldado le haga caso al cabo, al sargento, así hasta el mariscal y hasta el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, pero esa cadena de mando debe tener una línea, no solo técnica, sino también moral. Yo no puedo ordenar a los soldados que secuestren gente y desaparezcan, no puedo ordenar eso. Un soldado me podría decir, no le hago caso y tendría toda la razón, debería rebelarse contra mí porque yo no puedo dar una orden indebida. Si hay una orden debida, la obediencia es indebida. Tengo que dar una orden debida. Entonces, ahorita le están dando al Ejército una orden indebida: reprimir una protesta justa. Obviamente, al señor Gómez de la Torre, al baboso este del ministro de Defensa que tenemos, porque es un baboso. No sé, es indigno. Se aferra al puesto. Hay que sacarlo arrastrando de su oficina. Esa cadena de mando en algún momento se puede romper. Velasco la rompió en su máximo nivel y se enfrentó al presidente, luego vino el golpe y eso es la revolución. Si no lo hacía, tenía que reprimir al pueblo. Entonces, en el año 2000, yo rompí la cadena de mando en el nivel de mayor, por eso apreso a un general, capturo un cuartel y le digo al comandante supremo: “Usted es un miserable”.
—¿Aquí, para usted, debería romperse la cadena de mando entonces?
—Aquí no se ha roto la cadena de mando, debería romperse. El problema es eso, por eso es que se han ahogado (los soldados en Puno) porque, si hubieran roto la cadena de mando y se hubieran rebelado contra la presidenta, hubieran hecho un proyecto revolucionario como el de Velasco. Obviamente, ese es un proyecto muy soñador. Hay que tener una personalidad extraordinaria.
—Pero lo que propone ocasionaría una guerra civil en este momento.
—Por eso es que, cuando la cadena de mando se rompe, se rompen grados subalternos. Cuando fue en mi caso en Locumba y Andahuaylas, hubo muertos y terminé preso, pero si yo hubiera sido comandante general del Ejército, como fue Velasco, no hay necesidad de represión. Es como si ahorita el comandante general o el jefe del Comando Conjunto, que es el General Gómez de la Torre, el del mandil rosado; sí, este señor, que ahora cierra las filas con el fujimontesinismo, porque para él la carta magna en el Perú honorable es la de Fujimori-Montesinos y cumple su rol de subordinación al poder constitucional, que es a lo que se subordinan las Fuerzas Armadas, según todas las constituciones; dice que se subordina ante la Constitución de Fujimori y Montesinos, y por eso le mete bala a todos los subversivos y le exige a la señora Boluarte que nos dejen pelear con las armas. Es lo que está diciendo, pero qué pasa si ese general Gómez de la Torre, que está formado con la escuela del Pentágono, fuera formado con la escuela de Velasco, entonces él diría: “Sabe qué, señora Boluarte, le doy un golpe de Estado y convoco a la asamblea constituyente porque el país es ingobernable y adelanto las elecciones. El país es ingobernable por 130 mamíferos de derecha y de izquierda que están engañando a la población. Ellos piensan quedarse hasta el último día del 2026 y usted acá está de más”. El Perú necesita un cambio. Este cambio social se hace con un Velasco desde la cúspide de las Fuerzas Armadas o va a seguir esta rebelión, van a seguir soldados ahogados, va a haber este cortocircuito.
—Usted quiere ser una especie de sucesor de Velasco.
—Bueno, yo lo admiro mucho. No me considero a la altura de Velasco, pero para mí es un camino.
—¿Los métodos con los que él llegó al poder?
—Claro. ¿Hubo costo social en la revolución? No hubo ni un muerto. En los siete años de Velasco hubo infinitamente menos mortandad que con Belaúnde, que con Toledo, que con ‘Cosito’, que con Boluarte. Son hechos materiales.
—Políticamente, ¿no cree en el sistema democrático?
—Mira, a lo que se visualiza como democracia aquí yo la considero timocracia: democracia de los pende***, democracias de los timadores. Entonces, por eso es que el sistema democrático, que con la caída de Fujimori no ha sido interrumpido, hubo presidentes, todos estuvieron presos por ladrones, todos están presos por miserables lavajatistas de derecha a izquierda. Estamos viendo en los hechos que este sistema que se llama democracia en verdad es igual a 11 papelitos, mandan, firmas falsas, planillones. Bueno, esto yo no creo que sea democrático. He leído “La república” de Platón, que es el clásico de clásicos escrito en el siglo IV antes de Cristo, que dice que la democracia la definen así: la democracia se origina cuando los pobres del país —palabras de Platón—, después de vencer a los ricos, a unos les dan muerte y a otros les reservan cargos de Gobierno que suelen darse por sorteo, no dice votación o elección. Entonces, para los que dicen que la democracia es igual a votación, Cristo fue ajusticiado democráticamente y yo pregunto siempre: el asesinato del corregidor Don Antonio de Arriaga, públicamente, con ventaja y alevosía efectuada en la plaza de Armas de Tungasuca en 1781, por José Gabriel Condorcanqui, y con eso estalló la gran revolución andina; ¿fue un acto democrático o antidemocrático? Esa es la pregunta del millón a la sociología. Para mí, totalmente democrático, según la definición de Platón, y es totalmente terrorista, según la definición actual de la Constitución de Fujimori-Montesinos.
—Si usted llega al poder, ¿qué tipo de democracia le espera al país?
—La auténtica. Para empezar, el primer día, ¿te acuerdas cuando el traidor de mi hermano asumió el poder gracias al esfuerzo de los etnocaceristas? En el primer minuto, él juró por la Constitución de 79, pero a partir del segundo minuto, los cuatro años y 11 meses y 30 días y 23 horas y 59 minutos, fue traición pura, antinacionalismo. Gobernó con la Constitución de Montesinos. Nosotros, como quiero reivindicar ese proyecto, en el primero segundo estamos desconociendo olímpicamente la Constitución de Fujimori-Montesinos y estamos enarbolando, aplicando a rajatabla, draconianamente, el artículo 307, que es el último de la Constitución del 79, que contempla que esa Constitución sea dirigente y los golpistas del 5 de abril, más todos sus sucesores que no hayan restablecido el orden, deben ser apresados y, si además son lavajatistas, fusilados.
—¿No es un poco idealista lo que dice?
—No, no, para nada. Es totalmente accesible. Yo me acuerdo cuando…
—Castillo quiso quebrar la Constitución el 7 de diciembre, las Fuerzas Armadas no lo respaldaron y, mire, cómo terminó.
—Ah, es que Castillo era un imbécil. Aparte de imbécil, era inepto y corrupto. Mira nomás su entorno.
—Pero si usted quiere gestionar con base en la Constitución del 79, ¿va a tener el apoyo del Ejército?
—Uno de los problemas del Gobierno de Castillo es que es generado por un sector de la ultraizquierda, en este caso el Movadef. El Movadef en su historia, que es la versión más suavizada de Sendero Luminoso, no se va a la lucha armada, están en lucha política, lo cual me parece que es una evolución, está bien que vayan a la lucha política y está bien que se inscriban en el sistema electoral. El Movadef, este sector de la izquierda, siempre ha visto al Ejército como un ente totalmente represivo, que pare Pinochet en todas las promociones, y no se da cuenta de que el Ejército también tiene un potencial revolucionario. Se dio con el general Velasco. Ellos, en su ideología, su doctrina, sus sentimientos, ven al Ejército como algo inaccesible, como algo desconocido, ignoto para ellos; pero yo, que salgo del Ejército, conozco a mi institución, conozco la psicología y sé que hay un potencial revolucionario en el Ejército. Está el etnocacerismo, que ha nacido de las filas del Ejército. Si el pueblo nos honra con liderar los destinos de nuestra patria, desde el primer segundo, estamos desconociendo la Constitución de Fujimori y estamos metiendo presos a todos los lavajatistas. ¿El Ejército nos hará caso? ¡Tienen que hacer caso! El Ejército solo respeta a quien teme. El Ejército es una maquinaria que, mal empleada, puede llevar a la corrupción a todo un Gobierno y, bien empleada, puede recuperar el Morro de Arica en 24 horas.
—Dice que va a fusilar a los lavajatistas, pero el Ejecutivo no tiene facultades para eso, salvo que su eventual gobierno intervenga el sistema judicial
—(Guarda silencio unos segundos, mira al suelo). Mira, si tú lees bien el artículo 307 de la Constitución del 79, no solo te faculta, sino que te ordena y dice: “Todos los peruanos tienen la obligación de colaborar en la restitución de esta Constitución”. Si yo soy presidente de la república, yo me acaparo eso y hago justicia contra los traidores de los últimos 30 años. O sea, es decisión y es coraje.
—¿Y cuánto tiempo se quedaría en el poder? ¿Cinco años? ¿O buscaría seguir?
—Estamos especulando. Vamos a respetar los plazos. Yo me considero un demócrata, en el real sentido de la palabra socrático-platónico. La definición: “Cuando los pobres del país, después de vencer a los ricos, a unos le dan muerte y a otros le reservan puestos de Gobierno”.
—Si quiere ser presidente, necesita un partido, tengo entendido que Virgilio Acuña está formando uno, pero ambos se han alejado.
—Virgilio tomó su rumbo hace tiempo. Cuando yo estuve preso, él se llenó la boca hablando en mi nombre. Yo estaba bien incomunicado en la época de Pedro Castillo. Repito, Pedro Castillo no me indultó, me comí la ‘cana’. Mi cautiverio durante el período de Pedro Castillo, de Perú Libre, fue el más cruel que tuve. Ayer (7 de marzo), escuché en las noticias que Pedro Castillo está preso y se está quejando porque no le deja llamar por teléfono. Bueno, así me tuvieron a mí 18 años y con Pedro Castillo, que prometió indultarme, estuve más jodido en su período. No me quejo porque sé que nadie le hacía caso.
— Ya, ¿pero por qué se distanció de Virgilio Acuña?
—Porque tomó mi nombre y negoció a nombre del etnocacerismo, sin ser etnocacerista y sin tener nada que hacer ahí. Se fue donde Rafael López Aliaga, uniformó a cuatro civiles con polos etnocaceristas, le hizo creer al ‘Gordo’ que Antauro Humala lo apoyaba. Después ha estado negociando o haciendo tratos a nombre mío, sin que yo sepa.
—¿Pero es cierto que Virgilio Acuña lo ayudó a pagar su reparación civil? Es lo que me dicen fuentes del entorno de Virgilio.
—Bueno, eso se lo agradezco. Pero no fue él solo, fue un conjunto de empresarios del norte. Tampoco me pagó toda la reparación civil. Me pagó el 10%, pero que tenía un plan conmigo de hacer una candidatura. Bueno, no nos pusimos de acuerdo. Y más que todo, repito, yo he estado incomunicado en la cárcel y si una persona, sin que tú tengas conocimiento, va a hablar en tu nombre cuando el Gobierno, con otros partidos políticos, hace tratos y falsifica militantes, eso a mí me molesta. Él es paisano de Castillo, es coetáneo con Aníbal Torres. Son de Puña, de Chota.
—¿Entonces, con qué partido piensa postular?
—Con el mío, Alianza Nacional de los Trabajadores Agricultores Universitarios y Obreros, que ahorita está con un pie en la inscripción. Nos falta resolver algunas ocurrencias. Hoy (miércoles 8 de marzo), el ROP (Registro de Organizaciones Políticas) nos entrega las novedades que tenemos que cubrir. Vamos a pasar.
—Como su partido aún no está inscrito, ¿no le conviene el adelanto de elecciones?
—Yo le dije a La Encerrona, si las elecciones son el 2023, obviamente no da tiempo para poder postular, entonces me preguntaron si me conviene el 2024, claro que nos convendría y, si se adelantan al 2023, en buena hora porque eso va a calmar la tensión social.
—¿Cree que pueda traerle un costo electoral no haber tenido una postura confrontacional con el Gobierno de Dina Boluarte?
—Mire, no sé qué más confrontacional pueda ser pedir su renuncia. Me haces recordar cuando me dicen: “Mayor, por qué no está aquí (en las protestas)”.
Porque es lo que le piden algunos en regiones.
—Yo salgo después de hacer dos rebeliones, contra Fujimori y Toledo, me costó 18 años de prisión, salgo de la prisión, yo pude tranquilamente tener un año sabático, se me ha muerto un hijo estando en la prisión, tengo la familia casi destrozada, la gente hubiera entendido que me tome un año sabático para reencontrarme con mi gente o mi familia, con mi esposa, mis hijos que aún me quedan. Pero no, me fui a hacer una gira, proclamando mi inocencia por todo el sur. Y cuando cae el Castillo, yo estoy entrando al norte y es por eso que yo me doy un plazo para marzo, porque dije: “Tengo que ir al norte, al centro, al ardiente sur, tengo el resto de las plazas para convocar al medio millón de personas”. Pero muchos compatriotas creen que yo he estado 18 años libre y con millones de dólares de Lava Jato en mi celda.
—Entonces, ¿tenía programado marchar en marzo? Ya estamos marzo.
—Sí, pero yo lo hago con mi iniciativa porque yo nunca tuve contacto con Pedro Castillo, porque sabía que era un inepto, yo sabía cómo me había tenido en la prisión, sabía que nadie le hacía caso y que estaba en un cogollo muy cerrado y corrupto. Entonces, salgo de la prisión, hago mi estrategia sin tener contacto con ellos (los castillistas), que tenían ya sus líos con el Congreso y tenían a su líder con la Fiscalía, y estaban apurados con que yo trajera al medio millón de personas a Lima rápido y por eso se desesperaban. Y traían 4.000 reservistas del Huallaga, 2.000 de Tarapoto y hacían estos simulacros con 5 o 6.000 reservistas por las calles de Lima, que eran puras masturbaciones. Ellos tenían presupuesto, pero hasta eso se tiraban. Ellos me incitaban y yo les decía: “Señores, yo no tengo el millón de dólares de Soros, ustedes son Gobierno. Póngame los vehículos por lo menos, yo los traigo en diciembre, pero déjenme recorrer todo el Perú”.
—Sabe que en política no hay coincidencias, usted estaba en su gira, cae Castillo, asume Boluarte y pasa al silencio.
—Y regreso a Lima.
—Pero no hay más apariciones públicas de Antauro.
—Claro, ¿por qué? Cuando yo salgo de prisión, hago las giras. La primera declaración que hice fue en Puquio y dije: “Señores, el Gobierno de Pedro Castillo es inepto, lo sabemos, pero aun así cumple un rol positivo para el movimiento popular, que nos da dos cosas que son vitales para nosotros: tiempo y espacio para desarrollarnos”. Yo, en los 22 años de etnocacerismo, siempre he tenido al Estado en contra. Siempre he tenido a la Policía en contra, nunca nos han permitido hacer mítines. Nos quitaban los periódicos, nos metían a las comisarías a nuestros reservistas, casi como ‘terrucos’.
—Ahora, ya estamos marzo.
—Claro, pero ya no se puede hacer nada. Escúchame, pues. Tú has leído la historia, me imagino, de la batalla de Huamachuco. La batalla de Huamachuco comenzó a las 6 de la mañana y a las 5 de la tarde seguían peleando. Cáceres tenía un plan. Al final iba a entrar la reserva para rematar el triunfo. Pero la reserva se había metido al combate al mediodía. Cuando Cáceres llama a la reserva para definir el triunfo, ya no había armas, no había municiones, los chilenos se dan cuenta, regresan y comienza la persecución. Cuando se da una hora, un día, se tiene que respetar, no puedo atacar antes. Yo estoy diciendo para marzo con la mía, el inepto (de Pedro Castillo) mete la pata en diciembre, friega todo, hay desorden. Salieron todos espontáneamente. Si yo voy a comandar una batalla, usted debe tener sus fuerzas bajo su control total. No voy a decir: “Ya comenzó la batalla, con desorden, comande usted, póngase adelante”. Ya se fregó todo. Ya está Boluarte, ya está la derecha, ya no tenemos el tiempo y el espacio para desarrollarnos. Tengo una denuncia de apología al terrorismo por el procurador del Estado, o sea, de Boluarte y de Alberto Otárola. Tengo otra denuncia por sedición de la bancada de Renovación Popular. Entonces, ya no tengo el tiempo y el espacio, pero hay gente que no se da cuenta de eso. Dicen que el mayor es valiente, se ha rebelado dos veces, él tiene la obligación de rebelarse todos los días, él es valiente y él tiene que demostrar su valentía, tirar su piedra todos los días, ¡no jod**! ¡No jod**! Yo ya hice mi tarea y estamos inscribiendo un partido. Esa insurgencia fue heroica, pero espontánea y sin organización. Y solamente en el sur. Es imposible ganar una batalla así. Faltó el norte. Voy a recorrer el norte, pero ya no con fines de la marcha, sino con fines de inscripción electoral y ganar las próximas elecciones.
—Lo siento pesimista cuando se trata de enfrentar al Gobierno de Dina Boluarte.
—Tu sentimiento es injustificado.
—Porque dice que ya no tiene tiempo y espacio.
—Claro, porque Boluarte está de fantoche, quien gobierna es Otárola y la derecha. Y ya me han denunciado, en cada mes me sale una denuncia. Entonces, yo ya no puedo salir con mis caravanas porque la Policía me detiene. Me siento hostigado. Antes que te vayas, te voy a dar la filmación del famoso ‘Conejo’ tapándose la cara cuando yo estoy en un restaurante. Me quieren meter por tercera vez a la cárcel.
—Hace dos meses, me enteré de que la presidenta Boluarte se comunicó con Bermejo para pedirle que no participe en las protestas y luego Bermejo denunció persecución. ¿La presidenta se ha comunicado con usted?
—No.
—¿O ha enviado a alguien?
—Mire, yo sé que hay una periodista que se llama Cecilia García, de Exitosa, que lanza un audio y dice que ya se fregó Antauro, y que ya tienen un audio con Boluarte. Pero ¿usted me escucha? Nunca he hablado con la señora. Tengo mucho respeto por el periodismo, pero hay periodistas aficionados que lanzan cualquier cosa.
—Es un audio en el que Boluarte le dice que el país lo necesita.
—Me causa risa. No he hablado con la señora Boluarte, tampoco la conozco. El etnocacerismo apoyó la candidatura de Pedro Castillo y a Dina Boluarte como plancha de Perú Libre. Por supuesto que el partido etnocacerista apoyó, pero yo estaba preso.
—Tengo otra pregunta y es sobre la denuncia del procurador. ¿Se arrepiente de esas declaraciones? Usted dijo que lo mejor que había producido la izquierda era Sendero Luminoso.
—Quizás, tengo que corregir “lo mejor” por la palabra “trascendente”. Lo más trascendente que ha dado el sector izquierdista en 500 años en el Perú, les guste o no, es Sendero Luminoso.
—Pero Sendero mató a miles de personas.
—Claro, por eso es más trascendente. Trascendente no es mejor o peor. Hitler fue trascendente. Stalin fue más trascendente que Trotsky. ¿Quién ha sido lo más trascendente en la derecha? Ha sido el APRA, que duró casi un siglo, no puedes entender el siglo XX sin leer a Haya de la Torre. En cuanto al nacionalismo, para nosotros, desde Pizarro hasta ahora, lo mejor que hay es el etnocacerismo. Podemos volver al poder por vía electoral. Y en la izquierda, desde mi perspectiva, lo más trascendente es Sendero Luminoso, no es el MRTA, la Izquierda Unida, no es Juntos por el Perú o el Frente Amplio. No puedes entender el tránsito del siglo XX al siglo XXI sin estudiar el terrorismo del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso, con Abimael Guzmán. Ha tenido rol negativo, pero es trascendente.
—¿Cree que dentro de las protestas hay elementos terroristas o senderistas?
—Puede haberlos, pero no es la gran mayoría. También puede haber un simpatizante de ultraderecha.
—Otárola dice que hubo un intento de tomar el poder por la fuerza.
—Bueno, todos los partidos aspiran a tomar el poder. En una revuelta popular se aspira a un cambio de gobierno. Ahí están las banderas. La independencia del Perú ha sido con violencia. Yo considero que una salida para el país sería que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas asuma el poder y convoque a elecciones. Pero el general Gómez de la Torre es la antítesis de Velasco.
—Otra pregunta pendiente que tengo es la siguiente: ¿de llegar a ser Gobierno invadiría Chile?
—El Perú ha tenido tres proyectos nacionales: la Confederación Perú-Boliviana, en el siglo XX el proyecto nacional era con Velasco Alvarado y en el 75 Pinochet hace minar su frontera en Chile. Entonces, el proyecto nacional peruano colisionaba con el proyecto chileno. Con Castillo pudo hacerse, pero fracasó. Entonces, nosotros seguimos con ese empeño de llegar al poder y ahí sí intentaríamos hacer el tercer proyecto nacional. Y por historia sabemos que eso colisiona con el proyecto chileno y tenemos que estar preparados. Más aún porque aún hay territorios en cautiverio. Cuando me preguntas qué hacer con esos territorios, se debe alimentar la educación y la necesidad de recuperarla. Yo aspiro a recuperar Tarapacá y Arica.
—Hace poco, Alberto Otárola dijo a la Fiscalía que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas solo le informa de los resultados de los operativos. ¿Es posible que un primer ministro no conozca el aspecto operativo?
—Debe conocerlo en términos generales, pero no es su chamba. El ministro de Defensa y el primer ministro articulan la decisión política con decisión militar. Hay un cortocircuito porque hay una situación injusta en el país para lo que el Ejército no está preparado. Otárola ahorita se va a echar aceite, como hacen todos los políticos, y al último va a pagar pato un capitán o un coronel.
—Algunos militares dicen que el estado de emergencia fue una disposición política para que los militares actúen.
—¿Entonces por qué Gomez de la Torre permite que los soldados salgan sin armas? Están denigrando al Ejército. Si el soldado va a salir con fusil para no utilizarlo, ese fusil es un impedimento para cruzar el río. Esto sucede por este desorden.
—¿Ha visto los videos de Ayacucho?
—Sí, he visto algunos, pero a mí me han acusado de matar cuatro policías, pero yo no los maté. Entonces, cuando me hablan de videos, tengo muchos reparos; por ejemplo, he visto el video de tu colega de La República.
—Sobre lo de Puno…
—Pero yo veo una persona que habla, pero lo que narra no es lo que veo en el video. A lo que voy es que, cuando me dicen que hay un video de un soldado disparando, yo quisiera ver al soldado disparando y a la persona muriendo en el video porque también he visto videos ‘truchos’.
—Entonces, ¿usted duda de los videos de Ayacucho?
—Mira, en un cuadradito yo te hago maravillas. Lo que yo estoy viendo es que hay mucha información falsa con videos. No he visto un video de un soldado disparando y de un ciudadano cayendo. Como a mí me han sentenciado por haber matado a cuatro policías que no maté, entonces yo soy bien desconfiado con los videos. Pero más allá de eso, este problema se suscita porque hay un problema constitucional. El pueblo quiere asamblea constituyente y adelanto de elecciones. Estamos en un impase. Boluarte y Otárola no quieren un muerto más, ya están siendo amenazados por la ONU, los han emplazado a nivel internacional, están desesperados y le exigen al comandante general que no haya un muerto, que los soldados no disparen, les han prohibido que usen las armas. Y el pueblo tiene la razón. Entonces hay una situación problemática en el cerebro de los generales. Y como estos no admiten una salida tipo Velasco, tienen que soportar este impase y la próxima Comisión de la Verdad se va a venir contra ellos. Los políticos se van a tirar grasa y vamos a ver otra vez tenientes y capitanes desfilando ante los jueces.
—Mi última pregunta. Para un sector de la izquierda, el adelanto de elecciones es inservible si no va de la mano con una asamblea constituyente. ¿Opina lo mismo?
—Mira, lo ideal es que haya adelanto de elecciones conexo con un referéndum para una asamblea constituyente. A eso se niega la derecha. Entonces, yo me doy cuenta de que el adelanto de elecciones, con esa posición de la derecha, va a ser sin referéndum por una asamblea constituyente. Entonces, ese referéndum que va a calmar el sur solamente va a poder emanar en un escenario subsiguiente a las elecciones, siempre y cuando la candidatura nacionalista acceda al poder o una de auténtica izquierda. De otra manera, el problema se va a prolongar.
Fuente: La República