Conocido por sus excelentes imitaciones a diferentes personalidades locales e internacionales, Carlos Álvarez se muestra hoy firme y levanta su voz contra la criminalidad que aqueja al país. Luego de haber recibido una bala en la puerta de su casa por parte de extorsionadores, está dispuesto a luchar activamente por la causa.
En medio de los diversos cambios dentro de la estructura de la Policía Nacional y la ola de inseguridad que enfrenta el país, Perú21TV conversó con Carlos Álvarez sobre sus ideas y anhelos, así como de sus posibles aspiraciones políticas. Además del envolvente trabajo humorístico al que tiene acostumbrados a la mayoría de peruanos, ha emprendido también una loable batalla activista contra uno de los principales males que aquejan a la ciudadanía y a él en carne propia: la delincuencia.
La presidenta Dina Boluarte ha sufrido una agresión el fin de semana. Si es que las personas pueden llegar a agredirla con facilidad, ¿qué será de nosotros, los ciudadanos de a pie?
Muy aparte de que haya gente que pueda estar de acuerdo o no con la presidenta Boluarte, eso no significa que deban atentar contra la integridad física de quien representa a la Nación. Pero aquí las cosas claras: se ha roto la pita por el lado más fácil, que ha sido el comandante general de la Policía. Aquí hay muchos actores que lamentablemente nos han llevado a esto. Si a la presidenta de la República nadie la cuida, pueden atentar cuando les da la gana y no pasa nada, ¿qué cosa está pasando con los ciudadanos? Estamos en total indefensión y creo que aquí me parece injusta la medida con el comandante general de la Policía. Las falencias no son solo de la Policía. Ellos son simplemente un actor de todo esto. Aquí hablamos del Ministerio Público, la labor del Poder Judicial, del INPE, del Ministerio de Justicia, de Migraciones, etcétera.
Como dice la obra de Gabriel García Márquez, esto fue una crónica de una muerte anunciada. Creo que ya había una situación de enfrentamientos muy grande con el ministro del Interior y buscaron el pretexto y el momento para defenestrarlo. Se ha cometido una injusticia. No se puede zarandear así a una institución como la Policía Nacional, como lo han hecho también otros presidentes, como lo hizo Sagasti, que descabezó a 18 generales diciendo que había corruptos. No se puede maltratar así a la institución policial cuando hay que empoderarla, apoyarla, enriquecerla, darle todas las herramientas y las oportunidades para que haga cada vez mejor su trabajo.
El general Angulo ha estado menos de un año en el puesto de comandante general y ha sido cambiado. Entonces, finalmente no se hablaría solamente de una acción irregular, sino también ilegal.
Así como el jefe del Ejército tiene una estabilidad de dos años, igual tiene que pasar en la Policía. Si no, ¿cómo se puede comandar una institución? No hay continuidad, no hay una política de Estado del comando para hacer su trabajo. Entonces, ¿de qué manera se puede planificar estrategias, si la presidenta o el primer ministro mañana me pueden sacar? Eso no se puede permitir. Creo que la institución policial está siendo lamentablemente golpeada de esta manera una vez más y ojalá ahora el nuevo comandante general Zanabria haga respetar a la institución. Por sobre el tema político tiene que primar el objetivo principal, que es devolver la tranquilidad, la paz y la seguridad a todos los peruanos.
¿Cuál debería ser esta estrategia integral o qué tipo de acciones deberían estar dentro de esta para poder darles mayor tranquilidad a los peruanos?
El delincuente tiene que ser declarado como objetivo militar. Además, declarar la tenencia ilegal de armas como terrorismo delictivo. Tercero, los delitos como sicariato, secuestro, extorsión, declararlos como traición a la patria. Refundar y reformar el Poder Judicial y el Ministerio Público, que sueltan a los delincuentes como si nada. La Policía por gusto los captura y vuelven a las calles a seguir delinquiendo.
Declarar el estado de excepción en el país, pero que las Fuerzas Armadas realmente apoyen, coadyuven a la Policía, porque tú sales a la calle en un estado de emergencia y no ves un soldado, a un marino, ni a nadie. No ves a las Fuerzas Armadas ni como poder disuasivo. No olvidemos que los gobiernos son temporales, el Estado es permanente. Por eso tenemos que apoyar al Estado todos juntos.
Leyes más duras, más drásticas. No se puede permitir que viene un delincuente extranjero cumple su condena, y luego no puede ser expulsado porque no hay dinero y se queda en el país a seguir delinquiendo. Eso tiene que cambiar y para eso se necesita voluntad política. Yo sí estoy de acuerdo en que se aplique la pena capital aquí en el país, y si tenemos que salirnos del Pacto de San José, nos salimos pues o nos quedamos con reservas, como lo hace Chile. Pero no se puede permitir que nosotros tengamos que mantener en los penales y darles comida, desayuno, almuerzo y cena a los delincuentes, cuando esa plata de nuestros impuestos debe servir para la educación, para que los niños vayan sin anemia al colegio, para mejorar la salud pública.
Pero tenemos un marco legal que protege los derechos humanos. ¿La pena de muerte para delincuentes es una medida necesaria?
La delincuencia criminal ha convertido en un baño de sangre el Perú y esta situación necesita medidas duras, mano dura. Por lo tanto, creo que tenemos que eliminar a aquellos sujetos, lacras que asesinan a peruanos inocentes. Está bien que estemos sujetos a la legislación supranacional, pero acá tenemos leyes y normas que hay que respetarlas. Ningún delincuente puede hacer lo que le da la gana, sea de Perú o del extranjero. Que se aplique la pena capital a todos aquellos delincuentes en flagrancia.
Según información que publicamos esta semana en Perú21, al menos 4 mil extranjeros entre venezolanos, colombianos y ecuatorianos están en las cárceles peruanas. Con este grupo poblacional que sigue creciendo, ¿qué tipo de medidas debería tomarse?
Si sus países no los quieren recibir, si Colombia o Venezuela no los quieren recibir, reabrimos el Frontón o el Sepa y ahí se irán, y que vean cómo se mantienen, que trabajen para comer. Los derechos humanos de los delincuentes terminan cuando agreden los derechos humanos de la víctima, del peruano honesto que trabaja para ganarse el pan, que no asesina, que no roba, que no asalta, que no le quita la vida a cualquier peruano inocente por robarle un celular. No, esos derechos humanos para mí no existen. Seguramente sí existirán para la Corte Interamericana de Derechos Inhumanos, que defiende delincuentes y terroristas, que quiere que con nuestra plata los indemnicemos. Esto se trata de un tema de supervivencia. A veces sentimos los ciudadanos que es el Estado contra nosotros. En España los migrantes ilegales están en campamentos en las Islas Canarias. Lo podemos replicar también acá en el Perú. Copiemos lo bueno que también hacen en las grandes potencias.
La Policía Nacional necesita tener inteligencia. ¿La presidenta Boluarte debería darle las herramientas suficientes para hacer su trabajo?
El trabajo de inteligencia es vital para dar con estos miserables que les están quitando la vida a los peruanos. Si no hay un planeamiento estratégico, entonces todo se va al agua. En el plano económico, Argentina es nuestro espejo porque está quebrado económicamente. ¿Cuál es nuestro espejo en seguridad? Ahí tienes a Ecuador. ¿Queremos que el Perú esté como Guayaquil? Aquí estamos a tiempo para tratar este cáncer que es la inseguridad con medidas duras y drásticas. Y si el gobierno no está a la altura, bueno, entonces las autoridades deben dar un paso al costado y punto. Aquí se trata de cuidar la vida de los peruanos.
¿Cuál es la responsabilidad de los alcaldes distritales en el aumento de la inseguridad ciudadana?
El alcalde de Miraflores está más preocupado en que nadie pise la placita del monumento a Grau. O que roban celulares de marca de alta gama porque son más pitucos y, si eres de otro lado, no te van a robar. ¿Cómo es posible que haya autoridades así? Están preocupados en estupideces cuando su principal objetivo es la inseguridad ciudadana. No solamente es el tema de los serenos, de empoderarlos, de prepararlos, de capacitarlos, de que sepan actuar frente al delincuente y que tengan el apoyo del policía para que no ocurra lo que ocurrió con el ‘Maldito Cris’, con el pobre sereno de Surco. Creo que los alcaldes deben dedicarse a ser más proactivos, trabajar más con la Policía Nacional, más con las autoridades, con el Ministerio de Interior, no dedicarse solamente a llorar sobre la leche derramada. Eso no queremos.
Usted mismo ha sido víctima de extorsión sistemática durante los últimos meses. ¿Cómo van esos casos?
He sido amenazado muchas veces. El lugar que tenía como almacén para mi trabajo social de los donativos fue asaltado dos veces. ¿Y qué pasó? Los fiscales archivaron el caso y los delincuentes otra vez libres. No porque sea quien habla. Yo soy un ciudadano común y corriente. Eso está pasando con todos los ciudadanos del Perú, pues algunos ni siquiera denuncian porque no va a pasar nada. Hasta me dejaron una bala en la puerta de mi casa. Estamos al garete, a la deriva, sin un rumbo, sin un destino, sin un puerto a donde llegar, sin un liderazgo o un grupo de líderes que inspiren a recuperar la tranquilidad.
Esta no es una ola criminal, es un tsunami criminal. Están asesinando todos los días de manera cruel y sanguinaria. Fue terrible como imagen internacional que le jalen los cabellos a la presidenta. Pero hay gente, señora Dina Boluarte, a la que le pasa algo mucho más grave: pierden la vida, los asesinan de la manera más cruel. Niños, mujeres, ancianos son víctimas de la delincuencia de la peor forma, como este empresario al que le han cortado los dedos y lo han torturado por no pagar completo. Eso está pasando en el Perú y eso es peor que te jalen los pelos. No esperemos que lleguemos ese baño de sangre.
La presidenta y sus ministros tienen, en ese sentido, un reto bastante grande…
Que convoquen a las mentes más brillantes, a la gente que sepa, que tenga mayor experiencia y manejo en el tema de seguridad ciudadana para que le den el asesoramiento que requiere el país. Es un tema de vida o muerte.
Estamos hablando de la vida de los peruanos, un tema de supervivencia. Yo no puedo enviar ni siquiera a mi hijo al colegio porque no sé si regresará. O me roban un celular o mi laptop. Lo que queremos es justicia.
DE LA IMITACIÓN AL ACTIVISMO POLÍTICO
En sus redes sociales usted impulsa fuertemente la lucha contra la inseguridad.
Hemos alzado esta bandera contra la inseguridad ciudadana porque también afecta la economía, porque nadie invierte en un país inseguro, nadie pone un centavo. ¿Yo por qué voy a abrir una bodega o un chifa, si me van a pedir cupo al otro día? ¿Cómo voy a construir yo un edificio si vienen las bandas, las mafias? Eso no puede ser. Eso está atentando contra la economía del país. Va a acrecentar más la recesión en el Perú. Por eso es importante recuperar la paz, la seguridad en todo el país. Bueno, yo levanté esta bandera de la inseguridad ciudadana hace muchos meses y me da gusto que haya habido una respuesta. Siento que no he arado en el mar con este mensaje y estoy muy contento por eso. Pero tenemos que pasar del análisis, de la queja, de la protesta a la propuesta.
¿Piensa postular a la Presidencia de la República?
No pienso postular a la Presidencia de la República, no tengo partido político, no estoy inscrito en ningún partido político, no soy candidato a nada, mi partido es el Perú y mi ideología es defender a mi país.
¿Y al Congreso?
Tampoco al Congreso, más aún cuando los últimos congresos están tan desprestigiados y tan venidos a menos porque están plagados de sinvergüenzas y de gente cuasi delincuente.
Ojalá, más temprano que tarde, mejore el nivel de nuestros congresistas y para eso los peruanos tienen que votar mejor y los partidos políticos también mejorar sus listas parlamentarias. Y no poner gente totalmente indeseable.
Fuente: Perú 21