Reglamento establece que legisladores deben integrar al menos una comisión, pero Mesa Directiva evita su cumplimiento.
La exministra y ahora congresista Flor Pablo Medina ya no forma parte de la Comisión de Educación. La Mesa Directiva, a cargo de Alejandro Soto, evitó adoptar las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento del reglamento del Congreso, que establece que todos los legisladores deben integrar al menos una comisión.
El pasado 1 de agosto, Flor Pablo Medina envió un oficio a Alejandro Soto, solicitando permanecer en la Comisión de Educación, donde ya estuvo en los dos primeros años del presente periodo parlamentario.
Un punto a favor de la legisladora es que el reglamento del Parlamento, en su artículo 34, precisa que todos los congresistas deben formar parte al menos de una comisión ya sea ordinaria, especial o de investigación.
Flor Pablo, elegida por el Partido Morado y ahora en condición de no agrupada, solicitó mantenerse en el grupo de Educación, dada su experiencia de más de veinte años en el sector. En el actual Congreso, la parlamentaria también coordinó con acierto un grupo de trabajo que elaboró una propuesta técnica para fortalecer el sistema de la carrera pública magisterial.
Su desempeño en el grupo de Educación, sin embargo, resultó muy incómodo para la mayoría de bancadas que impulsaron las contrarreformas educativas. Una última acción suya fue bloquear con una reconsideración la nueva norma que busca sacar el Congreso para el nombramiento automático de los docentes contratados, sin pasar por concurso. Ahora terminó aislada.
La Comisión de Educación, en cambio, tiene como miembros titulares a legisladores muy cuestionados como el denunciado por recorte de sueldo Edgar Tello (Bloque Magisterial) o los investigados por el caso Los Niños Juan Mori, Carlos Zeballos, Carlos Alva y Paúl Gutiérrez, este último vicepresidente del grupo. Lo mismo que José Balcázar, quien fue elegido presidente del grupo, a pesar de su postura en favor del matrimonio infantil.