Presos de sus hechos. En la campaña política de 2021, la actual presidenta de la República estampó su firma en un compromiso de Perú Libre para cancelar el proyecto minero de Southern en Arequipa y retirar a la compañía del valle de Tambo. Ahora uno de sus ministros habla de retomar la inversión.
El ministro de Energía y Minas, Óscar Vera Gargurevich, puso nuevamente en agenda Tía María, proyecto minero de la empresa Southern Perú Copper Corporation que prevé una inversión de US$1.400 millones.
Vera admitió en Arequipa, la semana pasada, que esta inversión está en los planes de reactivación económica del Gobierno de Dina Boluarte. Aseveró que si la compañía de capitales mexicanos informa adecuadamente y demuestra técnicamente que la actividad extractiva no provocará daño alguno al medio ambiente ni a la salud de las personas, debe ejecutarse. Es la única manera de generar puestos de trabajo, precisó el titular del Minem.
Las declaraciones de Vera han exaltado los ánimos de un sector de pobladores del valle de Tambo, de la provincia de Islay, en Arequipa, zona de influencia del proyecto minero.
Consideran el anuncio como una provocación. Mary Luzmila Marroquín, opositora al proyecto minero, manifestó que Dina Boluarte, cuando postulaba en la plancha presidencial de Pedro Castillo, apoyó su causa. En la campaña presidencial de 2021, se consiguió que el candidato presidencial Pedro Castillo, su acompañante de fórmula, Dina Boluarte, y los postulantes de Perú Libre al Congreso firmen un documento de compromiso contra el proyecto Tía María si llegaban a ser Gobierno.
Historia de un compromiso
La República accedió a esta pieza documental. En el punto 3.4, los firmantes apoyan el retiro inmediato de la minera Southern, así como la cancelación inmediata de su proyecto y todo otro denuncio minero en la provincia costera de Arequipa. El promotor de la iniciativa fue el dirigente Miguel Meza Igme. Le firmaron Pedro Castillo Terrones, Jaime Quito, Alex Paredes, María Aguero, los tres últimos elegidos como congresistas.
El parlamentario Quito reconoce haberlo suscrito el 14 de marzo de 2021, en una actividad proselitista en donde acompañó a Castillo. En esa fecha, no estuvo Boluarte, reconoce Meza. Estampó su rúbrica, el 9 de junio de 2021, a días de la virtual elección de Castillo Terrones.
“Con un grupo de dirigentes del sur viajamos a Lima para realizar vigilias en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) para defender el voto de Perú Libre, cuando Fuerza Popular insistía en la tesis del fraude. La visitamos en el club departamental Apurímac y ahí nos firmó el compromiso de que Tía María no iba, por eso nos extraña ese cambio de posición”, señala el dirigente arequipeño.
19 de junio de 2021. Boluarte, con dirigentes del sur, luego de firrmar apoyo a opositores de mina. Foto: difusión
Meza descarta que hayan sorprendido a la entonces virtual vicepresidenta. En víspera del debate electoral organizado en Arequipa entre Castillo y Keiko Fujimori, Boluarte visitó el valle de Tambo, conversó con los opositores al proyecto y se comprometió verbalmente con su causa.
No es el primer candidato que asume compromisos sobre Tía María y luego los desconoce cuándo se instala en Palacio. Ocurrió con Ollanta Humala (2011-2016), que de postulante dijo que haría lo que el pueblo decida, sin embargo, su Gobierno aprobó el estudio de impacto ambiental del proyecto. Eso desató un conflicto social que desencadenó en cuatro muertos: tres civiles y un policía.
Amagos de protesta
El último jueves por la tarde, un grupo de ciudadanos se concentró en el puente Guardiola de La Curva, en el distrito de Dean Valdivia, y luego hicieron una movilización. En la manifestación se declaró persona no grata al ministro Vera.
“Cualquier cosa que se pida sobre Tía María enerva a la gente”, comenta el periodista Jury Baylon, editor del diario Prensa Regional, de circulación en la provincia de Islay y Moquegua.
Según el análisis del hombre de prensa, el rechazo al proyecto persiste, pero no está organizado. No hay dirigentes visibles, quienes salen a protestar señalan que se autoconvocan. Antes, la oposición antiminera se articulaba en el Frente de Defensa del Valle de Tambo. Sin embargo, sus dirigentes fueron enjuiciados y sentenciados por obstaculizar los servicios públicos (toma de carreteras) o cohecho.
En 2015 se difundieron audios del dirigente Pepe Julio Gutiérrez, que negoció con un presunto consultor de Southern la continuidad del paro a la entrega de un millón y medio de dólares (eufemísticamente llamadas lentejas). “Son 15 años de oposición, ¿qué se ha conseguido?”, decía la dirigente agroexportadora Nilda Calderón después de un paro agrario de noviembre de 2022, en donde el colectivo “Agro sí, mina no” quiso ganar el protagonismo de esa marcha.
La República contactó a Calderón para esta nota. Ella señala que, así como hay rechazo de algunos ciudadanos, otro grupo reducido podría estar de acuerdo con el proyecto, siempre y cuando se asegure que habrá respeto al medio ambiente y que haya apoyo tecnológico para mejorar la agricultura. Sin embargo, eso no ha ocurrido.
Valle en crisis
Todos los Gobiernos de turno que tuvieron en sus manos Tía María plantean la necesidad de crear condiciones favorables para permitir la inversión minera. Eso significa, por ejemplo, construir una represa que garantice el abastecimiento de agua en época de sequía. Pasaron 15 años y tal ofrecimiento quedo en eso. Se sienten engañados. “Primero se planteó la alternativa de un embalse en Paltiture, que terminó judicializado por Puno, luego Quebrada Honda, que fue inviable y la última de Yanapuquio”, recuerda otro agricultor que prefiere reservar su identidad.
Nilda Calderón sostuvo que por años esperaron la represa para el resurgimiento del valle. Considera que mientras estos temas no se resuelvan, los agricultores seguirán a la deriva.
El agricultor consultado precisa que tendría que resolverse primero el déficit hídrico para consumo humano y el agro, y luego dar cabida a otras alternativas como la minería.
“La empresa debe demostrar que no nos va a hacer daño. En todos los conflictos, la gente se movilizó impulsada por esas carencias”, expresó.
El valle de Tambo siembra productos de panllevar. Tía María contempla explotar dos tajos de cobre en el desierto costero, uno de ellos se ubica a 2,5 kilómetros de distancia. Como se trata de una operación a tajo abierto, un sector de agricultores considera que los cultivos se contaminarán con el polvo que generarán las voladuras en los tajos.
Tras el anuncio del ministro Vera, la minera intensifica su labor social. En las últimas semanas, repartió algunas prendas (sobres) en centros iniciales. Estos son de color verde fosforescente, el mismo que utilizan los manifestantes en sus banderas de “Agro sí, mina no”.
Southern mantiene expectativas con Tía María
En sus resultados del primer trimestre informados a la Bolsa de Valores de Lima, la empresa Southern señala que “ha venido trabajando consistentemente para promover el bienestar de la población de la provincia de Islay”. Indican que implementaron programas de educación y salud.
La compañía persiste en que, si su mina opera, generará oportunidades económicas significativas para la región y que, dada la actual situación económica, es crucial seguir con proyectos como el suyo, que prevé producir 120.000 toneladas de cátodos de cobre por año. La inversión estimada alcanza los US$1.400 millones. En su comunicado de 2022, hicieron un ofrecimiento para construir una represa, cuya reserva hídrica sea para uso minero, agrícola y humano.
Apostamos por convivencia
Enfoque. Daniel Lozada, presidente SADA
Desde la Sociedad Agrícola de Arequipa (SADA) apostamos por la convivencia productiva y generadora de riqueza entre la minería y la agricultura. Va a ser un binomio que nos va a sacar de la crisis y va a reflotar el sector agrario. Como decía Antonio Raimondi, somos mendigos sentados en un banco de oro, no lo explotamos adecuadamente.
Como SADA, junto a la Junta de Usuarios del Valle de Majes, generamos la idea del proyecto de ley para el canon minero hídrico-agrícola, esto para que se destine el 20% del canon minero que reciben las municipalidades y Gobiernos regionales y que se invierta en obras hidráulicas para la agricultura y la ganadería en nuestro país.
No tenemos la capacidad de almacenamiento de agua, el agua dulce sigue yéndose al mar, no podemos y no somos capaces de construir un proyecto importante como Majes Siguas II y hemos caído en las redes de la corrupción con 13 adendas.
Creará otro estallido social
Enfoque. José De Echave, exviceministro de Ambiente
Está claro que hay mucho rechazo de los agricultores del valle de El Tambo al proyecto Tía María. Ya ha habido varios intentos de ejecutarlo; el primero fue en el año 2011 con Alan García, después Ollanta Humala aprueba el Estudio de Impacto Ambiental, luego Martín Vizcarra con la autorización de la licencia de construcción.
Seguir insistiendo en un proyecto que no tiene autorización ni licencia social para operar, lo que va a provocar es un nuevo estallido social en la zona; más aún cuando en época de campaña el expresidente Pedro Castillo y su plancha se comprometieron a que Tía María no iba a ir.
Los agricultores saben que Islay es una de las provincias más concesionadas de Arequipa y hay por lo menos diez empresas esperando que Tía María tenga luz verde. La percepción en el valle de El Tambo es que si Tía María pasa es probable que el lugar se convierta en una nueva zona de expansión minera, con el peligro del impacto ambiental que conlleva.
La firma de Dina Boluarte
Cuando era virtual vicepresidenta, Boluarte firmó este documento contra Tía María.
Fuente: La República