Los efectivos de seguridad del Estado llegaron a la iglesia de las Nazarenas, pero se retiraron minutos después. El año pasado, Boluarte acudió al evento religioso en representación de Pedro Castillo
Ni la presidenta Dina Boluarte, ni los integrantes del Gabinete Ministerial, ni el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, asistieron este lunes al santuario de Las Nazarenas para participar de la misa por la Nación que iba a presidir el monseñor Carlos Castillo, arzobispo de Lima.
La mandataria no llegó al evento religioso, pese a que en el lugar ya se encontraban algunos efectivos de seguridad del Estado, según un despacho de la periodista Jacqueline Fowks. Los agentes, sin embargo, se retiraron minutos después.
El año pasado, Boluarte acudió al rito como exministra en representación del expresidente Pedro Castillo. Ante la ausencia, los espacios reservados por la Hermandad del Señor de los Milagros para las autoridades fueron ocupados por fieles de la tercera edad.
El desaire de la mandataria ocurre a dos días de su viaje a Alemania e Italia, del 11 al 15 de octubre, para cumplir con una agenda que le permitirá asistir a reuniones de alto nivel, entre ellas con el papa Francisco en la Ciudad del Vaticano.
Será el tercer viaje al extranjero, luego de los que hizo en agosto a Brasil y en septiembre a Estados Unidos, para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
También acontece tres meses después de que monseñor Castillo le invocara afrontar los “desaciertos y graves males […], incluidas las muertes [en las protestas] que esperan justicia y reparación”, y por las cuales enfrenta una investigación fiscal por presunto genocidio.
“Parece que no se dieran cuenta de que nuestro pueblo existe, sufre y demanda cambios urgentes. El Perú […] es un pueblo vejado y abatido como oveja sin pastor que siente el peso de la oscuridad y la confusión. En efecto, muy pocas veces hemos llegado a 28 de julio en una situación igual de incertidumbre, tensión y división política como la que hoy vivimos”, dijo el arzobispo de Lima durante la misa y Te Deum.
En otro punto de su mensaje, moseñor se refirió a las encuestas y consideró que arrojan una “grave separación y distanciamiento” entre la clase política y la ciudadanía.
“Desde hace un año, cuando se fueron desvaneciendo muchas esperanzas por aquella estrecha ambición que no supo interpretar el sentir popular, la totalidad de las encuestas nos muestran de modo contundente que el desvanecimiento ha continuado y detectan la más grave separación y distanciamiento entre las capas dirigenciales, sobre todo las políticas, y la vida del pueblo sencillo y sus graves sufrimientos y demandas”, siguió.
Este lunes se cumplieron ocho meses de la jornada más sangrienta de las protestas en Juliaca, donde murieron 17 personas, varias por heridas de bala. En esta ciudad, familiares de las víctimas realizaron un plantón afuera de la Fiscalía de San Román para exigir al Ministerio Público que retorne las carpetas fiscales.
Solo la Guerra del Pacífico, a finales del siglo XIX, y después la pandemia del coronavirus, han impedido en la historia que la imagen del Cristo crucificado salga a las calles en octubre, como suele ocurrir cada año en Perú y en varias ciudades alrededor del mundo.
Las procesiones comenzaron en 1687, cuando su imagen, pintada al fresco en los muros de una ermita, quedó intacta tras un violento terremoto que derribó la edificación religiosa, algo similar al episodio ocurrido en 1655, cuando ya se inició el fervor como protector frente a los movimientos sísmicos.
Fuente: Infobae