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Dina Boluarte y su miedo a la traición: la creciente tensión con un Congreso que podría darle la espalda

Con la convocatoria a elecciones, la presidenta se volvería prescindible para el Congreso. En medio de los escándalos, Boluarte se sube al coche de la guerra anticaviar y congraciarse con el fujimorismo. En 2020, el nuevo Parlamento firmó un acuerdo por la gobernabilidad, pero luego vacó a Vizcarra. ¿Se repetirá la historia?

¿Es posible que Dina Boluarte caiga antes del2026? Fuentes del Congreso recuerdan un episodio donde supuestamente el Ejecutivo y Legislativo habían fumado la pipa de la paz: 19 de febrero del 2020. Ese día los congresistas electos de los partidos políticos Acción Popular (AP), Alianza Para el Progreso (APP), Somos Perú (SP) y Podemos Perú, firmaron el acuerdo por la gobernabilidad tras la elección de un nuevo Parlamento, que reemplazó al que el expresidente Martín Vizcarra había disuelto en setiembre del 2019.

“La población no quiere conflictos entre Ejecutivo y Legislativo”, dijo en aquella oportunidad el congresista electo de Acción Popular, Manuel Merino, en el hotel Bolívar. Al final ese acuerdo no se cumplió: Vizcarra fue vacado en noviembre del 2020 y Merino, quien había asegurado que no iban respaldar más conflictos, terminó siendo presidente, con el apoyo de los mismos partidos políticos que suscribieron el acuerdo de gobernabilidad, entre ellos APP, agrupación que formó parte del primer Gabinete Ministerial de Vizcarra con César Villanueva de primer ministro.

Dicho episodio, agregó un dirigente de un partido de derecha con representación en el Congreso, recalca que Boluarte no puede confiar plenamente en los partidos políticos que hoy la sostienen, que son los mismos, con la excepción de Podemos, pero con la adhesión de Fuerza Popular, Perú Libre y Avanza País. Siempre hay giros en la política.

En octubre del año pasado, el líder prófugo de Perú Libre, Vladimir Cerrón, aseguró que Boluarte no llegará al 28 de julio de este año. “Boluarte es la expresión de la traición y el egocentrismo, combinados con una alarmante mediocridad. A los difuntos políticos no se les da consejos, sino que se les practica una necropsia para saber la causa del deceso, para que otros puedan aprender qué cosas insalvables te llevan a ese irremediable situación. Boluarte no tendrá la oportunidad de dirigirse una vez más al país el 28 de julio de 2025. Su salida está prevista entre abril y julio (…). Si es inteligente, debe preparar su sucesión en el poder”, afirmó.

Dina Boluarte: Congreso podría vacarla antes del 2026

En febrero de este año, la congresista de Avanza País, Diana Gonzáles, no cerró las puertas a la posibilidad de que Boluarte sea destituida. “Muchas cosas pueden pasar. Yo te puedo decir, yo voté a favor de la moción de vacancia contra Dina Boluarte hace unos meses. Yo sí creo, que al igual que en la época de Pedro Castillo, cuando decíamos que es justo y necesario que rinda explicaciones a la población, el mismo discurso con Dina Boluarte”, dijo en RPP.

En abril de este año, la presidenta Boluarte está obligada a convocar al proceso de elecciones generales del 2026. Las bancadas que la sostienen en el Gobierno deberán evaluar el costo electoral de protegerla en el cargo

Este diario reportó que Boluarte tiene ocho investigaciones fiscales, entre ellas por las muertes en las protestas y el Rolexgate. Esta última, es la acusación que más avanzó en el Congreso. La Fiscalía de la Nación presentó una denuncia constitucional contra ella por eso y la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que preside APP, la declaró procedente.

Dina Boluarte tiene miedo de ser traicionada: Cerrón había advertido su salida meses atrás

En julio, mes al que según Cerrón no llegará Boluarte como mandataria, el Congreso deberá elegir una nueva Mesa Directiva, quien resulte ganador puede reemplazar a la presidenta Boluarte en caso sea vacada. Si eso sucede antes, la plaza le corresponde al titular del Parlamento, Eduardo Salhuana, salvo que sea censurado antes.

Los escándalos han sumido al Gobierno y Boluarte ha mostrado su temor a la caída de su régimen. El lunes 3 de marzo, cuando el Ministerio Público allanó la vivienda del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, debido a una investigación por presunto abuso de autoridad, la presidenta Boluarte apareció en televisión para poner las manos al fuego por Santiváñez

Fue un ataque desesperado de la presidenta contra la Fiscalía y la prensa. Las acusó de orquestar un golpe blando contra su gobierno. Y además, por primera vez y de manera oficial, su subió al coche de la narrativa anticaviar.

Como se sabe, una de las coincidencias entre el fujimorismo, la derecha e izquierda radical es lo que ellos denominan la guerra contra los caviares. Boluarte aseguró que las indagaciones contra su ministro se debe a que ellos se han enfrentado a “los caviares enquistados en el Ministerio del Interior”. Boluarte, quien durante la campaña electoral del 2021 alzaba el puño izquierdo, lloró por la muerte de Inti y Bryan, y criticó el modelo económico de la Constitución de 1993, abraza ahora la narrativa anticaviar para sostener el pacto de no agresión con el Congreso.

Para el politólogo José Alejandro Godoy eso refleja el temor que ella tiene porque se cumpla lo advertido por Cerrón: que sea destituida entre abril y julio de este año. “La presidenta ha creido la narrativa de que, a partir de abril, será prescindible para el Congreso. Y, dado que cualquier problema legal que tenga puede ser un pretexto para vacarla, necesita congraciarse con el pacto parlamentario, que tiene como principal obsesión a la retórica anticaviar y, en menor medida, al Ministerio Público y a los periodistas críticos. Ella busca mantenerse en el poder porque sabe que su salida del mismo implica que podría ir presa”, explicó el analista político.

El congresista de Juntos por el Perú, Roberto Sánchez, cuestionó la aparente estabilidad del Gobierno y sus alianzas estratégicas con el Congreso. Sánchez considera que el blindaje de las bancadas aliadas a Boluarte es frágil y que, tarde o temprano, las concesiones otorgadas
por el Ejecutivo pasarán factura.

“El régimen de Dina Boluarte sabe que, por ahora, tiene un blindaje político de sus comechados aliados a pesar de sus indefendibles denuncias de corrupción e incapacidad moral. Lo que sucede es que el pánico le gana cuando sabe que su estabilidad aparente pende de un
chicle con toffee”, enfatizó. “La factura del festín tributario y el uso de los recursos públicos para los sectores económicos aliados del régimen a cambio de sostenerla con el cuento de la gobernabilidad será más grande que el pecado de Adán”, añadió.

La congresista del Bloque Democrático Popular, Ruth Luque, coincide con la interpretación de Godoy, respecto al nuevo discurso anticaviar de la mandataria y su intención de obtener blindaje a través de ello frente a las graves denuncias que tiene en curso. “Es la manera en la cual ella ha decidido sostenerse en el Gobierno. Ella no toma las decisiones finales, sino las bancadas oficialistas desde el Congreso y muchas de sus posturas como en sus últimas declaraciones sobre el enfoque de género y los caviares, apuntan ya no solo a sostenerse en el poder, sino a asegurarse impunidad y protección política”, comentó Luque.

Por el contrario la congresista Sigrid Bazán, no cree que Boluarte pueda ser vacada; sin embargo, opina que sumarse al discurso anticaviar tiene un objetivo claro: paralizar sus investigaciones.

“Ella es títere y ahora vocera de la coalición que ha tomado el poder. Su derechización no es una necesidad de ella sino de quienes la controlan. Sumarse al discurso anticaviar y los cuestionamientos al sistema de justicia no responde al temor de ser vacada sino a la necesidad de quienes están en el Congreso de que se paralicen las investigaciones. Es imposible que sea vacada”, sostuvo.

Una vacancia presidencial en el Congreso se aprueba con 87 votos. Boluarte ha sido salvado, hasta ahora, de siete. En todas, Fuerza Popular se opuso en bloque a la admisión a debate. La semana pasada, la lideresa de esta agrupación, Keiko Fujimori, intentó evadir la responsabilidad de su agrupación en el Congreso y dijo que el fujimorismo, APP y sus aliados solo tiene 53 votos. Eso no es cierto. La coalición que gobierna el Congreso está conformada también por Perú Libre, Avanza País, Somos Perú, Bloque Magisterial y Renovación Popular y suman más votos que, sumados a la oposición, son suficientes para destituir a Boluarte.

El 9 de noviembre del 2020, Vizcarra fue vacado con una mayoría aplastante de 105 legisladores a favor. Para ese momento, ya había pasado seis meses desde que convocó al proceso de elecciones generales para el 2021. Boluarte convocará a comicios el próximo mes, luego el reloj comienza a correr.

Fuente: La República

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