Un golpe inesperado desde Washington
La economía global vuelve a tambalearse. El presidente de EE.UU., Donald Trump, acaba de anunciar un arancel del 10% a las importaciones peruanas, en una medida que forma parte de una ofensiva comercial contra América Latina y Asia. La justificación es vaga: “seguridad nacional”. Pero los analistas ven detrás un peligroso retorno al proteccionismo, que amenaza con desmantelar el orden económico construido tras la caída del Muro de Berlín.
“Estamos ante un salto al vacío”, advierte un alto funcionario del Ministerio de Economía peruano que prefiere guardar el anonimato. Mientras tanto, en los pasillos del gobierno se debate si el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., ese acuerdo que tantas promesas trajo en 2009, podrá proteger ahora a los exportadores nacionales.
La nueva guerra comercial de Trump
Este no es un capítulo aislado. Es la continuación de una estrategia que Trump comenzó en su primer mandato y que ahora, en 2025, ha llevado a extremos sin precedentes:
- China recibe un castigo del 34% y ya prepara represalias.
- Vietnam y Camboya enfrentan aranceles de hasta 46% y 49%.
- Perú y otros latinoamericanos se llevan un “moderado” 10%, suficiente para preocupar a sectores clave.
“Lo que Trump no entiende es que en el comercio global, cuando disparas, te disparan”, comenta un reconocido economista peruano que ha asesorado a tres gobiernos.
El impacto en la economía peruana
Los números no mienten. Según datos de ComexPerú:
- Las agroexportaciones (espárragos, uvas, paltas) que generaron $2,500 millones en 2024 podrían perder terreno.
- Los textiles de alpaca, ese orgullo nacional, enfrentarán barreras adicionales.
- La manufactura no tradicional, ese sector que tanto costó desarrollar, verá reducida su competitividad.
Pero hay una luz de esperanza: el cobre. Nuestro principal producto de exportación parece estar a salvo… por ahora. “EE.UU. necesita nuestro mineral para su transición energética”, explica un ejecutivo minero bajo condición de anonimato.
El mundo que viene: ¿adiós a la globalización?
Estamos ante un cambio de paradigma histórico:
- Las cadenas globales de valor, ese entramado que hizo posible que un smartphone tenga componentes de 40 países, están bajo amenaza.
- Los bloques comerciales se fortalecen, mientras el multilateralismo se debilita.
- Los países emergentes como el Perú deben aprender a navegar en estas aguas turbulentas.
“Esto nos obliga a repensar nuestra estrategia comercial”, admite un alto funcionario del Ministerio de Comercio Exterior.
El camino a seguir
Frente a este escenario, se vislumbran tres rutas críticas para el Perú:
- Diversificación urgente: China ya compra el 40% de nuestra palta. Es hora de conquistar nuevos mercados.
- Industrialización acelerada: No podemos seguir dependiendo de materias primas.
- Unión latinoamericana: La Alianza del Pacífico debe convertirse en nuestro escudo protector.
Reflexión final
El mundo que conocíamos ya no existe. Los aranceles de Trump son solo el síntoma de una transformación más profunda. Para el Perú, el reto es claro: adaptarse o quedar marginado en la nueva geopolítica económica que está naciendo ante nuestros ojos.