“Dina Boluarte. La doble antivacancia demostró que ella es funcional a la misma mayoría que aprobó a Adrianzén. Por eso la crisis de los relojes no puede tocar a la presidencia”.
Gustavo Adrianzén. Entre la crisis de los relojes y el cambio de ministros lo han dejado hecho un estropajo político. Su programa de gobierno no convenció a nadie en el hemiciclo, pero igual los votos de Dina Boluarte le llovieron encima al nuevo premier llenos de confianza. ¿Confianza en qué? En que no le hará problema alguno a la mayoría de derecha del Congreso.
José Arista. Ha heredado de Alex Contreras un rebote económico que, bien manejado, podría resolver muchas cosas. Pero el Congreso no quiere ver grandes éxitos en el Ejecutivo, y Arista puede ser saboteado. Los empresarios en términos generales están contentos. ¿Qué les puede dar el MEF? ¿Hay recursos para más reactivación? Una minería sin problemas sería lo ideal.
Dina Boluarte. La doble antivacancia demostró que ella es funcional a la misma mayoría que aprobó a Adrianzén. Por eso la crisis de los relojes no puede tocar a la presidencia. Pero sí ha podido poner en evidencia la absoluta incapacidad de Boluarte sin Alberto Otárola para la política. Ha quedado presa en la modalidad muñequita de lujo.
Keiko Fujimori. Una verdadera hidra que hoy cultiva un perfil cada vez más bajo, mientras habla a través de una media docena de voceros. El padre Alberto busca recuperar terreno, y algo logra, pero eso está demostrando no ser problema para Fuerza Popular. Más puede quitar el sueño la persistente clientela de algún precandidato antisistema.
Gustavo Gorriti. La campaña contra él sigue, pero en la forma de una candelita de muladar. La gran victoria anticaviar no conduce a ninguna parte.
Rómulo Mucho. Salvado por la campana en el Congreso, pero el principal peligro para su gestión no está allí. Da la impresión de que la violencia antiminería legal es un impulso que no va a retroceder. Sin embargo, un Minem enérgico y proactivo puede equilibrar las cosas, y poner al ministro en una situación interesante a futuro.
Wilfredo Oscorima. Máquinas tragamonedas en las inmediaciones de colegios provinciales. ¿Es un pícaro excepcional o es más bien exponente de un estilo regional hasta aquí muy bien disimulado? ¿Qué nombre ponerle? El préstamo a Palacio de los Rolex salvó la jornada, pero al precio de cubrirla de turbiedad.
Fuente: La República