Con la moderación de la fiscal Jahaida Huamán Escobar y la participación de otros funcionarios reconocidos en el sistema judicial, el viernes último la sede Arequipa del Ministerio Público realizó un conversatorio en homenaje a la lucha por los derechos de las mujeres.
El evento lo abrió Crisley Herrera Claure, Jueza del quinto Juzgado Unipersonal de Arequipa subespecializado en Violencia contra la Mujer, quien analizó la regulación que proveen las leyes desde la perspectiva de género.
Herrera subrayó que aún persiste la desigualdad en este enfoque. Como ejemplo, puso la sentencia emblemática en “Campo Algodonero vs México”. En ese caso de 2009, relacionado a procesos judiciales por feminicidio, se observó la negación del Estado de México sobre patrones en los motivos de estos delitos. Y el hecho que “están influenciados por una cultura de discriminación contra la mujer” basada en una supuesta inferioridad.
También se expuso el precedente “Penal Miguel Castro Castro Vs Perú”. En 2006, en esta institución penitenciaría se infringieron normas internacionales con responsabilidad desde el Estado Peruano. La Corte Interamericana de Derechos Humanos incidió en ese caso que las mujeres, incluso en condiciones carcelarias, “no deben sufrir discriminación, y deben ser protegidas de todas las formas de violencia o explotación” y ser supervisadas y revisadas por oficiales femeninas. Además, las mujeres embarazadas y en lactancia “deben ser proveídas con condiciones especiales”.
La jueza Crisley Herrera Claure también compartió una abrumadora experiencia personal. Mientras concursaba por un puesto importante dentro del sistema judicial peruano, confesó no haber sido elegida para el cargo pese a reunir todas las condiciones y puntajes óptimos, solo porque estaba embarazada en ese momento.
Inequidad persistente en el sistema de justicia
Otra participación confesional y esperada por su destacada trayectoria fue la de María del Rosario Lozada Sotomayor, Fiscal superior especializada en Violencia contra las Mujeres e integrantes del grupo familiar de Arequipa. Lozada cuestionó las brechas en repartición de tareas domésticas y acceso a puestos, poniendo en evidencia la inequidad en el propio sistema judicial.
“Hace cinco años pensaba ‘por qué va a haber paridad en el sistema de justicia, si yo creo en la meritocracia’”, lamentó inicialmente la fiscal superior.
Sin embargo “las mujeres hemos tenido que luchar para ganar derecho a la educación, el derecho al voto. En 1908 una mujer recién pudo ingresar a una universidad en el Perú. El sufragio femenino en Perú recién se implantó en 1933. En 1956, de 182 escaños solo 53 fueron para mujeres, entonces cómo podían sacar leyes para nosotras si la mayoría de hombres no podían entender necesidades distintas a las suyas”, argumentó la fiscal superior para explicar su cambio de opinión con esas cifras.
“Me puse a ver mi propia vida, soy fiscal superior pero soy fiscal superior provisional… ¿Cuántas juezas y fiscales mujeres son titulares?… ¿Hay igualdad en verdad entre un hombre y una mujer?, y reflexionemos que no es así… Por eso es necesario que rompamos los estereotipos”, fue una de las conclusiones de Lozada Sotomayor.
Walter Marroquín Aranzamendí, juez del cuarto juzgado unipersonal de Paucarpata subespecializado en violencia contra la mujer, también tuvo espacio en el conversatorio “Participación de las mujeres en el sistema de justicia basado en paridad”. El funcionario mencionó durísimas experiencias al recolectar testimonios, pruebas y otros elementos, evitando la revictimización de las agraviadas en Arequipa.
Día de la mujer trabajadora en Arequipa
Los ponentes también reflexionaron sobre que las fechas relacionadas a la lucha por los derechos de la mujer no son celebraciones superficiales, sino que son una conmemoración a la histórica lucha por alcanzar la equidad y una vida con oportunidades más justas entre mujeres y hombres.
Finalmente recordaron que, si se conoce casos de violencia, deben denunciarse a través de Línea 100. Es un servicio telefónico gratuito de orientación y soporte emocional. Responde de lunes a domingo (incluidos los feriados) las 24 horas del día.
Desde zonas rurales también se puede llamar a Línea 100. También se recomienda contactar a operadores de justicia, líderes, lideresas de la comunidad.
Fuente: El Búho