Análisis. Antonio Maldonado advierte una seria crisis institucional y el favorecimiento a la impunidad. Luciano López asume como inviable futuras reformas constitucionales serias. Paula Muñoz considera que habrá más confrontación entre los poderes del Estado.
Con los respaldos ya anunciados durante esta segunda vuelta por parte de Alianza para el Progreso (APP), Avanza País, Renovación Popular, más la alianza tácita con Podemos Perú, Keiko Fujimori y el fujimorismo ya pueden contar con un bloque de 64 parlamentarios en el próximo Congreso.
Ahora bien, Acción Popular tendrá 16 legisladores en el nuevo Congreso. Si se tiene en cuenta que en los dos últimos Parlamentos la mayoría de los acciopopulistas jugaron en pared con el fujimorismo, es posible advertir que en algunos temas el bloque afín a Keiko Fujimori podría sumar hasta 80 votos. Esto independientemente de si gana o no la presidencia.
En cambio, en la otra orilla, Perú Libre y Juntos por el Perú sumarán apenas un bloque de 41 congresistas. Incluso si eventualmente tienen el respaldo de Somos Perú (5 legisladores) y el Partido Morado (4 legisladores), solo llegarían a 50 miembros.
Keiko Fujimori podría tener el respaldo de 64 legisladores en el próximo Congreso. Foto: La República
Peligroso escenario
Para el exprocurador Antonio Maldonado, lo que se viene con el futuro Congreso es peligroso, dado el bloque mayoritario que tendrá Keiko Fujimori.
“De confirmarse esa tendencia en la conformación del Congreso, significaría un grave obstáculo a la gobernabilidad democrática del país. De manera puntual considero que habrá serios problemas para la implementación de políticas, planes, programas y estrategias públicas, esencialmente los que se refieren al fortalecimiento de instituciones de la justicia”, apunta Maldonado, en diálogo telefónico desde Panamá.
El exprocurador también observa un serio riesgo al desempeño de los operadores del sistema de justicia.
“El primer obstáculo podría ser a la conducción, hasta ahora diligente y eficaz, de las investigaciones del Equipo Especial Lava Jato. El primer ataque será contra las investigaciones a la señora Keiko Fujimori. Tendremos evidentemente un recrudecimiento de la impunidad”, señala Maldonado.
Según advierte, el Congreso podría lograr un amplio instrumento de impunidad favorable no solo para la investigada Keiko Fujimori. “Pueden neutralizar desde esos casos para abajo, generando toda clase de esquemas de impunidad muy graves y de favorecimientos, como ya vimos en los diálogos de Hinostroza Pariachi y todos sus secuaces”, apunta.
¿Y en qué medida Perú Libre puede contribuir con esta impunidad, teniendo en cuenta que el líder del partido, Vladimir Cerrón, y su cúpula tienen investigaciones por corrupción?
Maldonado ve como un talón de Aquiles la presencia de Cerrón en el entorno de Pedro Castillo. “Si no rompe de manera absoluta con esa relación, esto simplemente va a presentarnos un panorama, en general, de grave crisis”, sentencia.
Keiko Fujimori sería un obstáculo para la gobernabilidad del país, indican expertos. Foto: La República
Reformas inviables
Por otro, con un bloque mayoritario desde el entorno de Keiko Fujimori, cualquier opción para el cambio de la Constitución que plantea Perú Libre se torna inviable desde el Congreso.
Para el constitucionalista Luciano López Flores, también será difícil sacar reformas constitucionales o políticas serias.
Tal como ocurrió en los dos últimos parlamentos, el abogado observa que los nuevos congresistas seguirán legislando en función a intereses coyunturales o personales. “Si va a ser difícil generar reformas desde el Parlamento, lo único que quedaría es la calle”, sostiene.
Vigilancia. Maldonado pide una ciudadanía más atenta. Foto: difusión
Confrontación
Por su parte, la catedrática de la Universidad del Pacífico Paula Muñoz apunta que, “entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo, ella tendría un mayor respaldo en el Congreso, sumando estas bancadas que al menos electoralmente la están apoyando”.
En su opinión, eso permitiría mantener los márgenes del actual modelo. Sin embargo, advierte que nada garantiza que el futuro Congreso no pueda volver a caer en las actitudes de los últimos parlamentos, más allá de quien gane la presidencia.
Según observa, las últimas confrontaciones entre Ejecutivo y el Congreso han dejado como saldo un Legislativo más fortalecido. “Es un poder que ha crecido. Han hecho un mal uso de las figuras legales y constitucionales para contrapesar los poderes y los mecanismos de control”, reflexiona.
