Los organizadores de la marcha del 05 de noviembre, son casi los mismos que impulsaron las marchas contra el fraude electoral, alguien sensato , puede concluir que el cambio de banderas ahora contra la corrupción, antes contra el fraude ¿ es una bandera auténticamente democrática, sincera?.
Los peruanos no son tontos, perciben la continuidad de una línea de comportamiento de no aceptación al resultado electoral, el innegable el rechazo a Pedro Castillo como Presidente de la República, que haya llegado y se haya sentado en el sillón presidencial un lugar reservado para personajes puestos o aceptados por ellos.
La ineficiencia, la incapacidad para manejar con solvencia la compleja estructura administrativa pública la falta de norte claro, la carencia de planes articulados y bien pensados y luego un conjunto de acciones de persoajes que rodearon el jefe de estado y convirtieron determinados espacios ministeriales en mercados persas, en escenario de juego patrimonialistas, con su participación o anuencia, eso está por corroborar, pero cuantitativamente pequeños comparando con los de los periodos anteriores, se han convertido en el pretexto idóneo para convertir la lucha contra el fraude, ahora en la lucha contra la corrupción, obviamente un tema preocupante de mayor atención y rechazo por la población.
Puede el peruano medianamente informado, confiar en esa lucha contra la corrupción, dirigida por personajes vinculados o protagonistas de la vieja corrupción, es difícil que puedan verlos como auténticos, lo encuentran como acciones oportunistas, que aprovechando este sentimiento autentico de la población contra la corrupción, pretendan convertirse en sus representantes en esa apuesta moralizadora.
Eso quiere decir que los peruanos son permisibles con la corrupción, que apoyan a un presidente con acusaciones de corrupción, creo que no, la gente siente que las cosas no están bien, que quisieran transitar a un escenario mejor, más aceptable en todos los aspectos, pero se encuentran frente a un gran problema , no hay salidas fáciles, aceptables que entusiasmen, seguramente el peruano de a pie debe preguntarse ¿ si sacamos a Castillo, quien va asumir la Presidencia ? , a los vacadores no les interesa el respeto a la institucionalidad, lo lógico sería, que si el presidente es vacado, le correspondería a la Sra Boluarte en su condición de Vice Presidenta, pero esta salida, no es aceptada por ellos, entonces es fácil que la gente diga, que quieren estos señores, su deseo no es castigar al que supuestamente ha incurrido en infracciones y delitos , ah.. su objetivo es recuperar el gobierno, sin contar con el beneplácito popular.
La marcha del 05 de Noviembre, no ha influido lo suficiente para el cambio de opinión de la mayoría de los peruanos y menos en la sensación de terminalidad de la crisis política, por el contrario, se va dibujado un escenario más reactivo frente a estas alternativas políticas. Nada nuevo ofrecen, nada confiable ofrecen, ¿ como la gente puede apostar por los archiconocidos ? muchos de ellos aun con cuentas pendientes con la justicia.
Seguramente seguirán las marchas, para que tengan éxito, tienen que sintonizar con la población, la propuesta mayoritaria sin temor a equivocarme es el adelanto de elecciones generales, la Vice-Presidenta asume el gobierno de transición , se discuten y aprueban reformas políticas sustanciales, que permitan una representación de mejor calidad y partidos políticos más institucionalizados y fuertes.
La otra salida a la actual crisis política, es que ambos poderes del estado en conflicto, se puedan sentar con intermediación de un grupo de dialogo como el Acuerdo Nacional, o la OEA, discutan una hoja de ruta, que señalen objetivos, metas y tares concretas de aquí al año 2024, priorizando las urgencias en materia social, económica, seguridad, salud, educación, infraestructura por poner los principales. Muchos dirán es utópico lo que se plantea, no lo seria si tuviéramos políticos que aman al país, lamentablemente tenemos a peruanos que solo piensan en sus intereses particulares y no el desarrollo del país. Con su accionar unos y otros no proponen salidas, no hay capacidad ni voluntad de convocar , conversar, y menos de buscar coincidencias, aquí lo que está tomando fuerza son sentimientos de odio, de ruptura, de falta de dialogo, nefastos para un país que quiere avanzar, encaminarse hacia el desarrollo, sin unidad nacional es imposible lograr ese objetivo. que envidia de ver a Chilenos, Colombianos, donde sus políticos de todos los colores se unen por Chile, no pierden la cortesía, no anulan el dialogo, no huyen de las coincidencias.
Por: Mario Cárdenas