El 11 de setiembre del 2001, día en que los ojos del mundo se posaran sobre los atentados terroristas en los Estados Unidos, se firmaba en Lima, en la sesión especial de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Carta Democrática Interamericana.

El instrumento diplomático, que tiene como finalidad hacer prevalecer la institucionalidad democrática entre los Estados firmantes, fue impulsada por los gobiernos de Valentín Paniagua y Alejandro Toledo.

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En las dos décadas que siguieron desde su creación, la Carta Democrática ha sido invocada en, al menos, 12 oportunidades. EC Data revisó los diversos informes emitidos por los órganos de la OEA y encontró que los motivos más comunes de la activación del instrumento han sido las crisis políticas, económicas y/o sociales que atraviesan los países (4 casos); golpes de Estado o intentos de (3 casos) y la existencia de una denuncia contra el presidente por parte de otro poder del Estado (3 casos). Este último grupo incluye el caso más reciente de invocación de la Carta Democrática: el pedido de Pedro Castillo de activar el instrumento, tras la denuncia constitucional en su contra presentada por la fiscal de la Nación Patricia Benavides ante el Congreso.

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En 8 ocasiones (equivalentes al 67% del total de casos) la OEA resolvió declarar su respaldo al gobierno de turno. Por otro lado, desde la creación de la Carta Democrática, la entidad solo ha suspendido a un Estado miembro de su participación en la organización –máxima sanción posible– en una oportunidad. Es el caso de Honduras, Estado que fue sancionado tras el golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya, en el 2009. La suspensión se levantó dos años más tarde.

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Prometen imparcialidad

Ayer, el vocero del grupo de Alto Nivel del Consejo Permanente de la OEA, Eladio Loizaga, publicó un mensaje en el que informó que el objetivo de la visita al país “es uno solo: escuchar al Perú”.

El funcionario dijo que la comitiva se reunirá con los distintos poderes del Estado y representantes de diversos sectores de la sociedad. Asimismo, indicó que se habilitarán canales para que aquellos que no logren reunirse con el grupo puedan remitir sus puntos de vista por escrito.

Sabemos que nuestra visita ha levantado gran expectativa en Perú. Que cualquier gesto que hagamos o cualquier palabra que digamos habrá quien lo interprete como una toma de posición del grupo en uno u otro sentido. Nada más lejos de la realidad”, aseguró Loizaga.

Fuente: El Comercio