Evidencia gráfica. El exinformante de la DEA Jesús Vásquez compartió con La República una serie de fotografías de las operaciones encubiertas en las que participó para vigilar las actividades presuntamente ilegales del exrector de la UAP Fidel Ramírez y de su sobrino Joaquín Ramírez.
El primer trabajo que encargaron a Jesús Vásquez Ybáñez fue infiltrarse en el entorno de las personas vinculadas al empresario aeronáutico y narcotraficante Fernando Zevallos González (a) Lunarejo. Oficiales de la Administración de Control de Drogas (DEA) ofrecieron a Vásquez un contrato como informante porque se enteraron de que era amigo de Carlos Morales Andrade, expresidente de Aerocontintente, la compañía de Lunarejo. Carlos Morales se instaló en Miami luego de una disputa con Fernando Zevallos. Luego de una exitosa operación, la DEA volvió a contratar a Jesús Vásquez, esta vez para vigilar al exrector y ex gerente general de la Universidad Alas Peruanas (UAP) Fidel Ramírez Prado, una operación encubierta que alcanzó a su sobrino Joaquín Ramírez Gamarra cuando ejercía como congresista del partido de Keiko Fujimori (2011-2016).
Jesús Vásquez compartió con La República una serie de fotografías que captó durante la operación encubierta de la DEA contra Fidel y Joaquín Ramírez en Miami. Las imágenes registran las visitas de negocios de Fidel Ramírez y sus hijas Maribel y Nancy Ramírez Gallegos, además de su brazo derecho en la UAP, Edgardo Sánchez Castro.
La DEA sospechaba que los Ramírez “lavaban” dinero de origen ilícito mediante la compra de inmuebles y aeronaves. Jesús Vásquez actuó como intermediario de vendedores de propiedades y aeronaves. Precisamente, varias de las fotografías acreditan que Jesús Vásquez llevó a Fidel Ramírez y a su sobrino Joaquín Ramírez a visitar hangares donde se encontraban aeronaves a la venta. Vásquez no solo es piloto, sino también un conocedor del negocio aeronáutico.
Relajo. Vásquez fotografió a las personas que llegaban con Joaquín Ramírez, en este caso con la pareja de esa época. Foto: difusión
La UAP en Miami
Jesús Vásquez primero conoció a Fidel Ramírez, en Lima, y luego a Joaquín Ramírez, también en la capital. A pedido de Fidel Ramírez, Vásquez intercedió ante su amigo el comandante FAP (r) José Vigil Ferreyra para que este le vendiera la Escuela de Aviación Civil Jorge Chávez, lo que efectivamente sucedió.
Con esa confianza, Fidel y Joaquín Ramírez viajaron permanentemente a Miami para contactarse con Jesús Vásquez, sin saber que trabajaba como informante de la DEA.
Vásquez narró qué tarea le dio la DEA en la operación contra los Ramírez. Le indicaron que los presentara a un supuesto empresario —que era otro agente encubierto— que estaba dispuesto a invertir US$20 millones en los negocios de los Ramírez. Lo que buscaba la DEA era que los Ramírez aceptaran el dinero y lo “lavaran” en su circuito de Miami. Así lo contó Vásquez a La República:
“La DEA me dio la misión de ‘lavar’ US$20 millones. Me dijeron: ‘Lo único que queremos es que tú presentes al empresario (el agente encubierto) al brazo derecho de Fidel Ramírez Prado, de nombre Edgardo Sánchez Castro’. Era quien venía a Miami a ver las propiedades de Fidel Ramírez. Tenía una oficina en la avenida Guardia Civil, en San Isidro. Llegó a Miami Edgardo Sánchez Castro, y le dije que tenía un amigo con US$20 millones para ‘lavar’. En ese momento me dijo que era peligroso, pero luego me buscó y me señaló: ‘Jesús, ya hablé con Fidel (Ramírez). Fidel me dijo que con esos US$20 millones vamos a hacer una filial de la Universidad Alas Peruanas en Miami. Preséntame a tu amigo’. Y, efectivamente, los presenté. Y ya ellos negociaron. La gente de la DEA había quedado con Edgardo Sánchez para darle los US$20 millones. Pero entonces Joaquín Ramírez se enteró de la negociación y se interesó en los US$20 millones. En ese contexto, para ganarse mi confianza, me contó sobre los US$15 millones que ‘lavó’ para Keiko Fujimori”.
Brazo derecho. Edgardo Sánchez Castro negoció la “inversión” de US$20 millones. Foto: difusión
En 2018, el fiscal de lavado de activos Wilson Salazar Reque solicitó a la DEA las grabaciones de las operaciones contra Fidel y Joaquín Ramírez en las que intervino Jesús Vásquez. La DEA solo remitió un audio que no correspondía a la conversación sobre los US$15 millones que Joaquín Ramírez “lavó” para Keiko Fujimori. La transcripción de dicha grabación fue lo que difundió el programa ‘Sin medias tintas’ el último domingo.
Los fujimoristas se apresuraron en asegurar que la transcripción del audio confirmaba la “patraña”, “falsedad”, “mentira” de la versión de los US$15 millones que Keiko Fujimori le dio a Joaquín Ramírez para que los “lavara”.
Más bien el audio que entregó la DEA a la Fiscalía confirmó que Jesús Vásquez trabajó como informante de la agencia antidrogas estadounidense y que participó en las operaciones encubiertas contra Fidel Ramírez y su sobrino Joaquín Ramírez, y miembros de la organización criminal que ha denunciado el fiscal Wilson Salazar Reque, entre ellos las hijas del exrector de la UAP, Maribel y Nancy Ramírez Gallegos.
De acuerdo con la investigación del fiscal Salazar, Maribel y Nancy Ramírez simularon trabajar en la UAP, montaron empresas que contrataron con la misma universidad y compraron bienes a precios sobrevalorados.
Un sobrino con suerte
Jesús Vásquez relató a La República:
“Después que en 2018 vino a Miami a interrogarme, el fiscal Wilson Salazar se comunicó para pedirme ayuda. Me dijo que había solicitado a las autoridades norteamericanas información sobre las propiedades de las hijas de Fidel Ramírez. Y que respondieron con un documento con datos muy pobres. Entonces me llamó para pedirme si le podía dar una mano con esa información que era muy importante para su investigación. Encontré cuatro mansiones en Miami a nombre de las hijas de Fidel Ramírez. Las viviendas de lujo superaban los US$8 millones. Así que, además de haber sido informante de la DEA, también colaboré con la Fiscalía”.
Jesús Vásquez Ybáñez es una persona muy meticulosa. Cuenta con fotografías de las visitas a Miami de Fidel Ramírez Prado y de su sobrino Joaquín Ramírez Gamarra, de las hijas del primero, de la pareja de este. Además, guarda imágenes de otras personas del entorno de Fidel Ramírez, como el mencionado Edgardo Sánchez Castro, además de vouchers, libretas de notas, tickets de avión, recibos de restaurantes, etc.
Desde que en 2016 apareció en la prensa revelando que como informante de la DEA había grabado a Joaquín Ramírez, el fujimorismo emprendió una campaña de descrédito, tildándolo de mentiroso, farsante o mitómano. Con la aparición de la transcripción de uno o de los varios audios que grabó durante la operación encubierta de la DEA contra los Ramírez, Fuerza Popular renovó sus ataques.
El tío. Fidel Ramírez Prado inspeccionando un avión en un hangar en Miami. Foto: difusión
Así les respondió:
“Me tildan de mentiroso. ¿Qué mentiroso tiene fotografía y documentos de operaciones encubiertas? Decían que era falso que había trabajado para la DEA. Pero la DEA, desde 2019, respondió a la Fiscalía del Perú que sí había sido informante y envió uno de los audios de las operaciones en las que participé, donde Joaquín Ramírez dice claramente que Keiko Fujimori gastó US$16 millones en la campaña presidencial de 2016. Eso no lo han desmentido los fujimoristas. Y en el mismo audio Joaquín Ramírez dice que hay empresarios que aportaron a la campaña de Keiko Fujimori sin declarar sus identidades. Eso salió de boca de Joaquín Ramírez, no de la mía. Además, si he mentido, la DEA o las autoridades norteamericanas, que son muy estrictas, debieron denunciarme y sentenciarme. No soy un mentiroso, por eso ni la DEA ni nadie me ha acusado en Estados Unidos. Aquí tengo un documento que lo prueba”.
La cifra de los US$15 millones es verdadera
En la denuncia contra Keiko Fujimori por crimen organizado y lavado de activos, el fiscal José Domingo Pérez acreditó que los empresarios Enrique Gubbins Bovet, DIonisio Romero Paoletti y Vito Rodríguez admitieron que le entregaron en efectivo, y clandestinamente, millones de dólares a ella para financiar sus campañas presidenciales.
Según Enrique Gubbins Bovet, su tío Juan Rassmuss Echecopar fue quien aportó dinero a Keiko Fujimori y le encargó que siguiera haciéndolo cuando muriera. Se estima que Rassmuss entregó hasta US$11,3 millones. En tanto, Dionisio Romero confesó que otorgó US$3,6 millones. Y, en el caso del dueño de Gloria, Vito Rodríguez, US$200.000. Entre los tres suman US$15,1 millones.
Esta cifra es similar a los US$15 millones que Joaquín Ramírez dijo que Keiko Fujimori le pidió “lavar” con sus negocios, entre otros los que tenía con su tío Fidel Ramírez, de la UAP.
De compras. Jesús Vásquez fotografió a Joaquín Ramírez junto a un Porsche en Miami. Foto: difusió