Lo cierto y grave, es que lo vigente (entidades, normas, procedimientos, mecanismos, etc.), y la manera como actúan, hace rato, pero hace rato, NO SIRVEN para protegernos y defendernos, no buscan el bien común, o de las mayorías; entonces, ¿Por qué se mantienen?, la respuesta es obvia, porque hay algunos que, si les conviene, que, si ganan agua para su molino y dinero para su bolsillo o cuenta en Andorra o en algún paraíso fiscal, o para que a través de testaferros blanqueen el dinero, etc. Esto es nuevo, NO. Quizá por eso, no nos sorprende, aunque a cada vez nos indigna más. NO correspondería que Empresa, Estado y Sociedad, juntos, deberíamos estar ganando, porque la sociedad debe perder casi siempre.
Hoy, frente al caso mencionado, nos “tiramos la pelota”, buscando responsables, cuando casi todos sabemos y estamos seguros que hay “negociados “, “coimisión”, y corrupción en la mayoría de contratos de obras públicas y privadas, con honradas excepciones. Cuidado con eso; no deberíamos distraernos, porque hay quienes quieren que nos entretengamos en ello. NO, ahora toca ir por lo que corresponde, lo que casi nunca hacemos. Exigir a quien tiene la responsabilidad, a quien como Estado tiene la obligación de defendernos, a ellos hay que pedirles cuentas, exigir que se les sancione por omisión, y llegar hasta el final. Sino “tropezaremos con la misma piedra de siempre”.
Y para aclararnos, nos preguntamos, ¿Quién debía haber denunciado a la empresa que hizo las primeras losas y que se sabía que estaban mal hechas?, el Gobierno Regional que contrato, sí, así sea una nueva gestión; y si no lo hace, como sucedió, ¿quién más está encargada de hacerlo? ¿quién es la entidad que, en la estructura del Estado Peruano, debe defendernos ante hechos como este?, sino me equivoco es el Ministerio Público o la fiscalía como la conocemos; ¿por qué no lo hicieron?, ¿alguien va a sancionar a aquellos que lo omitieron? O quizá si nos defendieron y no nos hemos enterado.
Luego, el famoso control concurrente de la Contraloría General de la República, ¿sirve? En este caso, si nos advirtieron, la pregunta es ..¿eso es todo lo que hacen?; si solo es para eso no nos sirve de mucho. Y en este caso, ¿no le corresponde denunciar, si existieran, estas omisiones ante la junta de fiscales por ejemplo? Y hacer que quienes deben defendernos lo hagan diligentemente. Como dicen los jóvenes… mano.. ¿qué paso?
Por otro lado, quienes aprobaron el expediente de saldo de obra, con el que contrataron a la nueva empresa, sabiendo que eso estaba mal no lo corrigieron, ¿por qué?, mano ¿qué paso? Los colegios y universidades que nos enteramos de la existencia de esas irregularidades que hicimos, mano…¿qué paso? ¿hay alguna investigación en curso de alguna entidad?; quizá si y no nos hemos enterado. Y podríamos seguir, por ejemplo, con la integridad de las empresas, para quienes parece normal hacer cosas que no van a servir de mucho; pregunto, ¿usan los mismos criterios y/o principios en sus propiedades?, seguro que no. Pero, quizá, como los clientes son la sociedad, tranquilo que eso, se arregla.
Termino diciendo, “hay mucho pan por rebanar”; ahora corresponde, aumentar nuestro interés por las cosas públicas, exigir a quien tiene la obligación de defendernos que lo haga, no más “omisiones”; y exigir al Congreso y a quien corresponda que se hagan las modificaciones normativas para que con celeridad se sancione a todos aquellos que no cumplen con la responsabilidad de defendernos. Nadie quiere hacerlo por su cuenta. Estamos prestos a no dejar pasar una, ni que continúen abusando y vulnerando nuestros derechos, basta… suficiente, ya estamos de pie y así continuaremos, sino…. ¿pa’cuándo mano?.
