IMPACTO. Los constantes cambios en el sector salud pueden dificultar la solución de los problemas de la salud pública del país.
Durante el gobierno del presidente Pedro Castillo, en promedio, cada cuatro días hubo un cambio en el sector salud, de acuerdo a un análisis preliminar de OjoPúblico sobre las designaciones realizadas en 40 áreas claves del Ministerio de Salud (Minsa), el Seguro Integral de Salud (SIS) y el Seguro Social de Salud (Essalud). Cuatro titulares del Minsa, cuatro jefes del SIS y cinco presidentes ejecutivos de Essalud son apenas algunos ejemplos de, por lo menos, 114 cambios registrados en los últimos 16 meses en el sector
¿Qué consecuencias tiene esta inestabilidad en la atención de la salud pública
La pandemia de covid-19 evidenció las graves carencias del sistema de salud peruano. Desde marzo de 2020, diversos funcionarios aseguraron que la emergencia sanitaria representaría un punto de quiebre para fortalecer la atención. Sin embargo, a más de dos años y medio, los problemas se repiten como un círculo vicioso: demoras en la atención, establecimientos de salud con graves problemas de infraestructura, personal médico insuficiente, falta de insumos, equipos médicos malogrados, denuncias reiteradas de corrupción y un largo etcétera.
Todos estos problemas se agravan por los constantes cambios en el sector salud: en apenas un año y medio de gobierno, la gestión del presidente Pedro Castillo ha tenido, por lo menos, 114 cambios en 40 áreas claves del Ministerio de Salud (Minsa), el Seguro Integral de Salud (SIS) y el Seguro Social de Salud (Essalud), de acuerdo a un análisis preliminar de OjoPúblico.
Este monitoreo preliminar —que no considera como cambios las renovaciones de designaciones temporales o el nombramiento oficial de los funcionarios que antes habían ocupado un cargo de manera interina— permitió establecer que, desde que se instaló el presidente Pedro Castillo en Palacio de Gobierno, en promedio, cada cuatro días hubo una variación en alguno de los 40 puestos claves del sector salud analizados para este informe.
Esto generó que, en 16 meses, al menos 128 funcionarios (algunos de los cuales ocuparon más de un cargo) hayan pasado por puestos sensibles del sector. Entre ellos, destacan cuatro titulares del Minsa (Hernando Cevallos Flores, Hernán Condori Machado, Jorge López Peña y Kelly Portalatino Aválos), cuatro jefes del SIS (Cecilia Má Cárdenas, Héctor Garavito Farro, José Vidal Fernández y Ciro Mestas Valero) y cinco presidentes ejecutivos de Essalud (Fiorella Molinelli Aristondo, Mario Carhuapoma Yance, Gino Dávila Herrera, Alegre Fonseca Espinoza y Aurelio Orellana Vicuña).
MILITANTE. Kelly Portalatino Ávalos es la cuarta ministra Salud en lo que va del gobierno del presidente Pedro Castillo. Ella es congresista de la bancada de Perú Libre.
Foto: Minsa
La inestabilidad política también se manifiesta en los rangos medios. Por ejemplo, ya son ocho los funcionarios (uno por partida doble) que han ocupado los viceministerios de Salud Pública y el de Prestaciones y Aseguramiento en Salud, puestos determinantes para la implementación y supervisión de las políticas del sector. Además, entre julio de 2021 y noviembre de este año, otras 33 personas ocuparon los puestos de secretarios generales, jefes de gabinete de despacho ministerial y directores generales en el Minsa.
De acuerdo con especialistas entrevistados por OjoPúblico, estos cambios son notablemente superiores respecto a los registrados en Gobiernos previos. La rotación constante de funcionarios no es el único problema que enfrenta el sector, sino también la poca experiencia en gestión pública con la que cuentan los recambios.
Este tema, precisamente, ha generado observaciones por parte de la Contraloría General de la República respecto a algunas de las contrataciones realizadas durante la actual gestión. Además, dicho organismo recomendó a la Procuraduría Especializada en Delitos de Corrupción denunciar penalmente a dos expresidentes ejecutivos de EsSalud, Mario Carhuapoma Yance y Gino Dávila Herrera, por nepotismo y por haber participado en el direccionamiento de la contratación irregular con una empresa proveedora del Estado, de manera respectiva.
¿Qué consecuencias directas tienen la inestabilidad, presuntos nombramientos irregulares y la falta de experiencia en la gestión de la salud pública? En un contexto en el que la pandemia de covid-19 constituye aún una importante preocupación, los especialistas consultados por este medio señalan que no hay una nueva estrategia para cerrar brechas de vacunación y advierten, además, que se registra una baja ejecución presupuestal en el sector.
Los cambios constantes en el Minsa y el SIS
Desde el inicio de la gestión del presidente Pedro Castillo, el sector salud ha tenido cuatro ministros de Estado. Uno de ellos, Jorge López Peña, es investigado preliminarmente en el Ministerio Público por el presunto delito de lavado de activos; y otro, Hernán Condori Machado, fue censurado por el Congreso.
En promedio, cada ministro de Salud de la gestión Castillo duró 150 días al mando de la cartera. Mientras que presidentes anteriores —como Alejandro Toledo, Alan García Pérez y Ollanta Humala— tuvieron como máximo cuatro ministros de Salud en sus cinco años de gobierno, Castillo ya lleva la misma cantidad de funcionarios al frente del sector en apenas 16 meses.
En las últimas dos décadas, el único presidente con mayor número de ministros en dicho despacho fue Martín Vizcarra, quien tuvo a cinco en poco más de dos años de gobierno. Durante su gestión, Vizcarra afrontó un período de crisis sanitaria a causa de la pandemia de covid-19, que conllevó a que tuviera tres ministros durante el 2020.
En un escenario menos complejo, el actual gobierno de Pedro Castillo muestra una gran inestabilidad en el sector Salud no solo a nivel ejecutivo, sino también en los rangos que requieren perfiles técnicos: entre el 28 de julio de 2021 y el 2 de diciembre de este año, el Minsa tuvo cuatro viceministros de Salud Pública y cinco viceministros de Prestaciones y Aseguramiento en Salud. Estos funcionarios tienen la responsabilidad de dirigir, coordinar, implementar y supervisar las estrategias sanitarias.
Además, si bien la ejecución de los diversos programas de salud está a cargo de las respectivas direcciones, los viceministros son los responsables de evaluar los avances y aprobar los trámites administrativos. Por ello, en ocasiones, su firma es clave para que dichos programas se desarrollen.
“Todos [los funcionarios] tienen que pasar por un ciclo de transferencias de funciones, dentro de las cuales está la transferencia de la firma”, explicó el exministro de Salud Víctor Zamora en conversación con OjoPúblico.
En promedio, el periodo de duración de un viceministro de Salud Pública durante la gestión de Pedro Castillo es de 160 días, mientras que, en el caso del viceministro de Prestaciones y Aseguramiento en Salud, la duración media es de 74 días.
La poca permanencia de los funcionarios en este último viceministerio se debe, sobre todo, a que durante 201 días estuvo a cargo de funcionarios nombrados de manera temporal. De hecho, entre junio y octubre de este año, se produjeron cuatro de estas designaciones.
Por otra parte, con siete funcionarios en menos de dos años, el cargo de secretario general del Minsa es donde se ha registrado la mayor rotación del periodo analizado de manera preliminar por este medio. El funcionario de dicho puesto es el principal responsable de las gestiones administrativas en el sector salud.
CERRÓN. Loly Herrera Lavado (centro) es el séptimo secretario general del Minsa. La ministra Kelly Portalatino lo ha respaldado ante los cuestionamientos por sus vínculos con Vladimir Cerrón.
Foto: Facebook Loly Herrera Lavado
En paralelo, también se ha nombrado a cuatro jefes de gabinete del despacho ministerial y 23 directores generales en las nueve direcciones analizadas para este informe. Precisamente, seis de estas (Operaciones en Salud, Gestión de Riesgos de Desastres y Defensa Nacional en Salud, Aseguramiento e Intercambio Prestacional; Telesalud, Referencia y Urgencias; Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria, y Personal de la Salud) tuvieron, cada una, a tres personas distintas a la cabeza en lo que va del gobierno.
“Esa falta de continuidad tiene un impacto tremendo en la sostenibilidad de estrategias que necesitamos como país para poder progresar y hacer cambios”, sostiene Valerie Paz Soldán, científica social especialista en salud pública.
Para la también directora de la Oficina de Salud de la Universidad de Tulane para América Latina, lo que se requiere, en realidad, es que haya gestores que permanezcan en sus puestos para que puedan entender la situación del sector y, así, efectuar intervenciones concretas con un objetivo a largo plazo. “Cuando tú empiezas con algo y, a los tres meses, lo cambias y, a los tres meses, lo cambias de nuevo, es imposible ejecutar un plan a larga visión”, remarca.
PERMANENCIA. Ningún jefe del SIS estuvo más de 135 días en el cargo durante la gestión Castillo. Ciro Mestas, que ahora dirige la institución, está a punto de superar dicha marca.
Foto: Minsa
Durante el gobierno del mandatario Pedro Castillo, el SIS también ha tenido cuatro jefes a su cargo: Cecilia Melba Má Cárdenas, Héctor Miguel Garavito Farro, José Ernesto Vidal Fernández y Ciro Abel Mestas Valero. La institución tuvo la misma cantidad de autoridades entre marzo de 2018 y julio de 2021. Es decir, el número de funcionarios de los últimos 16 meses equivalen a los registrados anteriormente en un lapso de más de tres años.
De hecho, una comparación histórica arroja que, desde octubre de 2002 hasta noviembre de 2020, un jefe del SIS permanecía en el cargo, en promedio, aproximadamente 389 días. Sin embargo, las cuatro personas que han dirigido el SIS en la gestión de Castillo no han pasado, hasta ahora, los 135 días en la jefatura.
De manera similar al caso del Minsa, OjoPúblico identificó preliminarmente que en 11 puestos claves del SIS estuvieron 34 funcionarios durante la actual administración de Pedro Castillo. El área donde hubo más cambios fue en la Oficina General de Planeamiento, Presupuesto y Desarrollo Organizacional, seguido de la Oficina General de Asesoría Jurídica.
Ambas posiciones se encuentran por debajo de la jefatura y son cruciales en el asesoramiento de la Alta Dirección y de todos los órganos del SIS en dos temas específicos. La primera de ellas interviene en lo relacionado a la planificación y ejecución del presupuesto público, inversión pública e incluso en las acciones de cooperación internacional y nacional. La segunda asesora en asuntos de naturaleza jurídico-legal.
La cuota de Perú Libre
Desde la salida de Hernando Cevallos, que estuvo en el Minsa entre julio de 2021 y febrero de 2022, esta cartera ha estado dirigida por personajes ligados a Perú Libre y Vladimir Cerrón. “Creo que el sector salud ha perdido muchísima confianza de la población, debido a los dos últimos ministros”, sostiene Víctor Zamora, exministro de Salud, en referencia a Hernán Condori Machado y Jorge López Peña. En su momento, ambos fueron ampliamente cuestionados.
Condori Machado —militante activo de Perú Libre y médico que promovía el consumo de ivermectina y azitromicina para combatir la covid-19, así como el consumo de “agua arracimada”— fue nombrado en febrero de este año como ministro de Salud, en reemplazo de Cevallos.
Durante su estancia en el Minsa —que duró menos de dos meses—, Condori Machado designó a Jorge López Peña como viceministro de Salud Pública. Pero López Peña solo estuvo 28 días al mando de ese viceministerio: tuvo que reemplazar a Condori Machado como ministro de Salud, pues este fue censurado por el Congreso de la República el 31 marzo pasado.
En tanto, López Peña dirigió el Minsa hasta octubre último, cuando renunció luego de que se conociera que la madre de sus hijos, Dervy Apaza, recibió en su cuenta bancaria USD 70.000 de Luis Quito, un médico y empresario proveedor del Estado, y S/98.400 por transferencias bancarias hechas por funcionarios del Minsa. El último 17 de octubre, la Fiscalía inició diligencias preliminares en contra del ahora exministro.
INVESTIGADO. El Ministerio Público investiga preliminarmente a Jorge López Peña, extitular del Minsa, por el presunto delito de lavado de activos.
Foto: Minsa
De acuerdo con el análisis preliminar realizado por OjoPúblico, la mayor cantidad de designaciones en el Minsa se hicieron en el 2022, durante la gestión de Lopez Peña y Condori Machado.
La cercanía de este último con el fundador y secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, es tal que, cuando este fue sentenciado y recluido en el penal de Huamancaca por el delito de negociación incompatible, Condori Machado marchó y realizó vigilias para su excarcelación. Además, en una entrevista televisiva, Cerrón declaró que él recomendó a Condori para que sea designado titular del Minsa.
Uno de los funcionarios designados por Condori Machado durante su gestión en la cartera fue Joel Candia Briceño, actual militante de Perú Libre. En marzo, lo nombró como ejecutivo adjunto en el despacho ministerial.
En 2014, cuando postuló sin éxito para ser alcalde distrital de Mazamari (Satipo, Junín) con el entonces movimiento regional Perú Libre, Candia Briceño señaló que trabajaba como director ejecutivo de la Red de Salud de Satipo.
Tras la salida de Condori Machado, el entonces titular del Minsa López Peña le encargó temporalmente a Candia Briceño el Viceministerio de Salud Pública. Un mes después, Candia Briceño asumió el puesto de manera oficial, y allí se mantuvo hasta el 22 de noviembre pasado. En ese periodo, al médico cirujano también se le encomendó hacerse cargo de manera temporal del Viceministerio de Prestaciones y Aseguramiento en Salud.
Entre junio y setiembre de 2022, otro viceministro interino de Prestaciones y Aseguramiento en Salud fue Juan Carlos Delgado Echevarría, funcionario que provenía de la gestión Condori Machado.
En febrero de 2022, Delgado Echevarría fue designado como jefe del gabinete del despacho ministerial por el entonces titular del Minsa. También ocupó ese mismo cargo durante el tiempo que estuvo López Peña al mando de dicha cartera.
Sin embargo, Delgado Echevarría renunció el último 26 de octubre, luego de que funcionarios del Minsa denunciaran que les había ordenado realizar varios depósitos menores de S/10.000 en la cuenta bancaria de Dervy Apaza, madre de los hijos del ahora exministro López Peña. Aunque Delgado Echevarría se retiró del Minsa, luego fue designado asesor del Ministerio del Interior. Tuvo que renunciar al día siguiente tras diversos cuestionamientos.
Según su declaración jurada de intereses presentada ante la Contraloría, el exfuncionario se desempeña, desde 2016, como gerente general de Allin Salud Soluciones. Esta es una empresa proveedora del Estado que facturó S/39.588 por dos órdenes de compra con la municipalidad provincial de Aymaraes – Chalhuanca (Apurímac).
Unas semanas antes de que renunciara, el exministro López Peña también nombró a Dionisio Ignacio Poma Poma como viceministro de Prestaciones y Aseguramiento en Salud. Si bien Poma Poma no es militante de Perú Libre, postuló sin éxito con esta organización política en 2010 y en 2014 —cuando era movimiento regional— para intentar ser alcalde distrital de Chilca (Huancayo, Junín).
Los funcionarios de la actual ministra de Salud
Las designaciones de la actual ministra de Salud, Kelly Portalatino, tampoco han pasado desapercibidas. A poco de iniciada su gestión, nombró a Loly Wider Herrera Lavado y a Gianpiere Levis Guerra Valenzuela como secretario general del Minsa y jefe de equipo del despacho ministerial, respectivamente.
Herrera Lavado fue uno de los 18 exfuncionarios del gobierno regional de Junín que, junto con Vladimir Cerrón, interpusieron un hábeas corpus para evitar posibles detenciones y allanamientos en su contra, en el marco de las investigaciones de los Dinámicos del Centro.
En el recurso de hábeas corpus —declarado improcedente por el 5° Juzgado de Investigación Preparatoria—, Herrera Lavado y el resto negaron estar vinculados a la presunta organización criminal Dinámicos del Centro. Admitieron, sin embargo, haber tramitado el recurso sin conocer el contenido de la resolución judicial que ordenó las capturas y allanamientos de los investigados.
El ahora funcionario del Minsa fue gerente general del gobierno regional de Junín, durante la gestión de Vladimir Cerrón en esta región del centro del país. En febrero de 2022, Herrera Lavado —que también fue abogado de la madre de Cerrón, Bertha Rojas, cuando ella presentó una querella por difamación en contra del excongresista César Combina— fue designado secretario general del Ministerio de Energía y Minas. Pero renunció al puesto en mayo.
El nombre de Herrera Lavado figura en tres informes de la Contraloría General de la República, en los que se recomienda a la Procuraduría Especializada en Delitos de Corrupción iniciar acciones penales contra el actual funcionario del Minsa. Uno de estos informes indica que Herrera Lavado autorizó reformular el expediente técnico para mejorar los servicios de salud del Hospital de San Martín de Pangoa.
Según el órgano de control, esto generó un desembolso innecesario de S/76.200 para contratar profesionales, pues luego esta orden de reevaluar el expediente técnico fue declarada nula por el mismo Herrera Lavado. En declaraciones a la prensa, la ministra Kelly Portalatino refrendó el nombramiento de dicho funcionario. “Tiene todo mi respaldo el secretario general, el señor Herrera [Lavado]”, sostuvo.
La congresista y ahora ministra de Salud también fue cuestionada por la designación de Guerra Valenzuela como jefe de equipo del despacho ministerial del Minsa. Él ya se venía desempeñando previamente como funcionario de la cartera durante la gestión de Condori Machado y López Peña. Tras la polémica, el Minsa anuló la resolución que nombraba a Guerra Valenzuela —militante de Perú Libre— como parte del equipo de la ministra Kelly Portalatino.
Cinco presidentes ejecutivos de EsSalud en menos de dos años
Entre setiembre de 2012 y julio de 2021, Essalud tuvo tres presidentes ejecutivos. Sin embargo, desde esa última fecha hasta diciembre de 2022, cinco funcionarios han dirigido la institución: Fiorella Molinelli Aristondo, Mario Carhuapoma Yance, Gino Dávila Herrera, Alegre Fonseca Espinoza y Aurelio Orellana Vicuña. Carhuapoma Yance y Dávila Herrera estuvieron dos veces al frente de EsSalud.
Sin contar a Molinelli Aristondo —que estuvo apenas 10 días desde el inicio de la gestión Castillo— y una designación temporal de Carhuapoma Yance ocurrida hace un mes —por el breve periodo de tan solo un día—, la duración promedio de un presidente ejecutivo de Essalud en el actual gobierno es de 114 días. Contando a Molinelli Aristondo, esta cifra se reduce a 93.
OjoPúblico identificó preliminarmente que, por lo menos, hubo 52 funcionarios de Essalud que se han desempeñado durante esta administración como presidentes ejecutivos, gerentes generales, secretarios generales y gerentes centrales de la entidad.
Asimismo, alrededor de la mitad fueron nombrados en 2022, y otro bloque importante, de 15 funcionarios, asumió entre agosto y setiembre de 2021, durante la primera gestión de Mario Carhuapoma Yance al mando de Essalud. Posteriormente, en noviembre de este año, Carhuapoma Yance estuvo de manera temporal en el mismo cargo, pero por tan solo un día.
Nombramientos irregulares en Essalud
En agosto de 2021, Fiorella Mollinelli Aristondo cumplió alrededor de 1.250 días al mando de Essalud, el periodo de gestión más duradero de la institución en los últimos 10 años. Renunció luego de que el Ministerio Público liderara una intervención y allanamiento de viviendas de funcionarios de Essalud y la sindicara como la presunta líder de una organización criminal que habría realizado compras irregulares en la entidad.
Luego de su salida y la asunción de Mario Carhuapoma Yance como nuevo presidente ejecutivo de Essalud, también se efectuaron cambios en distintas gerencias de la institución. Uno de ellos fue la designación de Albino César Nieto Serpa como gerente central de Gestión de las Personas.
De manera simultánea, Carhuapoma Yance nombró como funcionario de Essalud al hermano de Nieto Cerpa: Roberto José Bedón Serpa, quien fue designado como asesor de la presidencia ejecutiva que presidía Carhuapoma Yance.
Al respecto, la Contraloría General de la República consideró que hubo un acto de nepotismo en la contratación, la cual permitió que se le pague a Roberto José Bedón Serpa S/30.496 con fondos del Estado.
Debido a ello, el órgano de control recomendó a la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción iniciar acciones penales en contra de ocho funcionarios de Essalud, entre los cuales figuran Mario Carhuapoma Yance y cuatro gerentes centrales de la institución: Albino Nieto Serpa, Martha Carolina Barrantes, Nilza Borda Luna y Simón Alejandro Verástegui Gastelu.
Una de estas funcionarias, Martha Carolina Barrantes, había sido designada en agosto de 2021 por Carhuapoma Yance como gerenta general de Essalud. Pero, cuando ella renunció a su puesto meses después, denunció haber sufrido presiones por parte de Carhuapoma Yance para nombrar de manera irregular a personas vinculadas al entonces presidente ejecutivo de Essalud.
NEPOTISMO. La Contraloría recomendó iniciar acciones penales contra Mario Carhuapoma por presunta contratación irregular de un funcionario de Essalud.
Foto: Andina
Al igual que Carhuapoma Yance, Gino Dávila Herrera es otro expresidente ejecutivo de Essalud cuyo nombre figura en los reportes de la Contraloría General de la República. De acuerdo con lo recabado por el órgano de control, Dávila Herrera participó en la presunta adjudicación irregular que Essalud le otorgó a la empresa Vía Ayaychan SAC por la compra de lentes de seguridad, los cuales contaban con certificado falso.
Por este motivo, la Contraloría sugirió nuevamente a la Procuraduría Anticorrupción iniciar acciones penales contra Dávila Herrera y otros seis funcionarios de Essalud. Aunque Dávila Herrera —gerente central de Operaciones cuando Carhuapoma Yance dirigió Essalud— declaró posteriormente haber sido exonerado de responsabilidad en esta contratación, la Contraloría negó tal afirmación.
Otro funcionario de Essalud al que la Contraloría General de la República le encontró presunta responsabilidad penal fue Alfredo Rubén Centurión Vargas, quien se desempeña, desde julio de este año, como gerente central de Atención del Asegurado.
Según un informe de la Contraloría General de la República, Centurión Vargas era director general de la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) Lima Centro y prosiguió con un concurso público para cubrir servicios básicos de seguridad y salud en esta dependencia, a pesar de que no se disponía de un presupuesto aprobado para la contratación.
Baja ejecución presupuestal
Para Luiz Lazo, coordinador nacional de ForoSalud, durante el actual gobierno no se han implementado políticas dirigidas a mejorar las deficiencias en el sector sanitario, a pesar de que estas son necesarias en un contexto casi “post pandémico”.
“La salud es un tema que ya estaba gravemente crítico antes de la pandemia y la emergencia sanitaria sacó el velo de la realidad sanitaria tan mala que teníamos, y de un sistema de salud que no era capaz de responder. Se necesita mucho más que un piloto automático, se requieren iniciativas fuertes desde el Gobierno central”, sostiene Lazo.
En la misma línea, Víctor Zamora, exministro de Salud y asesor en Políticas y Sistemas de Salud, señala que el gobierno del presidente Castillo aún no ha presentado un plan general que delimite una ruta de gestión en el sector.
“No hay un plan general de salud que nos diga exactamente cuál es el norte. […] Lo único que tenemos de referencia es el discurso del presidente Castillo en el momento de la asunción del cargo”, agrega Zamora.
Sumado a ello, Javier Llamoza, investigador de Acción Internacional para la Salud (AIS) Perú, resalta que no hay estrategias específicas para cerrar brechas de vacunación en las zonas más alejadas del país y para romper con las barreras de la interculturalidad. Agrega, además, que la inestabilidad política manifesta de manera concreta en la baja ejecución presupuestal.
“Estos cambios constantes en el escenario político tiene un efecto en la salud pública, porque hay mucha rotación de personal, de directivos y viceministros. Eso genera inestabilidad e incertidumbre y eso se traduce en que no hay una ejecución presupuestal efectiva en la compra de dispositivos o medicamentos”, explica Llamoza.
De acuerdo con los datos disponibles en el portal de Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), por el momento el Minsa ha ejecutado su presupuesto en menor proporción que años anteriores. Hasta el cierre de este informe, la cartera solo había ejecutado el 77,6% de su presupuesto.
De manera similar, el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) del Minsa solo había ejecutado el 54,7% del presupuesto asignado para la adquisición de productos farmacéuticos.
A pocas semanas para concluir el año, esta última cifra también es inferior a lo reportado en años previos. Entre 2017 y 2020, la ejecución presupuestal de este pliego del Cenares superó siempre el 93%. Mientras que, en 2021, el indicador registró una caída y se redujo a 74%. Por el momento, 2022 parece seguir la misma tendencia, con algo más de la mitad del presupuesto para dichos insumos ejecutado.
Debido a ello, la Defensoría del Pueblo emitió un comunicado expresando su preocupación y solicitando al Minsa que adopte las medidas necesarias para revertir la situación. “Recordamos que los medicamentos forman parte esencial del derecho a la salud y su falta o la demora en su adquisición pone en riesgo la salud y la vida de las personas, generando, además, el incremento en el gasto de bolsillo”, explicó la Defensoría.
La alta rotación y la poca capacidad del Gobierno para mantener a funcionarios capaces en puestos claves afecta la gestión del sector salud a largo plazo. “El impacto de tantos cambios es que no se desarrollan políticas de orden mayor, como fortalecer el primer nivel de atención o poner medicamentos en las farmacias”, alertó Luis Lazo.