Analistas de las regiones de Puno, Arequipa, La Libertad y Junín evalúan las tareas pendientes que tienen el Ejecutivo y el Congreso frente a las demandas no atendidas al interior del país. También cuestionan que el gobierno de Dina Boluarte le reste legitimidad a los reclamos para la convocatoria de un adelanto de elecciones generales.
Las últimas encuestas han revelado cifras históricas de la alta desaprobación que hoy tienen las autoridades al frente del Poder Ejecutivo y el Congreso de la República. El sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), a julio de este año, muestra que el 81.6% de los peruanos desaprueba la forma como la presidenta de la República, Dina Boluarte, conduce su gobierno, mientras que un 90.4% rechaza la labor que realiza el Parlamento.
En tanto, la encuesta de CPI, presentada en exclusiva en RPP Noticias, reveló que el 80.5% de los encuestados no ve con buenos ojos la gestión de Boluarte Zegarra y el 90.8%, desaprueba el papel del actual Congreso.
En un informe sobre sobre qué es lo que piensan en regiones sobre la democracia en el Perú, ciudadanos de La Libertad, Piura, Lambayeque, Junín, Arequipa y Puno señalaron la falta de legitimidad de las actuales autoridades, aspecto en el se hizo hincapié ante la crítica por demandas sociales no atendidas y presuntos casos de corrupción que involucran a quienes ostentan actualmente el poder.
¿Qué se puede hacer ante el desgaste de imagen y confianza de las autoridades en regiones?
Un camino por mejorar desde regiones
Al respecto, analistas políticos consultados por RPP abordan qué acciones y mejoras en la gestión deben tener presente desde el Ejecutivo y el Legislativo ante esta situación.
Para Rober Villalva, especialista en comunicación política y analista de Junín, se debe apuntar a consensos de gobierno. Señaló que si bien es posible que la gestión de Dina Boluarte “tenga una alianza o acuerdo político con algunos sectores del Parlamento” o plataformas de comunicación, “la mayor alianza que debería construir con un consenso mínimo es con la población”.
“Con este tercer actor, entre el gobierno, la opinión pública y el sistema de medios son una suerte de tres actores políticos que hay en cualquier sociedad democrática. Pero cuando los dos actores políticos no escuchan o cuando quien está a cargo de manejar la agenda pública no escucha a uno de los actores, como es en este caso, la opinión pública o la opinión ciudadana -que en este caso pide adelanto de elecciones- ahí es donde hay desgaste ciudadano y desgaste de la democracia”, indica.
“¿Quiénes se perjudican? Nuestro propio país, nuestro sistema democrático. El Perú tiene una atomización de partidos políticos, la democracia es precaria, hay un mínimo de trabajos para construir consensos políticos y la consecuencia que vemos es esto: más del 70% u 80% de la población rechaza al actual Gobierno”, agrega.
Por su parte, para Abel Rodríguez, docente del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Altiplano, en Puno, “lo primero que se debe hacer es dejar de estigmatizar las demandas” de la región que reclama un adelanto de elecciones generales. A ello, indica, se debe sumar el trabajo por acelerar los procesos de investigación sobre lo ocurrido entorno a las muertes registradas durante las movilizaciones de inicio de año a fin de que se sancione “a los que sean directamente responsables”.
“Debe dejarse de quebrar la legitimidad de los pueblos originarios, se las quiebra estigmatizándolas cuando se hace una adjetivación peyorativa, calumniante como terroristas, violentistas, haciendo de la lucha popular pues algo que es solamente de naturaleza violenta o terrorista. Eso y también se tiene que tener mayor respeto por la memoria que tienen los pueblos a niveles históricos y parte de la memoria histórica es la lucha que emprenden en la región andina”, precisa.
Ausencia de liderazgos y un sociedad civil poco activa
Por su parte, José Luis Ramos, sociólogo y docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, considera que el panorama “lamentablemente es lúgubre”. En diálogo con este medio, señala que, en las últimas elecciones regionales y municipales, realizadas en octubre del 2022, “debieron surgir nuevos liderazgos”, autoridades con quienes la población se sienta vinculada, pero no fue así.
“Lo que ha ocurrido es que muy pronto estas autoridades han perdido el respaldo que tenían al momento de la elección y peor si estas autoridades políticas declaran que ellas no se meten en política. La situación se agrava muchísimo, los partidos políticos siguen apareciendo, siguen inscribiéndose en el Jurado Nacional de Elecciones. Nadie sabe de dónde han salido, nadie sabe cuál es su ideario, nadie sabe cuál es su base ideológica, etc. Entonces, estamos nuevamente ante vientres de alquiler, organizaciones de amigos que fungen de partidos políticos, etc.”, precisa.
Ramos manifesta que la posibilidad de cambios “se ve lejana” y cuando la respuesta podría llegar desde el lado de la sociedad civil, se observa una “enorme precariedad, no liderazgos en las dirigencias y las bases no se sienten representadas”.
En tanto, Richard Tapia, director del Instituto Peruano de Comunicación Política, precisa que en la región de La Libertad debería empezar a destacarse más la importancia que tiene el ciudadano dentro del sistema político y la construcción de una sociedad democrática. Su papel, afirma, es crucial en la elección de nuevas autoridades, por lo que es crucial que el peruano se informe sobre quiénes son los candidatos que se presentan en las contiendas, comparta esos datos con sus contactos cercanos y se emita así un voto informado.
“Es que se ha perdido algo esencial de ese trípode que es la participación del ciudadano, la participación activa del ciudadano. Es decir, si estas autoridades no me representan y tienen varios periodos que se están reelegiendo con diversas camisetas, yo mismo formo mi partido, mi movimiento y tomo la conducción, dirección de mi ciudad”, señala.
Y añade: “Aunque hay una frase que no les gusta a muchos, que suelo repetir, que los pueblos tienen los gobernantes que se merece. Aunque suene duro, cruel, es la realidad. Si nosotros como ciudadanos no accionamos para cambiar esta realidad, pues no nos quejemos de lo que se nos presente de las autoridades que tenemos”, sentenció.