El papa Francisco falleció el lunes 21 de abril a los 88 años. Su deceso se produce días después de haber obtenido el alta tras permanecer hospitalizado durante 38 días a raíz de una neumonía bilateral. Su trayectoria será recordada no solo por su enfoque pastoral y su búsqueda de una Iglesia más inclusiva, sino también por sus contundentes denuncias sobre los males que aquejan a la sociedad contemporánea. Aunque uno de los últimos momentos más destacados para los peruanos fue la disolución del sodalicio, también lo fue su visita al país, cuando alzó la voz contra la corrupción endémica en la política y la sociedad del país.
Aunque el máximo representante del catolicismo emitió una serie de contundentes mensajes durante su paso por el Perú, uno de los más recordados se llevó a cabo el pasado 21 de enero del 2018, en el Arzobispado de Lima. En reunión con los obispos y al lado de Juan Luis Cipriani, hoy sancionado por una seria denuncia de abuso sexual, el Papa expresó: “¿Qué le pasa a Perú? ¿Qué pasa cuando uno deja de ser presidente y lo meten preso?”, una pregunta que reflejó la desilusión generalizada ante la conducta de quienes han sido elegidos para servir.
“[Ollanta] Humala está preso, [Alejandro] Toledo está preso (con pedido de prisión preventiva). [Alberto] Fujimori estuvo preso hasta ahora. Alan García está que entro y que no entro”, comentó en aquel momento, hecho que, en un primer momento, generó risas entre los asistentes, quienes al percatarse de que más que una crítica, era un llamado de atención, optaron por escucharlo en silencio.
“La política está enferma, está muy enferma, al menos en América Latina. Hay excepciones, pero en general, está más enferma que sana”, agregó y reflexionó sobre el caso de corrupción de Odebrecht, al cual calificó de “una anécdota chiquita” en comparación con la magnitud de la crisis política.
“El quid pro quo no es la sana negociación política, si no te tapo esto y tú me tapas esto. Hay una crisis por corrupción. Uno llega a una posición y acusa de corrupto al anterior, y los dos tienen algo de razón. […] No descuidemos eso, porque es la dirigencia de nuestro pueblo. Si caemos en manos de gente que solo entiende el lenguaje de la corrupción, estamos fritos”, alertó.
De llamado de atención a profecía
Si bien sus palabras resonaron en aquel momento, siguen estando vigentes, pues el país continúa en la misma situación. Pese al cambio de administraciones, las noticias sobre corrupción y el encarcelamiento de figuras políticas continúan siendo parte del día a día.
Con la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, asumió Martín Vizcarra. Al ser vacado por el Congreso, en medio de acusaciones de haber recibido sobornos durante su gestión como titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), juró de manera interina Manuel Merino, quien dimitió en medio de protestas y muertes. Su reemplazo fue Francisco Sagasti, el mismo que aunque logró culminar el periodo, en la actualidad se encuentra a un paso de ser inhabilitado por 10 años.

Como resultado de las elecciones para el periodo 2021-2025, Pedro Castillo resultó ganador en una reñida segunda vuelta contra Keiko Fujimori. Su paso en el cargo fue breve, pues fue vacado luego de dar un golpe de Estado en medio de serias investigaciones y acusaciones de haber recibido dinero por parte de Salatiel Marrufo, ex jefe de asesores del Ministerio de Vivienda. Como parte del proceso constitucional, la vicepresidenta Dina Boluarte se colocó la banda presidencial. Aunque sigue al frente de la administración del país, tampoco es ajena a las investigaciones. En dos años de gestión sumó nueve investigaciones por presuntos delitos como homicidio, lesiones graves, enriquecimiento ilícito, cohecho y abandono del cargo.
Fuente: Infobae