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Farid Kahhat: “Pedro Castillo tendría más oposición si es que intentara gestar una deriva autoritaria”

Análisis. Para Kahhat, Castillo y Fujimori representan un peligro autoritario, sin embargo el primero tendría más complicado llevar a cabo un proyecto así. Foto: difusión

Entrevista sobre la segunda vuelta a Farid Kahhat, profesor en la Academia Diplomática del Perú y de la Pontificia Universidad Católica del Perú quien asegura que al candidato de PL no le molesta tener de aliados a grupos radicales.

A días de la segunda vuelta presidencial entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo, el profesor de la Academia Diplomática y de la PUCP, Farid Kahhat, desarrolla algunas ideas sobre lo que puede ocurrir a partir del lunes 7. Considera que ambas opciones representan un peligro autoritario, aunque una tendría mayor resistencia.

¿Cómo definiría políticamente a Pedro Castillo? ¿Es un radical? Mi impresión -y puedo estar bien equivocado- es que no es alguien que necesariamente abrace el ideario de Perú Libre. Lo digo por la gente con la que se rodeado en esta segunda vuelta. Claramente, ha apostado por la moderación. Por supuesto, también puede tratarse ser una simple estrategia, nada más. ¿Cómo lo ve usted?

Perú Libre se define como marxista leninista y hasta donde se sabe Castillo es cristiano-evangélico. El marxismo-leninismo históricamente promovió el ateísmo militante y a veces me da la impresión de que él ha adoptado a PL como un vientre de alquiler, del modo que lo hizo Ricardo Belmont para postular a la alcaldía de Lima…

Y nadie en su sano juicio calificaría a Belmont como radical de izquierda. Ni siquiera de izquierda. No es que los peruanos no conozcamos casos de vientres de alquiler para candidatos con su propia agenda. Recordemos que Hernando De Soto no recordaba el nombre del partido por el que postulaba. Además, hay que recordar que Castillo fue militante de Perú Posible. Dicho esto, a Castillo no le molesta…

¿Qué le digan de izquierda?

Tener como aliados a grupos radicales. Participaba de la Conare, que tenía integrantes del Movadef. Claro, siendo de la Conare también conversó con congresistas fujimoristas, lo cual puede hablar de su oportunismo, pero la acusación no es que sea oportunista, sino que es un radical de izquierda. En todo caso, hay margen para discutir sobre su posición. Algunas de las posiciones que ha adoptado desde la primera vuelta y ha mantenido también podrían calificar como de izquierda, al menos en Perú.

Pedro Castillo

Más técnicos. Pedro Castillo secundado por Francke, Guillén, Palacín y Cevallos, entre otros. Foto: Aldair Mejía/La República

¿Cuáles?

Renegociar contratos cuando los precios de las materias primas son elevados es algo que han hecho gobiernos de derecha en el mundo, pero eso es radical para el Perú. Ahora, él va más allá de eso.

Habla de la nacionalización, un discurso que lo acercaría más con Evo Morales.

Sin duda. De hecho, claramente ha buscado asociarse con Morales, y este con Castillo. Morales fue el primero en decir que la plataforma de Castillo es muy similar a la suya.

¿Le sorprende la paranoia desatada por la posibilidad de que Castillo gane? Yo entiendo que es una candidatura con deficiencias, improvisada en varios aspectos. El propio candidato hace demostración de un conservadurismo preocupante, cuando habla de minorías, o de temas relacionados con género. Pero tampoco es que Fujimori sea una progresista en esos temas, para no hablar de la pesadísima mochila que carga en temas de corrupción. Sin embargo, para buena parte de las élites empresariales, políticas, el peligro para la democracia solo es Castillo. ¿Qué piensa de eso?

Honestamente, no creo que sea la democracia lo que tengan en mente cuando emiten ese tipo de opiniones. Lo que les preocupa es el modelo económico, lo cual es legítimo. Yo soy de los que creen que hay mucho por preservar y mucho por cambiar. Uno ve el programa original de PL y es temible. Castillo lo ha cambiado por este documento de 12 páginas que se dio a conocer hace relativamente poco. A diferencia de las élites, creo que no hay en principio nada malo en que el Estado se apropie de una porción mayor de los ingresos de las empresas extractivas cuando no derivan ni del aumento de la productividad ni de mayor inversión, sino de los precios internacionales. Mi temor es que la impericia de Castillo y de algunos asesores lo lleven a sobreestimar el poder de negociación del Estado peruano. Incluso con la moderación, hay razones para temer un gobierno de Castillo en lo económico, solo que creo que no es una fatalidad inevitable.

¿De qué dependería?

De la conducta de los actores políticos, incluyendo la conducta de sus rivales. Es decir, en qué medida están dispuestos a llegar a transacciones por oposición a intentar sabotearlo desde el primer día.

Congreso de la República

El nuevo Congreso tendrá que tranzar con Castillo para evitar que se produzca un nuevo enfrentamiento de poderes improductivo. Foto: difusión

¿Y usted cree que es probable que lo quieran sabotear desde el inicio si gana?

Tenemos estos pronunciamientos de militares en retiro, el tipo de cobertura mediática que hacen algunos medios que anuncian un posible golpe en caso gane Castillo y hay grupos parlamentarios que posiblemente no estén dispuestos a tranzar. Recordemos cómo se comportó el fujimorismo en el Congreso que fue disuelto. Los argumentos en el chat de ‘La Botica’ eran del tipo “vamos a demostrar quién está en control aquí”. No me sorprendería que el fujimorismo o Renovación Popular intenten una oposición obstruccionista. Mi punto es simple y llanamente que el futuro no está escrito, depende de la conducta de los actores, de su interacción…

Y de su capacidad de contención.

Sí, sí. No espero lo mejor, dados los antecedentes. Como dicen algunos, lo único que necesitamos de ellos es instinto de supervivencia. No se les pide mucho más que eso. A ver si aprendieron la lección.

Ya me dijo qué le preocupa de Castillo. ¿Qué le preocupa de Fujimori?

El potencial autoritario está en ambos. Se me atribuye haber dicho que todo lo que temo de Castillo en materia de autoritarismo ya lo hizo el fujimorismo. Lo dije, es verdad. Pero añadiría algo: Castillo tendría más oposición si es que intentara gestar una deriva autoritaria. Los poderes fácticos que ya apoyaron a un autoritarismo conservador como el de Fujimori en los noventas y que están jugados por Keiko Fujimori en esta elección -militares retirados, gremios empresariales, iglesias evangélicas, medios de comunicación- no harían oposición cerrada a algunos intentos autoritarios de ella. No estoy diciendo que Castillo no podría vencer resistencias y perpetrar un autoritarismo…

¿Pero la tendría más difícil?

Tendría más resistencia. Por otro lado, quienes dicen “así empezó Venezuela”, se equivocan. Cuando el autoritarismo se instaló en Venezuela, crecía a tasas relativamente altas. El autoritarismo ahí se dio en bonanza, no en periodos de estrechez. Y los abusos de poder en Ecuador y Bolivia, lo mismo. Para hablar de Castillo, uno puede temer un descalabro económico o un régimen autoritario. La buena noticia sería que probablemente no haya que temer ambos en simultáneo. En el caso de Fujimori, no hay que olvidar que ella se juega la vida en esta elección…

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