El último domingo culmino el II Congreso del Movimiento Nuevo Perú, el segundo partido político de izquierda más importante de nuestro país. No tengo mayores luces de lo que se llegó a discutir dentro del mismo, pero en las redes internas del movimiento, están y estuvieron presentes, serios debates sobre la colaboración con Perú Libre y la persistencia de las “corrientes” dentro de Nuevo Perú.
Las “corrientes” son lo que quedo de los antiguos partidos que conformaron en su momento la Izquierda Unida, y otros movimientos nuevos que se han ido creando los últimos años.
Se achaca a las corrientes y movimientos, tener una posición sectaria, privilegiar el amiguismo la búsqueda de poder dentro del movimiento, dejando de apostar por la unidad.
Se reconoce sin embargo, que las corrientes mantienen cierta estructura, organización y formación que adecuadamente utilizados, redundarían en beneficio y fortalecimiento de Nuevo Perú. Contradictorio pero real.
La misma crítica se puede hacer a Perú Libre, con la diferencia de que son ellos los que tienen el poder; los que están en el gobierno.
Leyendo una última adquisición “El último tango de Salvador Allende”, encuentro una frase que supuestamente pronuncia el malogrado presidente de Chile:” No entienden nada estos jóvenes del MIR – afirmo agitando las hojas del discurso en una mano, Estábamos solos en su despacho, al cual entraban y salían asesores trayendo nuevos documentos o consultándole cosas al oído, alejándose después sigilosos -. Son unos hijitos de papá que creen que ocupando fábricas y fundos, armándose y haciendo gárgaras con frases del Che Guevara y Fidel se hace una revolución”
Tratándose de una ficción literaria, no deja de tener cierta correspondencia con la realidad de lo que ocurrió en Chile, y lo entronco con un excelente artículo publicado en MARKA N° 30, del 18 de Marzo de 1976, un dialogo entre Luis Pásara, Carlos Urrutia y Hinkelammert ; reproduzco una parte de la entrevista:
ESQUEMATISMO DE IZQUIERDA
Dice Hinkelammert : “Precisamente la lucha ideológica revelaba este hecho de un esquematismo extremadamente rígido por parte de la izquierda y una suma flexibilidad de la derecha que podía fácilmente cambiar de campo de batalla, en la forma en la cual le parecía conveniente. Y allí hay un problema que creo va más allá de una simple casualidad: aparecía ya en el esquematismo de la izquierda con el cual llegó al poder; ahí estaba como prefijado el resultado que después ocurrió. Se esperaba un resultado inmediato a partir de ciertas medidas económicas para los grupos sociales favorecidos y hacia la formación de su conciencia. Ahí hay una creencia demasiado rígida de que la base económica se transforma en conciencia sin necesidad de una actividad propia que, precisamente, se tiene que llevar a cabo en la lucha ideológica. No tomando esto en cuenta, buena parte de la izquierda ni se dio cuenta que la lucha ideológica estaba teniendo lugar y menos aún que la estaba perdiendo.
La entrevista completa ocupa dos páginas de la revista y el presente extracto corresponde a la segunda parte. Lo que se señala en el mismo, constituye un aporte importante para el momento actual; buscando no repetir errores del pasado.
¿Estaremos a tiempo aún, de corregir errores? …………El tiempo lo dirá.
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