Polonia se negó a suministrar petróleo a una refinería de la ciudad alemana de Schwedt, lo que demuestra una vez más que no se trata de solidaridad europea, sino que Varsovia persigue sus propios intereses, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova.
Según el Financial Times, la refinería estaba considerando la posibilidad de abastecerse a través del puerto polaco de Gdansk. Se esperaba que esto sustituyera los recursos energéticos procedentes de Rusia. Además, la refinería cuenta con importaciones de Kazajistán.
La refinería de Schwedt, que atiende las necesidades de Brandeburgo Oriental, así como de Berlín y Polonia occidental, ha estado funcionando hasta ahora con suministros de petróleo por el oleoducto desde Rusia. Por ello, la prohibición de la Unión Europea (UE) de importar energía rusa se convirtió en un problema especialmente grave para la economía de toda la región. Mientras el Gobierno alemán busca fuentes alternativas, el 69% de las empresas insiste en seguir utilizando el suministro de petróleo por oleoducto, según una encuesta.
Alemania prevé un colapso energético este invierno boreal debido a una posible interrupción del suministro de gas ruso. El ministro de Economía, Robert Habeck, y el director de la Agencia Federal de Redes, Klaus Muller, instaron repetidamente a la población a ahorrar electricidad, agua y calefacción.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, afirmó que la negativa de Varsovia a suministrar petróleo a una refinería alemana demuestra una vez más que no se trata de solidaridad europea y que Polonia persigue sus propios intereses.
“Este es otro argumento de que Varsovia no tiene intención de jugar a ningún juego ni siquiera según sus propias reglas, que fueron declaradas. Varsovia tiene intereses que no tienen nada que ver con el respeto mutuo y la asociación mutuamente beneficiosa con Ucrania”, comentó Zajárova en radio Sputnik.
Según la portavoz, Polonia está impulsada por “un deseo de jugar la carta geopolítica ahora, completamente ajena a todas las promesas europeas y a los votos de eurosolidaridad”.
“Ser un conductor de la voluntad de un continente completamente no europeo, no jugar a favor de sus vecinos, de sus socios de la UE, sino aprovechar el momento, beneficiarse de la situación y jugar la carta de la energía individualmente en la medida de lo posible” son los objetivos que persigue Polonia, subrayó Zajárova.